Este portátil para «gaming» cuenta con una pantalla 16 pulgadas, gráfica Nvidia GeForce RTX 3080 y un rendimiento térmico y proceso que permiten mover los juegos triple A más exigentes. Incluye tres meses de Game Pass.
21 jun 2022 . Actualizado a las 21:54 h.Los portátiles para gaming son cada vez más demandados, ya que muchos usuarios no quieren atarse a una torre y prefieren la versatilidad de poder llevarse el equipo con ellos y jugar en cualquier lado o durante un viaje, por ejemplo. Los antaño pesados y limitados portátiles han dado paso a una nueva generación que en el caso de Lenovo, primer fabricante del mundo de ordenadores, está representada en la gama Legion. La compañía china lleva ya siete años ofreciendo experiencias de gaming potentes e inmersivas que aúnan hardware, software y servicios de soporte. A mediados del 2021 presentó el nuevo Legion 7 y ahora hemos podido ponerlo a prueba con uno de los títulos más exigentes del sector, Forza Horizon 5. Y el resultado ha sido espectacular.
El Legion 7 impresiona ya desde que sale de la caja, envuelto en una suave funda que protege su acabado de aluminio. El sólido como una roca, algo que se aprecia fácilmente: da igual donde presionemos, en la cubierta, en el teclado o en el touchpad, la carcasa no se hunde y nos permite manejarlo con la seguridad de que se trata de un equipo a prueba de golpes, aunque obviamente no vamos a maltratarlo. Pesa 2,5 kilos, está claro que no es un ultraportátil, pero tampoco tiene nada que ver lo que lleva dentro con un equipo normal.
Empezando por la pantalla de 16 pulgadas, la primera QHD del mundo para portátiles de gaming con formato 16:10 y actualización de hasta 165 Hz. El panel tiene tecnología IPS, con una resolución de 2.560 x 1.600 píxeles, 500 nits de brillo, tiempo de respuesta de 3 milisegundos, muestra el 100 % del espectro sRGB, y es compatible con Dolby Vision y NVIDIA G-SYNC. Además cuenta con la certificación TÜV de bajas emisiones de luz azul, para cuidar la salud visual.
Sujeta por dos fuertes bisagras a la base del portátil, la pantalla dispone de unos marcos muy estrechos y tiene la particularidad de que está «retranqueada», de forma que por detrás queda una superficie plana que le da estabilidad cuando la abrimos 180 grados. En la parte superior tiene un resalte para alojar la cámara web HD integrada (720 p). Los juegos se ven muy bien en este panel y el formato hace que tengamos una mejor experiencia a tamaño completo que con el tradicional 16:9 (también se aprovecha más a la hora de trabajar con aplicaciones y navegación web).
El teclado, con iluminación RGB, ofrece buenas sensaciones, con una profundidad de la pulsación perfectamente diseñada para que las teclas no sobresalgan pero tengamos recorrido a la hora de aplicar los golpes. Esto nos va a dar precisión para atacar a los enemigos y una velocidad de gatillo superior. El touchpad no está centrado, pero tiene un tamaño generoso, mientras que el botón de arranque está exento en la parte de arriba e integra un sensor de huella dactilar.
La carcasa cuenta con unas amplias rejillas de ventilación laterales y traseras, además de en la base, y una línea RGB recorre todo el frontal. En las tripas de este Legion 7 encontramos procesadores Intel Core i9 de 11.ª generación o AMD Ryzen 9 5900H, que es el que montaba nuestra unidad de prueba. El rendimiento está asegurado, y los ventiladores actúan cuando es necesario para refrigerar el sistema. Se calienta bastante cuando le exigimos al máximo, pero ello no impide seguir jugando con el equipo sobre nuestras rodillas.
El sistema térmico consiste en un sistema de admisión inteligente, con ventilador dual turboalimentado, salidas de admisión térmica debajo de los interruptores del teclado para un mayor flujo de aire y un sistema de escape de cuatro canales con aletas mejoradas y disipadores de calor. Estos componentes se unen a un nuevo modo inteligente que propulsa el rendimiento de los títulos de eSports más exigentes mediante inteligencia artificial para que no haya caídas ni sacudidas en la resolución. El usuario puede controlar la velocidad y el voltaje del ventilador con Q Control 4.0 y optar por jugar a toda máquina o prolongar la autonomía de la batería. Esta ofrece hasta 8 horas, aunque lógicamente va a depender de la luminosidad de la pantalla y de los requerimientos gráficos y de proceso de lo que estemos ejecutando.
La gráfica se confía a una tarjeta NVIDIA GeForce RTX 3080, diseñada para jugadores y creadores, con GDDR6 de 16 GB, frecuencia máxima de reloj de 1,560 MHz y potencia máxima de 165 W. Las carreras de Forza Horizon se muestran fluidas y con una respuesta inmediata con el mando conectado por USB-C Thunderbolt 4, y las vistas 3D de los coches lucen a todo detalle en la pantalla del portátil de Lenovo. A la experiencia contribuye un sonido con dos altavoces de 2 W y amplificador inteligente.
A nivel de conectividad tenemos, en el lateral izquierdo, el citado Thunderbolt 4 y una toma combinada para auriculares y micrófono; en el derecho un USB-C 3.2 de 1.ª generación y un botón de obturador electrónico para la cámara; y por detrás, en la parte trasera, tres USB-A 3.2 de 1.ª generación, otro USB-C Thunderbolt 4, una entrada HDMI 2.1, el RJ45 (Ethernet) y la entrada de alimentación. Esta última es propietaria, por lo que solo vale para en potente cargador de 230 W incluido, que a pesar de todo es plano y compacto. Pero podemos cargar también el equipo a través de los USB-C, a menor velocidad. La conexión de red es WiFi 6 y cuenta además con Bluetooth 5.1.
El Lenovo Legion 7 está disponible desde 1.699 euros y puede montar 32 GB de RAM y hasta 2 TB de almacenamiento SSD. Los gamers están de suerte, porque con compra se incluyen tres meses de Xbox Game Pass (EA Play incluido), con el que disfrutar de más de un centenar de juegos, ya sean en la nube o descargados en el PC. Entre ellos, el Forza Horizon 5.