Más de la mitad de los profesores de España reconocen haber presenciado bullying, pero pocas víctimas se atreven a denunciarlo. Con el SaveWatch+ las familias cuentan con herramientas para constatar la situación y proteger a los menores
16 sep 2024 . Actualizado a las 12:10 h.Jorge Álvarez estaba un día paseando con su hija pequeña y la perdió de vista un minuto. Fue en ese mismo instante cuando nació Save Family, una compañía centrada en los relojes con GPS que hoy es también una herramienta contra el acoso escolar. Según el quinto informe de prevención del acoso escolar en centros educativos realizado por la Fundación Mutua Madrileña y ANAR, el 53,9 % del profesorado en España ha sido testigo de algún caso de acoso escolar o de ciberbullying. Además, prácticamente uno de cada cuatro escolares consideran que algún compañero de su clase es víctima de bullying. Su aspecto físico y lo que hace o dice son los motivos más comunes para meterse con la víctima y los insultos, motes o burlas las formas de acoso más repetidas en los centros educativos.
Según este estudio, el centro escolar se mantiene como el principal escenario donde se produce el acoso escolar. No obstante, en los últimos años, se ha registrado un aumento tanto en el acoso dentro del ámbito educativo como a través de uso de las nuevas tecnologías. En estos casos, el 90,8 % del alumnado señala que los acosadores son compañeros conocidos del centro escolar. Las plataformas más utilizadas para ejercer ciberbullying son actualmente WhatsApp (70,2 %), Instagram (49,6 %) y TikTok (38,5 %).
Aunque el SaveWatch+ nació como un modo de ayudar a las familias a evitar momentos angustiosos como lo es perder a un niño o una niña de vista aunque sea solo durante unos minutos gracias a la localización GPS, este dispositivo acabó evolucionando con bastante rapidez y ya se ha convertido en una herramienta de cuidado y también en un modo de cerciorarse de si se está produciendo una situación de acoso escolar, especialmente en aquellos casos en los que haya indicios de que se está dando el bullying (como marcas, rasguños o cambios relevantes en la actitud del estudiante) pero el menor no se sienta cómodo con el entorno para compartir lo que está ocurriendo.
Una de las funcionalidades del SaveWatch+ permite lanzar una llamada al reloj y de este modo escuchar lo que está ocurriendo alrededor del menor. No es el niño o la niña la que llama, sino que los padres o tutores, a través de la aplicación del SaveWatch+, pueden lanzar un aviso al reloj, que a su vez lanza una llamada a los padres, que pueden escuchar entonces si el pequeño está siendo increpado, por ejemplo.
Los audios y las imágenes que capta el reloj no se almacenan, pero según explican desde la empresa, ya ha habido casos «en los que familias han podido identificar situaciones de abusos gracias a nuestros relojes».
Esta funcionalidad, explica Virginia Alonso, responsable de comunicación de SaveFamily, se ha incorporado al reloj tras escuchar las necesidades de las familias y de este modo proponer soluciones. «Escuchamos a los padres y a las madres y las necesidades que tienen, decidimos desarrollar esta funcionalidad antibullying, que al final no deja de ser un poco más de protección para que el niño esté más tranquilo y para que los padres, en un momento dado, sepan lo que está ocurriendo», explica.
No es la única funcionalidad de protección que tiene el reloj, que permite al menor también llamar hasta a tres contactos si se siente incómodo o en peligro. A través de un botón SOS hace que, si se pulsa durante cinco segundos, el reloj llame primero a uno de los contactos elegidos. Si no contesta, pasa al siguiente contacto, y si tampoco responde, al siguiente. En el caso de que ninguno de los tres coja el teléfono, se siguen repitiendo las llamadas hasta que alguno de ellos descuelga.
Además, este reloj no da ninguna señal ni muestra de estar funcionando en remoto, lo que evita que pueda dejar al menor en evidencia ante los posibles acosadores, explican desde la empresa.
