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Roomba Combo J7+, el robot «descapotable»

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iRobot desarrolla una mopa retráctil que se eleva cuando encuentra alfombras y moquetas para que no se mojen. Aspira y friega a la vez, reduciendo el tiempo de trabajo, su sistema de navegación reconoce más de 80 objetos y cuenta con el estándar de ciberseguridad más avanzado.

30 mar 2023 . Actualizado a las 22:20 h.

Cuando una compañía tecnológica lidera el mercado con uno de sus productos, lo difícil es seguir haciéndolo año tras año. Y, sobre todo, seguir innovando y mejorando ese dispositivo de forma que continúe por delante de sus competidores. Es lo que hizo Apple con su iPhone y también lo que ha conseguido iRobot con Roomba: ambos revolucionaron en su día el sector de la telefonía móvil y la limpieza doméstica, respectivamente, y continúan sorprendiendo con cada nuevo modelo que presentan.

En el caso de la tecnología de limpieza, uno de los avances en los últimos años han sido los robots friegasuelos. La propia iRobot cuenta con el Braava jet m6, con conexión wifi, pulverizador de chorro a presión, mapeo inteligente de superficies e integración con el asistente de voz. En RED ya tuvimos ocasión de testarlo y probar su coordinación con Roomba; cuando uno terminaba de aspirar, el otro entraba en acción. Y, al igual que ocurre con algunos ordenadores portátiles, hay también aparatos convertibles 2 en 1 que friegan y aspiran, aunque los resultados no son todo lo buenos que cabría esperar y además no son capaces de hacer las dos cosas a la vez.

La Roomba Combo J7+ se distingue precisamente porque aspira y friega en un solo ciclo de trabajo, ahorrando tiempo y manteniendo los suelos limpios y brillantes. Esta funcionalidad es posible gracias a un paño que se eleva sobre la parte superior del robot cuando este se encuentra con alfombras y moquetas (no hay ningún otro en el mercado que lo haga), evitando así que se mojen. Diseñado para hogares que requieren una limpieza profunda en los que se alternan alfombras, moquetas y suelos duros, incorpora además la última actualización de iRobot OS 5.0, el sistema operativo que dota de inteligencia a las máquinas de la firma estadounidense, por lo que es sin género de dudas el robot aspirador y friegasuelos más avanzado del mundo.

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El unboxing es rápido y sencillo, con un embalaje ecológico que utiliza predominantemente cartón, aunque también hay una bandeja de plástico duro sobre la que reposa el robot. La estación de vaciado automático Clean Base, idéntica a la de la Roomba J7+, viene ya con una bolsa preparada para el aspirado automático de los residuos (puede acumular la suciedad de hasta dos meses) y otra de repuesto en el compartimento que hay cuando abrimos la tapa. Así que basta con enchufarla y colocar a Roomba sobre ella para iniciar el proceso de configuración. Como accesorios se incluyen un filtro, un cepillo de esquinas y bordes adicional (el otro ya viene instalado de fábrica), una solución de limpieza y dos mopas, además de las correspondientes instrucciones en varios idiomas, incluido el español, y la hoja de garantía.

El paño de limpieza tiene un ingenioso sistema para colocarlo sin que quede torcido o fuera de sitio: una pieza semirrígida el centro permite deslizarlo sobre unas guías del robot para que quede fijo, y luego basta con extender sus laterales que se sujetan mediante tiras de velcro. A continuación rellenamos el depósito de agua y añadimos un cuarto de la botellita con la solución limpiadora de iRobot. Se trata de un concentrado específico para suelos sellados, aunque el fabricante incluye en su web un listado de productos compatibles, que nunca deben contener lejía. Si adquirimos el repuesto estándar de la marca, bastará con añadir tres tapones al tanque de agua.

El robot detecta cuándo el paño está colocado y el depósito de líquido lleno, y en ese momento pasa al modo de fregado automáticamente. Mientras en otros 2 en 1 hay que poner el trapo manualmente después de haber aspirado, lo que obliga a estar pendientes y hace perder tiempo, Roomba está conectado y listo para trabajar desde el primer momento.

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Otra diferencia es que Roomba Combo j7+ aspira primero las alfombras y moquetas, y luego aspira y friega los suelos duros en una pasada. Gracias sus sensores es capaz de detectar varios tipos de superficies, y cuando se acerca a las alfombras y moquetas la visera articulada se eleva y el paño de fregado sube a la parte superior del robot (como si fuera un descapotable que eleva su techo), evitando así que se moje la alfombra. Este mecanismo ha sido especialmente desarrollado teniendo en cuenta lo que ocurre con otros robots, que levantan el paño solamente unos milímetros y que acaban empapando tapetes y esteras. En el caso de Roomba, la mopa se eleva de forma automática hasta arriba gracias a dos brazos metálicos, separándose completamente de las alfombras.

«Hasta ahora, la mayoría de los robots aspiradores y friegasuelos proporcionaban una experiencia limitada al usuario, porque requerían realizar sus funciones por separado, implicaba más tiempo de trabajo al realizar diferentes ciclos de limpieza y podía ocasionar un desastre al no elevar lo suficiente el paño de fregado. Roomba Combo j7+ resuelve de forma única estos dos retos», explica Keith Hartsfield, director de producto de iRobot.

Una cámara con iluminación permanente, sensores de seguimiento de paredes, suelo y desnivel, junto con el software de iRobot, conforman el sistema de Navegación PrecisionVision, gracias al cual los usuarios no tienen que preocuparse de ordenar antes de que la limpieza comience. El robot reconoce más de 80 objetos comunes, lo que le permite limpiar lugares específicos con una orden concreta. Por ejemplo, podemos decirle que se centre en los alrededores de las cajas de arena para gatos, inodoros o lavavajillas, entre otras zonas donde es posible que haya más manchas o restos de suciedad. Esta tecnología también permite que Roomba detecte y evite obstáculos habituales en cualquier hogar, como pueden ser cables, ropa, toallas, zapatos, calcetines, mochilas, cuencos o juguetes de mascotas, e incluso los «imprevistos sólidos» de las mismas.

