Galicia adapta el robot Da Vinci para hacer cirugías de pulmón solo por dos orificios

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

González Rivas realizó la operación con solo dos incisiones al paciente, cuando lo habitual son cinco.
González Rivas realizó la operación con solo dos incisiones al paciente, cuando lo habitual son cinco.

El hospital San Rafael practica en dos pacientes la primera operación torácica de este tipo en Europa a partir de la técnica mínimamente invasiva de González Rivas

18 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La cirugía robótica se reinventa en Galicia. Un equipo del hospital San Rafael de A Coruña ha adaptado el robot Da Vinci para realizar la primera cirugía torácica en Europa en la que al paciente se le han practicado únicamente dos incisiones en lugar de las cuatro o cinco habituales en este tipo de operaciones, lo que minimiza la agresividad y facilita la recuperación del afectado. Es, también, la primera vez que se practica en Galicia una intervención en el tórax para extirpar la parte de los pulmones afectadas por un cáncer, ya que en la mayoría de los casos se han empleado para la próstata.

La cirugía fue dirigida por Diego González Rivas, el creador de la técnica uniportal VATS que permite operar con una única apertura de tres centímetros, aunque en esta ocasión lo que hizo fue readaptar su procedimiento mínimamente invasivo para que la operación pudiera ser realizada por un robot, que permite una mayor precisión. Aparte de su equipo habitual, en la intervención también participó el cirujano torácico del hospital de Berlín Mahmoud Ismail.

En realidad se practicaron dos intervenciones. Una, más sencilla, a un paciente al que se le retiró un tumor benigno de pulmón sin necesidad de hacerle una lobectomía y retirarle el lóbulo entero. A las dos horas ya estaba en planta. El segundo caso fue más complejo, ya que se trataba de una persona con un riesgo quirúrgico muy elevado y al que se le extrajo un tumor maligno del lóbulo superior izquierdo. Pese a la complejidad, a las doce horas de la operación ya fue ingresado en planta convencional.

«Hemos abierto un camino y hemos visto que sí tiene sentido hacer operaciones de este tipo, por lo que ya hemos planificado más casos», explica Diego González Rivas, quien en principio era un tanto escéptico con la cirugía robótica convencional. «No tenía mucho sentido que si yo con mi técnica solo realizo una incisión a un paciente, le dijera ahora que le tenía que hacer cinco», explica. Hasta que sus colegas del Shanghái Pulmonary Center -hospital en el que trabaja de forma habitual, aunque con la pandemia aún no ha ido a China- le comentaron que habían evolucionado el robot Da Vinci para operar con solo dos aperturas. Fue entonces cuando se planteó hacer lo mismo adaptando al robot su técnica mínimamente invasiva. Y funcionó. «En este caso -dice- sí tenía sentido hacerlo».

Mayor precisión

Y lo tiene porque la cirugía robótica, en general, ofrece una mayor precisión que la convencional y permite un mayor campo de acción. «Facilita la cirugía en sitios inaccesibles y en lugares en los que prácticamente no se podría realizar de una forma laparoscópica. Además, el profesional opera sentado, se sienta en una consola e interviene, como si fuera un videojuego, exactamente igual», apunta el anestesista César Bonome, que participó en las sesiones. También asegura que mediante este sistema «la agresión quirúrgica disminuye al 50 %».

El robot Da Vinci, por ejemplo, ofrece una visión tridimensional excepcional y sus cuatro brazos robotizados permiten una precisión y movilidad dentro del campo quirúrgico muy superior a la realizada de forma convencional. Solo que en este caso se adaptaron para entrar por solo dos orificios en el tórax de los dos pacientes tratados. «Me he sentido muy cómodo, incluso más seguro que cuando había realizado los cursos de acreditación en cirugía robótica que se realizaban por cinco puertos en vez de por dos», destaca González Rivas.

El especialista hizo coincidir en un orificio dos o tres brazos robóticos, los necesarios para extirpar los tumores, mientras que en el otro se introdujo la cámara por la que el especialista puede seguir lo que ocurre, mientras que a unos metros, sentado, controla los brazos robóticos.

El procedimiento realizado en A Coruña también ayudará a mejorar la cirugía robótica. Al menos así está convencido César Bonome. «Hoy en día -dice- hay tumores a nivel digestivo, pulmonar o ginecológicos que son muy complicados, por lo que tienes que hacer la operación en abierto. Pero si la gente se especializa en cirugía robótica en un futuro próximo a lo mejor se puede hacer todo esto con dos o tres incisiones en vez de tener que abrir la barriga entera de un paciente».

El hospital San Rafael lleva más de siete años realizando cirugía robótica, que hasta ahora se había restringido al campo de la urología -se hicieron 400-, y por 4 incisiones quirúrgicas.