Este botón SOS, disponible desde la creación de SaveWatch+, está asociado a lo que Virginia Alonso define como una agenda anti-spam: el reloj no permite a los menores llamar a quienes ellos quieran, sino que se preasignan, por ejemplo, 15 números a los que les está permitido llamar. De entre esos números autorizados por la familia, se escogen los tres que estarán vinculados al botón SOS con el que cuenta el reloj.
Además, en esa comunicación con las familias, la empresa también ha añadido funcionalidades que no están directamente relacionadas con el acoso escolar, pero sí con medidas para proteger a los menores. El reloj incluye por ejemplo WhatsApp, lo que permite a los niños y niñas comunicarse con su familia y sus amigos a través de aplicaciones de mensajería instantánea sin los peligros de que manejen todas las aplicaciones con las que cuenta un smartphone y sin que puedan acceder por ejemplo a navegadores de internet.
« Al final es protegerles de páginas que tienen contenido sexual, páginas que tienen contenido que no es apropiado para ellos», explica Virginia Alonso. Precisamente, la estadística muestra que la edad de primer contacto con el contenido pornográfico se sitúa ya en los 8 años. «Así se van introduciendo poco a poco en las tecnologías y se les puede ir educando en ellas, porque son ya una parte importante de la educación», remarca la responsable de comunicación de SaveFamily.
El SaveWatch+ nació como un reloj GPS para evitar que los pequeños se perdiesen y rápidamente se convirtió en un sustituto del teléfono móvil para los más pequeños. A través de la app que se asocia al dispositivo, los padres están informados en todo momento de lo que ocurre o no con el reloj inteligente.
Pero el uso de los teléfonos móviles está cada vez más restringido en el ámbito escolar, y de hecho Galicia arrancó este año su protocolo que prohíbe su utilización en horario lectivo. Para cumplir con las normas en el colegio y para evitar también distracciones innecesarias, el reloj SaveWatch+ tiene también un modo colegio, en el que todas las funcionalidades que puede manejar el niño o la niña se desactivan y se convierte en un reloj que solo da la hora.
Frente a un caso de acoso escolar, la Fundación ANAR anima a denunciarlo y no justificarlo ni normalizarlo, alentando a pedir ayuda, ya sea como víctima o testigo. En el hogar, las familias desempeñan un papel crucial en la educación de sus hijos e hijas sobre el respeto hacia los demás, promoviendo la empatía y la solidaridad. Es fundamental crear un ambiente de confianza y comunicación en casa, así como fortalecer la autoestima de los más pequeños, remarcan desde SaveFamily.
En Galicia, el plan integral contra el acoso y el ciberacoso escolar 2023-2025 incluye la creación en cada centro de puntos naranjas para denunciar los casos de bullying de los que se sea víctima o testigo. Estos puntos funcionan tanto de manera presencial como virtual como un buzón a través de la cual el alumnado podrá comunicar o denunciar, desde una posición totalmente anónima, posibles situaciones de acoso o ciberacoso que sufran o perciban en terceros.
El plan también incluye un refuerzo en la formación del profesorado para que puedan identificar e intervenir adecuadamente en este tipo de situaciones y, al mismo tiempo, se da especial relevancia al papel de las familias para prevenir y eliminar el acoso y el ciberacoso escolar. El plan prevé la creación de un canal digital para las familias que incluya información, contenidos formativos y materiales que ayuden a la detección temprana de conductas de acoso. Es decir, el objetivo es que las familias también dispongan de herramientas que las ayuden a identificar cambios en sus hijos que puedan derivar de esas situaciones.
El último informe de Unicef Galicia mostraba que uno de cada tres adolescentes gallegos sufre acoso escolar y que apenas el 3,5 % se atreve a denunciar la situación, un porcentaje que cae a la mitad cuando el bullying se da a través de las redes sociales, un lugar donde, según las cifras de la organización, el acoso parece estar creciendo y lo más preocupante, muchas veces no se detecta como tal: más de la mitad de los acosados reconoce haber tenido conductas de acosador y que a menudo no se reconocen como tal.