Los de Tite abren frente a Suiza un Mundial en el que buscan lavar su imagen
17 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Todo se detuvo en el gol de Óscar, el que a los siete del rival le restaba solo uno. Quedó congelada la fiesta y dieron comienzo cuatro años de luto. Tiempo para transformar aquel Brasil humillado en Belo Horizonte en este que hoy saldrá a buscar venganza frente a Suiza. Solo Marcelo se presume como titular de entre quienes formaron de inicio ante Alemania. Pocos más han superado la criba de Tite, y serán esta noche, en el último turno de la jornada, carne de banquillo en el Rostov Arena, un espectacular estadio recién estrenado para la canarinha. Una pentacampeona que ha intentado rodearse del aura de Corea y Japón, reencarnando en Neymar a Ronaldo, tratando de hacer de su nuevo seleccionador un Scolari. A Tite le avala su éxito en el Corinthians y la fenomenal reacción de un combinado a la deriva que terminó siendo el primero del mundo (anfitrión al margen) en apuntarse al carro de la cita rusa.
Lo hizo además ciñéndose al lema. Exhibiendo el orden de un conjunto equilibrado y un progreso indiscutible frente la abochornada escuadra que pinchó en semifinales del Mundial en casa y la disminuida versión que no superó la fase de grupos de la más reciente Copa América. Hace un año que no conoce la derrota el combinado sudamericano (0-1 contra Perú) y ni siquiera ha encajado gol en lo que va del 2018. Ha vencido con holgura a Rusia y Austria, y superado sufriendo a Alemania y Croacia. Para someter a estos últimos, requirió del concurso de su estrella, todavía renqueante de una lesión convertida en cuestión de estado.
«No está al cien por cien», afirmaba ayer Tite al hablar de Neymar, que saldrá seguro de inicio porque «es un privilegiado físicamente». Formará un trío atractivo junto a Gabriel Jesús y Willian, compartiendo flanco izquierdo con Marcelo y Coutinho.
En la siniestra residirá la gran baza de Brasil para arrancar con el aplomo que de momento le ha faltado al resto de favoritas. Enfrente, un adversario incómodo, la Suiza que fogueó España y que también logrará alistar a uno de sus futbolistas clave recién aquejado de molestias. Xhaka se encargará de poner orden a la espalda de la talentosa segunda línea. Tampoco han perdido los de Petkovic en el año en curso. No se aprecian cenicientas en el grupo E, con Serbia y Costa Rica. La venganza exige un buen arranque de la canarinha.