—Nunca le tentaron para volver a Galicia.
—Mi familia, sí. Aún lo hacen. Profesionalmente no lo he mirado.
—¿Viene con frecuencia?
—Ha habido un par de años que he ido menos. Normalmente voy cuatro o cinco veces al año.
—¿Qué es lo que más echa de menos de Galicia?
—La familia. Y los amigos.
—Y la comida.
—Eso no tanto, porque no soy una gran comedora. En tal caso, el marisco.
—¿Celta o Dépor?
—¡Deportivo! Cerrada.
—Vaya, no la imaginaba futbolera.
—Me gusta mucho. Y programo mis visitas a Galicia para que coincidan con algún partido del Dépor. La última vez fue en noviembre. Antes siempre iba el fin de semana del derbi. Siempre. Y mi padre es del Celta. Yo he salido así, como un poco cruzada.
—¿Tiene hijos?
—Soltera y sin hijos.
—Así que la disposición para viajar la tiene toda.
—Sí. Y me gusta mucho.
—¿Qué más le gusta?
—Bucear. Siempre que puedo voy a bucear a la Costa Brava. Las últimas cosas a las que me he acercado son el tiro con arco (soy una gran aficionada a Los juegos del hambre) y estoy aprendiendo a hacer surf. Aún estoy en la fase «me pongo de pie».
—¿Cómo diría que es usted en pocas palabras?
—Yo diría que soy rara, peculiar, porque me lo dicen muchas veces.
—¿Qué es lo que hace mal que le gustaría mejorar?
—Me gustaría ser un poco más extrovertida. Me pongo muy nerviosa al hablar en público.
—Dígame un lugar en el que se sienta especialmente bien.
—Debajo del agua. Estar ahí abajo, no oír nada, hace que me relaje, que me sienta a gusto.
—Una canción.
—Lady Madrid, de Pereza.
—¿Lo más importante en la vida?
—Ser feliz y hacer lo que te gusta.