Duelo de Samsung Galaxy: Z Fold7 frente a S25 Ultra, ¿cuál es mejor?

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Probamos los dos buques insignia del mayor fabricante de smartphones del mundo. El plegable sobresale en multitarea y cerrado es casi tan delgado como su competidor, mientras que el S25 Ultra se impone en capacidad fotográfica y autonomía.

11 sep 2025 . Actualizado a las 20:28 h.

A un lado, el Galaxy Z Fold7, el plegable más delgado y ligero jamás fabricado por la marca coreana. Al otro, el Galaxy S25 Ultra, el buque insignia tradicional de Samsung, conocido por su potencia y capacidades fotográficas, además de incorporar el lápiz digital S Pen. Dos conceptos de smartphone diferentes llevados a su máxima expresión, lanzados con solo cinco meses de diferencia y con precios que parten de 1.500 euros hasta más de 2.400.

El Galaxy Z Fold7 mide apenas 8,9 mm plegado y solo 4,2 mm abierto, una proeza en ingenierí­a de dispositivos plegables. Claro que eso es sin contar con la plataforma que aloja el sistema de cámaras principal, que sobresale y mucho en la parte posterior, pero esto es algo común en todos los smartphones de gama alta: si quieres buenas capacidades fotográficas necesitas unos objetivos de altura y esto ocupa espacio. Así que cuando lo colocamos sobre la mesa el móvil baila notablemente, mucho más que el Galaxy S25 Ultra. Solución, dejarlo con la pantalla exterior hacia abajo o colocarle una funda que enrase la parte trasera, aunque esto significa añadir grosor y peso a todo el conjunto.

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Los 215 gramos del Fold7 lo hacen un poco más ligero que el S25 Ultra (218 gramos). En ambos casos la construcción es increíblemente buena y sólida, de lo mejor que hay en el mercado, con unos acabados sobrios y suaves y un formato de líneas rectas que favorece el agarre. No obstante, en el caso del plegable, los bordes planos no ayudan a la hora de abrirlo rápidamente. Por otra parte, mientras que el S25 Ultra tiene unos marcos muy estrechos, en el Fold7 son mucho más visibles, tanto en la pantalla exterior como en la interior. Cuenta con un avanzado sistema de bisagra Armor FlexHinge y utiliza materiales de protección ultraduraderos como el cristal Gorilla Glass Ceramic 2 y armazón Advanced Armor.

La experiencia visual del Fold7 es sobresaliente. Su pantalla interior plegable alcanza las 8 pulgadas, es de tipo Dynamic LTPO AMOLED 2X, con resolución QXGA+ y refresco adaptativo hasta 120 Hz. El panel exterior, por su parte, se puede usar con una sola mano (el móvil es más estrecho que el S25), y tiene una diagonal de 6,5 pulgadas con resolución FHD+ y la misma tecnología de refresco. La versatilidad de la doble pantalla es muy superior a la de los plegables tipo concha. Podemos operar exclusivamente con la externa, para todas las actividades del día a día, y desplegar la interior cuando queremos trabajar con tres aplicaciones abiertas a la vez, o ver una película y que los subtítulos no se sobreimpresionen a la imagen, sino en el espacio que queda debajo. Navegación web horizontal en un espacio que es el doble de una pantalla tradicional o ver Google Maps casi como si tuviéramos un gran mapa físico desplegado son otras de las opciones que permite este móvil plegable.

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En el interior, Fold7 monta el potente Snapdragon 8 Elite for Galaxy, partiendo de 12 GB de RAM y hasta 16 GB en la versión de 1 TB de almacenamiento. Es un chip tope de gama de Qualcomm y garantiza una fluidez y una capacidad de proceso sobresalientes, algo cada vez más importante cuando los smartphones incorporan cada vez más funciones de inteligencia artificial.

