Alemania pagará tratamientos con cannabis a los enfermos crónicos

Patricia Baelo BERLÍN / SERVICIO ESPECIAL

SOCIEDAD

XOAN CARLOS GIL

Para garantizar el suministro a las farmacias, en las que los pacientes solo tendrán que presentar la receta médica, se permitirá también la plantación controlada de la sustancia

20 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

 «¡Liberalizad la marihuana!». Para sorpresa de muchos, este eslogan de Los Verdes alemanes acaba de hacerse realidad, precisamente en uno de los países más conservadores del continente europeo. Alemania, que aún pone trabas al matrimonio homosexual, que no permite la donación de óvulos y que tiene una de las mayores brechas salariales de la UE, dio ayer luz verde a la reforma legal que permitirá la financiación pública de medicamentos elaborados con cannabis para tratar a enfermos graves que no hayan encontrado alivio en las actuales terapias tradicionales o alternativas.

El polémico proyecto de ley, impulsado por la formación ecologista, acordado el pasado mayo en Consejo de ministros tras años de intensos debates y aprobado ayer de manera unánime por el Parlamento, implica que a partir de ahora no será necesario el permiso obligatorio del Instituto Federal de Medicamentos y Productos Sanitarios (BfArM) para adquirir flor seca de marihuana o extracto de la planta, sino que bastará con presentar una receta en la farmacia.

Además, los seguros médicos se harán cargo de los costes del tratamiento, que ronda los 540 euros mensuales, aunque puede llegar a los 1.800 en el caso de pacientes crónicos, como por ejemplo los enfermos de cáncer que sufren los efectos secundarios de la quimioterapia. Por último, queda autorizada la plantación regulada, con el objetivo de garantizar el suministro a las farmacias del país, que desde el año 2011 han vendido un total de 233 kilos de cannabis con fines terapéuticos. Sobre todo de cara a no incrementar la importación, en su mayor parte de Holanda, como ha ocurrido en los últimos dos años. 

El antecedente

El antecedente de esta decisión del Bundestag fue la sentencia pronunciada el pasado 6 de abril por el máximo tribunal administrativo germano, que falló a favor de un hombre de 52 años que padecía esclerosis múltiple y quería cultivar cannabis en su domicilio particular. Con la nueva ley, que entrará en vigor previsiblemente en primavera, Alemania sigue la senda de muchos otros países que han liberalizado sus políticas en torno a la sustancia ilegal más consumida del mundo: Canadá, partes de Estados Unidos, la región australiana de Victoria, Brasil o México.

Sin embargo, al mismo tiempo el Ejecutivo de la gran coalición sienta un precedente en Europa, donde ningún otro país se había atrevido a dar el paso, pese a haberse presentado varias iniciativas al respecto de una eventual legalización para uso medicinal. A sabiendas de que reabre un debate ético en el continente, el Gobierno alemán insistió en que la nueva ley no implica la legalización total de la marihuana, que seguirá penada con fines recreativos.

Es más, el ministerio de Sanidad avanzó que los enfermos a los que se les prescriba cannabis participarán en estudios científicos anónimos, para analizar en profundidad el impacto y los beneficios de la terapia. Se calcula que la reforma legal, que ha sido alabada por colectivos y políticos de casi todas las vertientes, beneficiará a unas 650 personas en todo el país.

Holanda era el único país hasta ahora donde se prescribía esta sustancia

Cada vez son más los estados de EE.UU. que se han sumado a la tendencia de permitir el consumo de marihuana con un uso terapéutico, que también se aplica en Uruguay, Chile o Brasil. Pero en Europa las cosas van más despacio. Y en algunos países ni van, salvo en el caso de Holanda, el primer país en legalizar la distribución de cannabis con receta médica, en el año 2003, aunque no sufraga su coste al paciente. El precio fijado es de 34,5 euros por cinco gramos. En España también sigue pendiente.