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El robot se puede conectar con el asistente de voz (Alexa, Google Assistant o Siri) para pedirle que limpie habitaciones específicas o alrededor y debajo de determinados objetos que tengamos en casa, y lo hace al instante. Entiende aproximadamente 600 comandos de voz y en el caso concreto de los dispositivos de Apple los usuarios pueden crear atajos de Siri y guardar espacios favoritos desde la aplicación iRobot Home. Por ejemplo, si decimos «Oye Siri, limpia después de la cena», Roomba se dirigirá a las habitaciones que hayamos designado como favoritas para realizar la tarea asignada.

Esta capacidad de aprendizaje es posible gracias a iRobot OS 5 Home Intelligence, un sistema operativo avanzado y personalizable que la compañía actualiza continuamente para introducir nuevas funciones y experiencias digitales que mejoran las posibilidades y el control de sus robots. Esta es una de las claves que permiten un desplazamiento fluido del aparato, independientemente de lo que haya en el suelo, y que lo hacen especialmente útil en aquellos hogares en los que hay mascotas, o niños que dejan juguetes tirados.

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Entre las nuevas funciones de iRobot OS 5 figura la posibilidad de omitir una habitación durante un trabajo de limpieza en curso, para evitar interrupciones no deseadas (por ejemplo, si estamos trabajando o en una reunión de videoconferencia) o por cualquier otro imprevisto. Si pulsamos el botón Saltar en la aplicación iRobot Home o utilizamos la voz, el robot se saltará la estancia o zona que esté limpiando en ese momento y pasará a la siguiente. La app también permite personalizar los trabajos de limpieza eligiendo qué habitaciones deben ser aspiradas y fregadas o solo aspiradas, y ajustando la cantidad de producto de limpieza que queremos que dispense el friegasuelos.

«iRobot OS proporciona la inteligencia que impulsa a nuestros robots. Da vida a productos domésticos que actúan y piensan por sí mismos y que respetan, conectan y entienden el hogar y el estilo de vida del usuario, ayudando a nuestros robots a convertirse en un aliado valioso y de confianza en el hogar», señala Colin Angle, presidente y director general de iRobot.

El control por voz o a través de la app simplifica el diseño del robot, que cuenta con un único botón en su parte superior. Alrededor de él hay un anillo luminoso que se enciende o parpadea en blanco, azul o rojo para indicar que está en proceso de carga, buscando la base, que ha encontrado un área de especial suciedad o que el tanque de agua necesita ser vaciado. Cuando Roomba regresa a la estación, los residuos pasan a la bolsa hermética que hay en su interior y que no necesita ser sustituida durante 60 días. La ubicación de la Clean Base solo requiere que haya una buena cobertura wifi y dejar 50 centímetros libres a cada lado y 1,2 metros por delante, para que el robot pueda encontrar el camino a casa sin problemas. Roomba Combo j7+ incluye la estación de autovaciado y cuesta 999 euros, mientras que si solo queremos el robot (Roomba Combo j7) el precio es de 799 euros.

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Un detalle que mucha gente pasa por alto es el correcto mantenimiento de este tipo de aparatos. No es algo que haya que hacer a menudo, pero sí de vez en cuando, para que su operatividad no se vea comprometida. Los paños de fregado pueden lavarse a mano con agua tibia o a máquina (en agua templada y secando al aire, nunca en secadora). El filtro se limpia retirándolo y dándole unos golpecitos contra el cubo de basura, y conviene cambiarlo cada dos meses. Se debe vigilar los contactos de carga y los sensores de depósito lleno, además de la ventana de la cámara. Y retirar pelos y residuos que hayan podido quedar adheridos a los cepillos multisuperficie, el de esquinas y bordes o la rueda pivotante delantera. Afortunadamente, todas las piezas cuentan con mecanismos de liberación perfectamente ajustados y fáciles de manipular, lo que permite extraerlos y volver a colocarlos en su sitio sin problemas.

El futuro del hogar no es una «novela» de espías

Los productos y el sistema operativo de iRobot están respaldados por el compromiso de la empresa con la privacidad y la seguridad de los datos de los clientes. Dado que cada vez hay más dispositivos con cámaras en el hogar, mucha gente teme que las imágenes que recogen pueden hackeadas por terceros y utilizadas con fines maliciosos. Pero la realidad es que todos los datos se mantienen seguros de principio a fin, incorporando para ello múltiples capas de protección en torno a los robots, la nube y la aplicación de la empresa. Los usuarios, además, pueden actualizar su configuración en la aplicación en cualquier momento, lo que les permite determinar a qué información puede acceder iRobot.

La firma con sede en Burlington (Massachusetts, EE.UU.) ha obtenido el sello de privacidad certificado TRUSTe, reconocido a nivel mundial, y también es la primera compañía de robots de consumo en conseguir la marca de ciberseguridad TÜV SÜD, un marco estricto que va más allá del estándar del sector, para Roomba j7/j7+. Colin Angle lo tiene claro: «Sabemos que los clientes nos reciben en sus casas porque confían en que nuestros productos les ayudarán a hacer más cosas y en que respetaremos su información. Nos tomamos muy en serio esa confianza». La marca que hace veinte años (2002) creó la categoría de robots de limpieza doméstica sigue explorando cómo será el futuro del hogar.