Bélgica presenta su candidatura, con luces y sombras. Luces porque tiene un sistema bien definido, ese 3-4-3 de Roberto Martínez, con una buena adaptación de los futbolistas al sistema y del sistema a los futbolistas. En eso funciona muy bien. Luces porque llega con muchos jugadores a campo contrario, sobre todo con futbolistas determinantes al finalizar. Planta tantos jugadoes ahí que eso le permite tener segundas, terceras opciones, y también aparecer en muchos momentos por improvisación a través de los jugadores de una línea anterior, futbolistas de banda.
Les permite presionar tras pérdida al perder el balón. Les permite poder presionar en intensivo en campo contrario intentando recuperar lo más pronto posible y organizar contraataques rápidos desde ese posicionamiento muy avanzado. Todas esas luces a nivel ofensivo se completan con un trabajo de contraataque bien definido. Cuando recuperan y roban, pueden contraatacar con la velocidad de los jugadores que se mueven bien a los espacios. Además, Lukaku es ese jugador referencia que tiene mucha movilidad y que le va a permitir dejar espacios a Hazard y Mertensa. Es decir, es un bloque ofensivo en campo contrario con mucho peligro.
Para mí las sombras son que el sisetema de Bélgica es excesivamente ofensivo. Puede sufrir cuando no tenga balón, por el chip de sus futbolistas, a los que les va a costar replegar y cambiar de mentalidad, a tener que recuperar la pelota. No va a tener constancia cuando va a pasar momentos sin balón, de los que hay en un Mundial. Ahí le va a costar. Es fácilmente atacable por los costados porque está constantemente desplegado en sus ataques, y eso le dificulta reorganizarse para defender. Los tres centrales ocupan casi todo el ancho del campo y cuando Bélgica tiene que reorganizarse y comprimir por dentro le va a costar. Incluso en ataque en la zona de creación y finalización va a tener problemas porque le cuesta hilar esos pases entre líneas necesarios para distraer y aparecer por sorpresa. En esa zona a veces hubo excesivo pase largo o al pie, sin tener las ideas claras hasta que hay una situación de superioridad numérica generada por un futbolista a nivel individual.
Una Bélgica muy buena con balón y que va a sufrir sin balón. Sacar conclusiones cuando se enfrente con un equipo que le ataque y no esta Panamá más modesta.