Sanidad implantará el etiquetado de cinco colores en alimentos y bebidas

La Voz

SOCIEDAD

Será obligatorio dentro de un año y difiere de las etiquetas semáforo (que la OCU pidió vetar) de las grandes multinacionales. El sistema Nutriscore permitirá comparar productos semejantes para elegir la opción más saludable

12 nov 2018 . Actualizado a las 17:58 h.

España se suma a Francia y Bélgica e implantará en alimentos y bebidas el etiquetado frontal Nustriscore, conocido coloquialmente como sistema de cinco colores. Gracias a esta indicación, el ciudadano contará con información precisa sobre la calidad nutricional del producto que consume, sabrá exactamente qué es lo que come. Lo ha anunciado este lunes la ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, durante la entrega de los XII Premios Estrategia Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad (Naos), acto en el que también ha avanzado que se limitará la publicidad de los alimentos poco saludables dirigida a menores de 15 años.

El código de cinco colores consiste en un gráfico con coloración gradual y letras que va del verde al rojo en cinco niveles; cada producto llevará una pegatina del color que le corresponda en función de su contenido en azúcares, grasas saturadas, sal, calorías, fibra y proteínas. Los tonos verdes identificarán los productos más saludables; los rojos, los de menor calidad nutricional.

MINISTERIO DE SANIDAD

¿Y por qué este sistema y no otro? La ministra ha defendido que este etiquetado permite al consumidor comparar con productos semejantes de forma sencilla y tomar una decisión informada y motivada para seguir una dieta más saludable. La indicación, con vocación de acabar siendo un sistema unificado en toda Europa, se suma a la actual información que ya incluyen los alimentos en España siguiendo lo dictado en el reglamento 1169 del Parlamento Europeo y del Consejo. Esta norma obliga a especificar de forma visible el valor energético, las grasas, las grasas saturadas, los hidratos de carbono, los azúcares, las proteínas y la sal contenida en los productos transformados. Pero no es suficiente: el sobrepeso y la obesidad siguen siendo un problema de salud pública.

Nutricionistas y endocrinos llevan tiempo insistiendo en lo urgente de instaurar un sistema común. Se adelantaron los gigantes de la alimentación: hace solo unos días, cinco multinacionales -Coca-Cola, Nestlé, Mondelez, Pepsico y Unilever- presentaron un modelo propio (las etiquetas semáforo) que advierte sobre el nivel de grasas saturadas, azúcares o sal que contiene cada producto por porción de consumo. Pero el modelo no acaba de convencer a los profesionales de la salud, que critican que la valoración se haga por ración y no por cada cien gramos. Prefieren el etiquetado frontal que, además, valora el contenido de otros nutrientes como las fibras. ¿Es necesaria tanta información ¿No resulta confuso?

Técnicos de alimentación aclaran que un producto light puede tener cero azúcar, pero contener edulcorante. Llevaría entonces la etiqueta verde cuando sus calorías son vacías, mientras que un vaso de leche podría llevar la etiqueta ámbar, aunque aporte nutrientes fundamentales para el buen funcionamiento del organismo. Es solo un ejemplo de la importancia de la información esencial y de los criterios homogeneizados. El sistema Nutriscore posee una evidencia científica alta y, al mismo tiempo, le resulta sencillo de leer al consumidor. 

El modelo de los cinco colores atribuye puntos a cada alimento en función de la composición nutricional del mismo por -aquí sí- cada 100 gramos de producto: tiene en cuenta elementos «buenos» (proteína, fibra) y «desfavorables» (calorías, azúcares simples, sodio) y arroja, en función a ellos, un resultado claro. 

Obligatorio dentro de un año

Se empezará a ver en los supermercados en breve, ya que las empresas están comenzando a adoptarlo de forma voluntaria, pero no será obligatorio hasta dentro de un año, el plazo en que estará aprobado el real decreto. En el resto de Europa, la disparidad está servida. Mientras que en Francia y Bélgica ya se han acogido al Nutriscore, en el Reino Unido utilizan el código del semáforo y en Finlandia recurren a indicaciones más sencillas usadas únicamente para productos que son saludables para el corazón.