La cámara principal de 200 MP con apertura f/1.7, además de una ultra gran angular de 12 MP y un teleobjetivo de 10 MP con zum óptico 3x, incorpora el mismo sensor de alta resolución que emplea el S25 Ultra. Su motor de procesamiento ProVisual Engine y la plataforma Galaxy AI permiten funciones como eliminación de objetos con un toque y edición de vídeo con IA generativa, todo potenciado por Gemini Live.

Sin embargo, el precio y autonomía del Fold7 son áreas en las que se muestra más limitado. Parte desde aproximadamente 2.109 euros, más que su antecesor y considerablemente superior al S25 Ultra. En pruebas reales, su batería dual de 4.400 mAh alcanzó 10 horas y 55 minutos en consumo continuo, frente a las 17 horas y 14 minutos del S25 Ultra. Además, su carga rápida de 25 W lo deja por detrás de las capacidades de su hermano.

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El Galaxy S25 Ultra, presentado oficialmente en enero de este año, mantiene una estética refinada con estructura de titanio, cristal Gorilla Armor 2, certificación IP68, soporte para S Pen y una pantalla Dynamic LTPO AMOLED de 6,9 pulgadas QHD+ con refresco de hasta 120 Hz y alto brillo de 2.600 nits.

En su interior también equipa el Snapdragon 8 Elite, acompañado de 12 GB de RAM, con opción de 16 GB en ciertos mercados y hasta 1 TB de almacenamiento. Su batería, más generosa, alcanza los 5.000 mAh y se beneficia de carga rápida de 45 W (65 % en 30 minutos), carga inalámbrica Qi2 de 15 W y carga inversa (puede alimentar otros dispositivos).

Fotográficamente, exhibe un sistema de cuatro cámaras: sensor principal de 200 MP, ultra gran angular de 50 MP, teleobjetivo periscópico de 50 MP con zum óptico ×5 y otro telefoto de 10 MP con zum ×3, lo que amplía considerablemente las capacidades creativas frente al Fold7. A nivel de software, integra funciones avanzadas de Galaxy AI como Audio Eraser, Virtual Aperture y filtros adaptativos, junto a una disipación térmica mejorada gracias a una cámara de vapor un 40 % mayor.

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En definitiva, el Galaxy Z Fold7 representa la vanguardia plegable: un diseño radicalmente compacto y ambicioso, con pantalla dual, potencia de altura y funcionalidades creativas enriquecidas por IA. Es para usuarios que buscan innovación en formato y experiencia visual, dispuestos a sacrificar autonomía y desembolsar más por una propuesta disruptiva.

El Galaxy S25 Ultra, por su parte, sigue siendo la gran referencia de la gama alta tradicional: excelente batería, rendimiento sostenido, cámara más versátil, robustez y productividad (SPen, DeX), además de una IA ya muy madura. Es ideal para quienes valoran potencia, duración y polivalencia, sin renunciar a lo último en software e imagen.

Ambos modelos comparten un potente ADN: el Snapdragon 8 Elite como motor común, el compromiso de 7 años de actualizaciones y un enfoque estratégico en integrar inteligencia artificial en el corazón de la experiencia móvil. La elección entre ellos dependerá del valor que cada usuario le otorgue al factor forma, contra duración y precio. Mientras el Fold7 invita a experimentar el futuro de los teléfonos, el S25 Ultra confirma que el presente sigue siendo espectacularmente potente y completo. ¿Con cuál me quedo yo? Si pudiera, con el plegable. Una vez que has probado la versatilidad de este tipo de dispositivos ya no quieres volver atrás. Cuando empezaron a salir al mercado, hace cinco años, el grosor del teléfono cuando está cerrado tiraba un poco para atrás (daba un poco sensación de ladrillo), pero actualmente ya son casi tan delgados como un móvil tradicional. Y probablemente la decisión de Samsung de que el Fold7 no sea compatible con el lápiz digital SPen (una decisión cuestionable porque precisamente el tamaño de su pantalla desplegada permitía dibujar como en una hoja de papel), como sí ocurría con versiones anteriores, responde al temor de que este canibalice parte de las ventas del S25 Ultra.