La lactancia materna podría prevenir el deterioro cognitivo de la madre, según un estudio

La Voz

SOCIEDAD

«Dar el pecho ayuda a regular el estrés, favorece el vínculo con el bebé y reduce el riesgo de depresión posparto, lo que sugiere beneficios neurocognitivos agudos en las mujeres», explica una de las autoras del trabajo

31 oct 2021 . Actualizado a las 17:13 h.

Un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Universidad de California ha descubierto que las mujeres mayores de 50 años que dieron el pecho a sus bebés obtienen mejores resultados en pruebas cognitivas que otras mujeres que nunca amamantaron. Las conclusiones de este trabajo, publicados en la revista Evolution, Medicine and Public Health, sugieren que la lactancia materna puede tener un impacto positivo en las aptitudes y facultades mentales de las mujeres posmenopáusicas y podría tener beneficios a largo plazo para el cerebro de la madre.

«Aunque muchos estudios han demostrado que la lactancia materna mejora la salud y el bienestar de los niños, nuestro análisis es uno de los pocos que ha analizado los efectos sobre la salud de las mujeres que han amamantado a sus bebés», explica la doctora Molly Fox, autora principal del estudio y profesora adjunta del Departamento de Antropología y del Departamento de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento. «Nuestros hallazgos sugieren que la lactancia materna puede ser neuroprotectora más adelante en la vida», añade.

La salud cognitiva es fundamental para el bienestar de los adultos mayores. Que la cognición se deteriore después de los 50 años puede ser, además, síntoma de alzhéimer, principal forma de demencia y causa de discapacidad entre los ancianos. «Sabemos es que existe una correlación positiva entre la lactancia y un menor riesgo de otras enfermedades como la diabetes de tipo 2 o las cardiopatías, y que estas afecciones están fuertemente relacionadas con un mayor riesgo de padecer alzhéimer», señala otra de las responsables de esta investigación, Helen Lavretsky. «Dar el pecho ayuda a regular el estrés -subraya-, favorece el vínculo con el bebé y reduce el riesgo de depresión posparto, lo que sugiere beneficios neurocognitivos agudos para la madre».

Para este estudio, se analizaron datos recogidos de mujeres que participaron en dos ensayos clínicos aleatorios controlados de 12 semanas de duración en UCLA Health: uno que incluyó a participantes deprimidas y otro que incluyó a no deprimidas con algunas quejas subjetivas de memoria y riesgo de enfermedad cardíaca. Entre los dos ensayos se obervó a 115 mujeres, 64 identificadas como deprimidas y 51 no deprimidas. Todas completaron una batería de pruebas psicológicas que medía su aprendizaje, el recuerdo retardado, el funcionamiento ejecutivo y la velocidad de procesamiento. También respondieron a un cuestionario sobre su historia de vida reproductiva, que incluía preguntas sobre la edad en que empezaron a menstruar, el número de embarazos completos e incompletos, la duración de la lactancia de cada hijo y la edad de la menopausia.

Ninguna de estas mujeres había sido diagnosticada de demencia, ni de otros diagnósticos psiquiátricos como trastorno bipolar, dependencia del alcohol o de las drogas, o trastornos neurológicos, no tenían otras discapacidades que impidiesen su participación ni tomaban ningún medicamento psicoactivo. Tampoco hubo diferencias significativas en cuanto a edad, raza, educación u otras medidas cognitivas entre las participantes deprimidas y las que no lo estaban.

Alrededor del 65 % de las mujeres no deprimidas declararon haber dado el pecho, en comparación con el 44 % de las mujeres deprimidas. Todas las participantes no deprimidas informaron de al menos un embarazo completado, en comparación con el 57,8 % de las participantes deprimidas. Además, las que habían amamantado, independientemente de si estaban deprimidas o no, obtuvieron mejores resultados en las cuatro pruebas cognitivas que medían el aprendizaje, el recuerdo retardado, el funcionamiento ejecutivo y el procesamiento en comparación con las mujeres que no habían amamantado.

Curiosamente, los investigadores también descubrieron que un mayor tiempo de lactancia se asociaba a un mejor rendimiento cognitivo. Cuando sumaron todo el tiempo que una mujer pasó amamantando en su vida, descubrieron que las mujeres que no amamantaron tenían puntuaciones cognitivas significativamente más bajas en tres de los cuatro dominios en comparación con las mujeres que habían amamantado durante 1-12 meses, y en los cuatro dominios en comparación con las mujeres que habían amamantado durante más de 12 meses. «Es importante comprender mejor las implicaciones de la lactancia materna para la salud de las mujeres, dado que hoy en día las mujeres amamantan con menos frecuencia y durante menos tiempo de lo que se practicaba históricamente», concluye Fox.