Los ritmos de Brasil

Manuel Mosquera

RUSIA 2018

GIUSEPPE CACACE | AFP

22 jun 2018 . Actualizado a las 22:28 h.

La selección brasileña tiene en mi opinión el equipo mas compensado de los últimos años, conjuga calidad con despliegue físico, jugadores de mucho nivel que son protagonistas en los mejores equipos europeos, tiene juego exterior, centrales duros y expertos, un gran portero, tiene a Neymar e incluso se pueden permitir dejar en el banquillo jugadores tan excelsos como Firmino y Douglas Costa que serían titulares en cualquier selección de otro país.

Sin embargo hay algo que no cambia, contra Suiza salieron en tromba, desarbolaron por completo a los helvéticos en 15 minutos frenéticos, presionaron arriba, le metieron mucho ritmo y consiguieron un golazo justo para lo que se había visto, y es aquí donde llega el primer cambio de ritmo: de forma asombrosa, se volvieron especulativos, lentos en el pase, faltos de ritmo; dejaron crecerse a los suizos y pagaron un alto precio. El resto del partido, nuevo ritmo, este a impulsos individuales con más corXazón que cabeza y así terminó encuentro.

Ayer contra Costa Rica se pudo volver a ver la misma versión. Salió Brasil en la primera parte a ritmo de galope, pero no hubo gol, y los costarricenses, sabiendo que tenían que pasar esos minutos, se crecieron, construyeron una muralla sólida y obligaron al rival a jugar de parado, sin correr, a ritmo a trote borriquero. Eso a los futbolistas brasileños no les gusta, se agobian, y así la primera parte terminó sin más problemas para Costa Rica.

En la segunda parte se produjo una muy buena lectura de partido de Tite: dejó a Willian en vestuario y sacó a Douglas Costa, cambiando calidad en asociación por calidad en velocidad y ritmo alto en desborde. Desde el primer minuto convirtieron el partido en un ida y vuelta, eso les gusta, se crecen y se reconocen. Costa Rica se empezó a descoser, ya no conseguía frenar el ritmo de ataque de los brasileños y los desajustes se sucedieron. Se presentía el gol y llegó al final: Coutinho hace justicia y Neymar sentencia. Costa Rica sucumbió dignamente a los ritmos de Brasil.