Bob Martínez sí tenía un plan

José M. Fernández

RUSIA 2018

Lavandeira jr | EFE

07 jul 2018 . Actualizado a las 00:05 h.

El Mundial ya es un asunto puramente europeo. Brasil descarriló un paso antes que cuatro años atrás y Neymar no consiguió recortar la distancia que aún le separa de Messi y Cristiano Ronaldo. El brasileño sigue siendo el fichaje más caro de la historia, pero no llevó al PSG al triunfo en la Champions y se ha quedado a medio camino con su selección. Los brasileños cayeron en la trampa belga, en la celada que le tendió un técnico español: Roberto Martínez. El seleccionador de los belgas convirtió cada contra en una tortura para los brasileños, exprimió los recursos propios y anuló a un rival que empezó a entender el partido cuando ya escaseaba el fuelle, con 45 minutos para el estudio. Antes de reaccionar, Brasil tiró a la basura un tiempo, esos tres cuartos de hora en los que no encontró soluciones para hincarle el diente al planteamiento de Martínez ni para superar a un Courtois espectacular.

Bélgica se presentó como ha sido un outsider en los últimos torneos, tenía talento y un equipo aparente, pero le faltaba solidez y le sobraba ingenuidad. Con Bob Martínez es un grupo solidario, espectacular en la portería (Courtois) y poderoso arriba (Lukaku). Además, tiene veneno y calidad (Hazard) y un brillante arquitecto (De Bruyne). El resto, ayer, esfuerzo y generosidad. Nada nuevo. Un entrenador con un plan que se alejara de lo previsible, capaz de manejar varios registros, algo de lo que careció España y que no tuvo ayer Brasil hasta el descanso. Y valiente, porque pudo elegir y ha encontrado el premio por el lado salvaje.

Roberto Martínez ha fabricado un grupo compacto, exuberante en ataque, fornido en medio de campo e incluso capaz de disimular su inestable defensa; un equipo sólido, con hambre y serio; un mal cliente para una Francia que quizá aún no se ha reencontrado con el orden, pero que exhibe más músculo y talento que nadie. Griezmann ha crecido con el torneo, es el líder silencioso de un conjunto a veces anárquico, pero cuya trayectoria anuncia que la semifinal contra Bélgica puede ser gran partido de la Copa del Mundo. Hazard, De Bruyne, Griezmann, Mbappé, Harry Kane...

¿Será el relevo?