La cruz y la cara de España

RUSIA 2018

ROMAN KRUCHININ | AFP

El atasco frente a la débil Irán confirma algunos síntomas preocupantes en la selección, que sin embargo ha conseguido colocarse primera de grupo dejando también detalles positivos

22 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Queiroz juntó dos futbolistas del Persépolis con otros dos del Esteghlal, grandes rivales en el derbi de Teherán. Los acompañó de un par que militan en el Olympiacos griego y les fue sumando aquí un jugador del Al Sadd y allá otro más del Al Gharafa, cataríes ambos; uno del Ostende belga, y dos de clubes rusos -el Amkar Perm y el Rubin Kazan, al que pertenece Azmoun, la gran estrella-. Así completó el once que anuló a España durante casi una hora hasta que un despeje de Rezaeian (el del Ostende) rebotó en Costa. Tras ese gol, obligó a la excampeona del mundo a enrocarse, sin alterar apenas el equipo: metió un delantero del AZ holandés -Jahanbakhsh, el otro referente-, un punta del IFK sueco, y un defensa más, del Akhmat Grozny -Mohammadi, el de la voltereta-. Mató el tiempo Irán y no supo darle vida al partido España, con varios elegidos rindiendo por debajo de su nivel de costumbre y un embrollo que no se deshizo desde el banquillo. Acumula motivos de preocupación el combinado nacional que sin embargo puede presumir de algún futbolista en estado de gracia y de estar casi en octavos del torneo.

De Gea

Portería a cero y los nervios. Ese poco de todo lo resume fenomenalmente De Gea. El meta mantuvo el miércoles su portería a cero, misión más sencilla cuando el rival no te llega a tirar a puerta. Sí rondaron los iraníes los palos defendidos por el portero del United durante la última media hora de encuentro, aunque no acertaran a colocar la pelota entre ellos, y en esos minutos difíciles fue evidente que los tres goles de Portugal (especialmente el segundo) han dejado su huella en forma de nervios.

El meta madrileño no ha trasladado a Rusia su fenomenal temporada en Manchester. Hay más presión defendiendo a España y se notó en los titubeos ante cada balón colgado. Por méritos y rendimiento este curso, De Gea está por delante de Kepa y Reina, y quizá sea la cita con Marruecos, un conjunto con más desparpajo que jugará sin carga clasificatoria, la buena para que se afiance en el puesto.

Carvajal

Aún por recuperar. También necesita asentarse en la plaza Carvajal, que no mejoró el nivel de su reemplazo. Nacho empezó el Mundial con una pifia pero se rehízo sin dejar pasar la hora y media. Ante Irán le quitó el sitio su compañero en el Madrid que pagó la falta de rodaje propia de varias semanas lesionado. Tuvo Carvajal menos protagonismo que de costumbre, también por la falta de espacios en los que irrumpir, y priorizó el pase fácil. Ese 98 % de acierto al combinar -jugador más preciso del encuentro- no disimuló la sensación de vacío en el costado derecho, donde Lucas pasó desapercibido.

Iniesta

Intrascendente por ahora. Desapercibido como Iniesta, que apareció solo para dar el pase del que acabó saliendo el gol de España. Muy discreto el bagaje del indiscutible referente de la selección, al menos a priori. No le ha sentado bien compartir metros de césped con una segunda línea superpoblada. Aún hay que pulir el entendimiento de Isco y Silva con el de Fuentealbilla.

Hierro

Cambios sin efecto. En el banquillo español hay alternativas de sobra por si los titulares no reaccionan. Seguramente más que en ningún otro de los equipos mundialistas. Opciones heredadas de la lista hecha por Lopetegui que de momento no ha manejado bien Fernando Hierro. Frente a Irán sus cambios no tuvieron incidencia.

Costa

Tres goles contra las dudas. También heredó el técnico un 9. Mantuvo a Diego Costa y este ha respondido con tres goles. El último, rentabilizando al máximo sus intervenciones contra los iraníes. Nadie tocó menos pelota que el de Lagarto entre los 22 titulares del encuentro, pero le bastó con poner la pierna interrumpiendo el despeje de Rezaeian.

Isco

Lo mejor, hasta el momento. Si en números gana Costa, en sensaciones es Isco quien lleva ventaja. Dos partidos excepcionales del andaluz, el hombre más buscado en ambas citas. Una frecuencia en la acción que no ha disminuido sus excelentes registros. 95 % de acierto en el pase, promedia, poniendo cara al lado bueno de España.