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Los taxis aéreos del mañana aprenden a volar en Santiago

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago SANTIAGO

TECNOLOGÍA

XOAN A. SOLER

El proyecto Amu-Led de la UE prueba en Galicia los sistemas de navegación y seguridad de los drones que en el futuro sobrevolarán las ciudades

29 sep 2022 . Actualizado a las 09:32 h.

Santiago es hoy el embrión de una ciudad de vehículos voladores, «el sueño de muchos niños», dijo el presidente de Ineco, Sergio Vázquez Torrón, en una inevitable referencia al componente de ciencia ficción del proyecto Amu-Led, que sigue siendo ciencia, pero pronto dejará de ser fantasía.

La iniciativa de la Unión Europea, en la que participan 17 empresas del continente, Estados Unidos y China, tiene el objetivo de demostrar la viabilidad de la movilidad aérea urbana y de la integración de los drones con la aviación tripulada y otros vehículos, explicó Pablo Menéndez-Ponte Alonso, responsable del proyecto por parte de NTT Data.

Las pruebas de vuelo real que estos días se desarrollarán en Santiago (el tiempo impidió que volarán hoy) servirán para avanzar en la arquitectura del futuro espacio aéreo urbano y en la gestión de aerovías, que permitan el vuelo seguro de vehículos de distinto tipo. Se empleará un sistema de gestión desarrollado por NTT Data y el Instituto Tecnológico de Galicia (ITG). Las simulaciones del programa, explicó Menéndez-Ponte, están pensadas para escenarios de mucho tráfico aéreo no tripulado, el que probablemente se dará en las urbes del futuro.

Analía López, directora de la división de vehículos no tripulados del ITG, explicó que el desarrollo de la movilidad aérea requerirá nuevas infraestructuras, como los llamados vertipuertos, desde los que despegarán y aterrizarán los drones. López presentó además a la estrella de las pruebas, un aerotaxi de dos plazas con capacidad para transportar más de 250 kilos a unos 40 kilómetros de distancia.

El aparato, blanco y azul, recuerda a un helicóptero por su cabina redondeada de amplias ventanas y por los patines de aterrizaje, pero no cuenta con dos hélices, sino con ocho rotores dobles, desplegados a su alrededor como las patas de un pulpo.

Pese al parecido ya que también despega en vertical, tiene muchas ventajas frente al helicóptero, explicó López. No necesita piloto y sus sistemas automatizados lo hacen más seguro al evitar el error humano. Es mucho más silencioso, ya que sus rotores se diseñaron pensando en el uso urbano. Es más ecológico, porque cuenta con motor eléctrico. Y es más económico, tanto su construcción como su mantenimiento. El bajo coste será clave para democratizar la nueva movilidad aérea.

El primero en subir al aerotaxi, aunque sin echar a volar, fue el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, que pudo comprobar su funcionamiento mediante realidad virtual. El regidor destacó dos aspectos de la nueva movilidad aérea. Por un lado ayudará a mejorar las ciudades, reduciendo la contaminación, los atascos y los accidentes. Por otro lado abrirá un nuevo mercado de empleo y actividad para los jóvenes. Bugallo destacó la velocidad del cambio tecnológico y, aunque se mostró comprensivo ante las «reacciones defensivas» que pueda suscitar, subrayó que es «inevitable», por lo que llamó a «adelantarse» porque «los que vayan primero tendrán más posibilidades».

También subió al aparato Patricia Argerey, responsable de la Axencia Galega Innovación, quien destacó que la comunidad está a la «vanguardia» del sector y debe seguir estándolo en el futuro. Argerey destacó las múltiples utilidades de la movilidad aérea, tanto en el transporte de mercancías y de personas como para exploraciones científicas, mantenimiento de infraestructuras u operaciones de seguridad. A la presentación asistieron representantes de distintos cuerpos de seguridad, desde la Guardia Civil a los Mossos de Escuadra.

Antes, el director del ITG, Carlos Calvo Orosa, explicó que las pruebas que se desarrollarán en Santiago tendrán aplicación práctica de forma inminente, con el desarrollo final de nuevas tecnologías ya maduras, aunque estén en la frontera del conocimiento, que añadirán valor al tejido económico al tiempo que mejoran la vida urbana. 

Esa ciudad de los vehículos voladores de la que habló Sánchez Torrón se empezará a materializar en los vuelos de prueba que se harán desde ocho localizaciones de la Cidade da Cultura y otras repartidas por el campus de la USC, el hospital de Conxo y el aeropuerto de Lavacolla. El presidente de Ineco coincidió con los demás oradores en que se abre un tiempo nuevo, pero subrayó que no se deben repetir los errores que se cometieron con el vehículo privado, que terminó por invadir las ciudades. Se trata de que el sueño de niños al que se refirió no acabe convirtiéndose en la Metrópolis de Fritz Lang, llena de ingenios volantes, pero casi nada humana; o en en ese Los Ángeles que Ridley Scott mostró en Blade Runner, distópico pese a sus aerotaxis.