Un niño de Gerona no vacunado, primer caso de difteria en España desde 1987

Agencias

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Atlas TV

El pequeño de seis años llegó el jueves a urgencias, aunque los síntomas -cefalea, fiebre y dificultades para tragar- habían empezado el 25 de mayo. Se encuentra en estado crítico

02 jun 2015 . Actualizado a las 22:24 h.

Un niño de 6 años de Olot (Gerona) está ingresado en estado crítico en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona por un caso de difteria, enfermedad de la que no estaba vacunado, según han explicado a Europa Press fuentes de la Conselleria de Salud de la Generalitat.

El niño llegó el jueves a Urgencias del Hospital de Olot, aunque los síntomas habían empezado el 25 de mayo -tenía cefalea, fiebre y dificultades para tragar-. El viernes le hicieron las pruebas específicas, según especifica una alerta sanitaria sobre el caso emitida el lunes por el Ministerio de Sanidad.

Los resultados de las pruebas no llegaron hasta el sábado y confirmaron que el pequeño estaba afectado por la bacteria de la difteria, una enfermedad que no se detectaba en España desde 1987.

El mismo día, el niño fue trasladado a la UCI pediátrica del Vall d'Hebron, donde este sigue ingresado en estado grave, intubado y con ventilación asistida. Según el informe del Ministerio, el niño recibe ya un tratamiento con antitoxina diftérica que ha llegado desde Rusia. Asimismo, se están localizando todas las personas que han estado en contacto con el niño y proporcionando las medidas de profilaxis y vacunaciones indicadas.

Se contagia por estornudos, sudor o lágrimas

La difteria es una enfermedad infecciosa producida por el bacilo c. diphtheriae que se manifiesta en la laringe y se transmite por las secreciones de la nariz, estornudos, sudor o lágrimas de las personas infectadas y afecta exclusivamente a humanos.

Cuando la bacteria crece libera unas toxinas que van a la sangre y pueden provocar lesiones en el corazón, los riñones y el sistema nervioso y suele tener un pronóstico reservado hasta los 50 días después de haberse iniciado.

Los síntomas de la enfermedad son variables, pero frecuentemente produce dolor de garganta y secreción nasal, inflamación de los ganglios del cuello, malestar general y fiebre. También pueden presentar la formación de una membrana en la faringe, que sangra con facilidad.

La vacuna contra la difteria se administra normalmente combinada con la del tétanos y la tos ferina, y el calendario de vacunaciones de Cataluña prevé la administración de seis dosis, las tres primeras a los dos, cuatro y seis meses de edad, otra a los 18 meses, y entre los cuatro y los seis años otra dosis de recuerdo y una final a los 16 años.

Desde 1983 no se había registrado ningún caso de difteria en Cataluña. El último caso registrado en España fue hace 28 años. La Agencia de Salud Pública de Cataluña ha recordado que la difteria es una enfermedad «muy poco frecuente» en los países desarrollados gracias a la vacunación generalizada de la población y a la mejora de las condiciones higiénicas. Según Salud, la forma más efectiva de evitar la enfermedad es mantener un elevado nivel de vacunación, lo que ha permitido que en Cataluña no se hubiera declarado ningún caso desde hace 32 años.

La Agencia de Salud Pública de Cataluña ha recordado la importancia de cumplir con el calendario de vacunación para evitar que resurjan las enfermedades graves «que prácticamente habían desaparecido de nuestro entorno».

El tratamiento, en Rusia

El tratamiento con antitoxina diftérica para el pequeño ingresado en el Hospital Vall d'Hebrón de Barcelona llegó este lunes desde Rusia gracias a las gestiones realizadas entre el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, y el embajador en España de dicho país, Yuri Korchagin.

El secretario general de Sanidad, Rubén Moreno, ha explicado que desde el domingo pasado Alonso ha liderado la búsqueda del tratamiento para el menor a nivel internacional, ya que la difteria es una enfermedad que prácticamente no existe en los países de nuestro entorno.

Moreno ha relatado que el ministro, una vez que conoció que ni la Organización Mundial de la Salud (OMS) ni el CDC de Atlanta disponían de la antitoxina, inició «una carrera contrarreloj» con diversos países. Estados Unidos no tenía este tratamiento y en el entorno europeo las antitoxinas estaban caducadas, pero finalmente el embajador ruso en Madrid consiguió las dosis para el pequeño, que llegaron el lunes sobre las 15:20 horas a Barcelona en un avión comercial de Aeroflot (pagado por el Gobierno ruso).

Los contactos entre Alonso y Korchagin también han dado como resultado que se produzcan dos viales de antitoxina más para el niño.