Los anfitriones superaron en una gran segunda parte (3-1) a una Egipto en la que marcó Salah de penalti
19 jun 2018 . Actualizado a las 22:45 h.El fútbol son momentos dice el manual. Que se lo pregunten a Mohamed Salah, el hombre del año del Liverpool eléctrico de Klopp, que después de firmar un curso de ensueño en los reds ha visto cómo la lesión de la Champions, que le sacó de la final a las primeras de cambio, se convirtió en una pesadilla de un mes contra el reloj que solo le sirvió para jugar el segundo partido del Mundial con Egipto, una cita que deja a los africanos casi sin opciones de continuar en un torneo al que había tardado 28 años en regresar. Del triste final de su mejor temporada solo se lleva por el momento un gol de penalti. Por eso lo celebró y besó el suelo. Aunque fuera el 3-1 y no sirviera para nada ante una Rusia superior que tuvo sobre el campo una estrella más reluciente que Mohamed, Artem Dzyuba, un armario de 191 centímetros que desde la posición de nueve destrozó a los faraones.
Cúper jugó al despiste con su estrella en el primer partido, pero tras la derrota ante Uruguay tuvo que tirar de Salah para evitar el desastre. Y el mejor jugador de la Premier del último curso fue el más inspirado de Egipto ante Rusia, pero estuvo lejos de su versión estelar y el colectivo que tenía al lado en absoluto le ayudó.
Pocas noticias hubo de Mohamed en un primer tiempo jugado al galope por momentos. Apenas un contragolpe que enseguida desbarató la zaga rusa. Tan solo enseñó los dientes con un disparo con la pierna izquierda tras girarse desde la frontal.
Como Rusia no concretó sus ocasiones en el primer tiempo, al rey de los parias le quedaba dar un paso adelante tras volver del vestuario. Y aunque todavía está lejos de su nivel por mor de la lesión, Salah apareció mucho más, pero de un modo estéril, porque los anfitriones volvieron al campo acompañados de un torrente de efectividad. Fathy marcó en propia meta casi en la primera jugada, Mario Fernandes y el hispano Cheryshev firmaron una combinación perfecta para que el del Villarreal marcase su tercer gol en dos partidos y a continuación Dzyuba recibía la justa recompensa con un gol de nueve: controlando, superando al marcador y ajustando el disparo.
Con el 3-0, al menos Salah tiró de orgullo. Porfió por un balón en la frontal del área y acabó siendo derribado unos centímetros más adentro. El árbitro señaló la infracción fuera, pero el VAR corrigió la posición y llevó el balón al punto fatídico. El 10 de Egipto cogió el balón y lo envió al fondo de las mallas para aumentar en un gol su cosecha del año y para dejar escrito en letras de oro en la historia balompédica de su país que él marcó en un Mundial. Incluso el 3-1 y sus ganas elevaron el interés de un partido que, en realidad, ya estaba decidido.
Porque en esta ocasión el foco fue para los secundarios. Mientras Salah y Egipto coleccionaban elogios, el mundo del fútbol señalaba a Rusia como un anfitrión sin recorrido. Dos partidos después, la selección de la camiseta retro ya tiene el pasaporte (pendiente de matemáticas) para la ronda de octavos, y uno de sus jugadores más denostados, Dzyuba, ha dejado sin sitio a Smolov y es el nuevo héroe nacional. Hacía dos años que Cherchesov no le llamaba la selección. Decían que por ser torpe con el balón. Pues el tronco estará con toda probabilidad en la siguiente ronda y el hombre del año corre el peligro de verlo por la tele.
-- Ficha técnica:
3 - Rusia: Akinféev; Mario Fernandes, Ignashévich, Kutepov, Zhirkov (Kudriasov, min. 86); Zobnin, Gazinski; Samédov, Golovin, Cheryshev (Kuziaev, min. 74); y Dyuba (Smólov, min. 79). Entrenador: Stanislav Cherchesov.
1 - Egipto: El Shenawy; Fathy, Gabr, Hegazy, Abdelshafy; Elneny, Hamed; Salah, Elsaid (Amr Warda, min. 63), Trezeguet (Ramadan Sobhy, min. 67); y Marwan (Kahraba, min. 81). Entrenador: Héctor Cúper.
Goles: 1-0, M.47: Ahmed Fathy, en propia meta. 2-0, M.59: Cheryshev. 3-0, M. 62: Dzyuba. 3-1, M. 73: Salah, de penalti.
Árbitro: Enrique Cáceres (PAR). Amonestó a Trezeguet (min. 56) y Smolov (min. 84).
Incidencias: Partido de la segunda jornada del Grupo A del Mundial 2018 disputado en el Saint Petersburg Stadium de San Petersburgo ante 64.468 espectadores.