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El dueño de la electrolinera pide disculpas: «Se hacen pocas recargas y fue un error humano»

Iago García
Iago García REDACCIÓN | LA VOZ

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La familia Fuertes intentó recargar sus Tesla en la electrolinera Galp de Lapido (Ames) el pasado fin de semana
La familia Fuertes intentó recargar sus Tesla en la electrolinera Galp de Lapido (Ames) el pasado fin de semana ANGEL MANSO

El caso de la familia Fuertes, cuya recarga en una gasolinera podría haber superado los 40.000 euros se hizo viral. Pone de relevancia la exigua red de electrolineras de Galicia, aunque la estación de servicio en la que pasó es, pese al error de cálculo, un referente

16 oct 2018 . Actualizado a las 15:12 h.

«Si llego a cargar los dos coches, al precio que pretendían... ¿qué hacemos, cargo los dos y les regalo uno?», cuenta por teléfono Alan Fuertes. Hablamos con él un día después de que el artículo de Javier Armesto, que contaba su frustrado intento de cargar sus vehículos en una electrolinera de Ames haya convertido a su familia en protagonista en la red. Los Tesla Model S y Model X en los que viajaban no pudieron alimentar sus baterías, pero sí han abierto el debate sobre movilidad eléctrica.

Quizás una de las claves esté en lo ilógico de lo sucedido. «Por encima de lo que un jefe te ordene, está la lógica. Le dije a cuatro personas diferentes que al precio al que pretendían cobrarme (0,5 euros por vatio hora) y teniendo en cuenta la capacidad de cada batería (85.000 vatios hora) se trataba de un error evidente».

Alan Fuertes y su familia, no ocultan su pasión por Tesla. Tampoco su predilección por la movilidad sin emisiones. En su canal de YouTube se dedican a la difusión de lo que consideran un hobby. De hecho, su paso por la gasolinera tuvo lugar en un fin de semana en el que mantuvieron encuentros con otros conductores de vehículos eléctricos en A Coruña, Santiago y Vigo. Acostumbrado a tener que explicarse, a Fuertes le dejó atónito la «tozudez» de la jefa del establecimiento. «A los 25 minutos salió la encargada y dijo: 'Esto es lo que hay, si no quieres te desenchufo'».

Las reacciones en Internet se multiplican 

Quienes también dejaron su parecer sobre lo sucedido fueron los internautas. Arrecian las críticas tanto en las reseñas de la gasolinera en Google como en las opiniones de Facebook: 

Captura de algunas de las reseñas de Google que provocó la publicación en La Voz de la ya conocida como «carga más cara del mundo»
Captura de algunas de las reseñas de Google que provocó la publicación en La Voz de la ya conocida como «carga más cara del mundo»

«Les dijimos que lo íbamos a contar y que se iba a hacer viral. Que el precio era desorbitado para esa instalación (los dos conectores tenían una potencia de 22 Kw)», cuenta Alan.

ANGEL MANSO

Y apunta, además, hacia una clave comercial que no siempre es tenida en cuenta con los conductores de coches eléctricos: «En Europa y en toda España, normalmente las cargas lentas son gratis. Cada vez más negocios instalan postes de carga porque al final favoreces el consumo. Nuestra idea era comer allí mientras se cargaban los coches, hacer compra en su tienda, la verdad es que todo lo demás estaba muy bien». De hecho, los centros comerciales Marineda City en A Coruña, Gran Vía de Vigo, As Cancelas en Santiago o As Termas en Lugo, tienen anunciado este servicio dado el beneficio que reporta.  

La respuesta de la gasolinera

«Fue un error sin mala intención, al confundir vatios con kilovatios y en todo caso se le dijo que el importe a pagar sería de 3,8 euros», señala Esteban Parra, propietario de Los Ángeles Gas, matriz a la que pertenece la estación de servicio en la que ocurrió el polémico intento de recarga, sita en la parroquia amiense de Lapido. Parra, que consultó lo ocurrido con sus empleados, ofrece a la familia Fuertes sus disculpas «en cuanto a la terminología» y lamenta «que no se haya tenido sensibilidad ante este error». «La persona se equivocó, dado el poco número de recargas que se hacen y en todo caso no se le cobró nada», apostilla.

La electrolinera en la que se produjo el repostaje viral es, curiosamente, una de las pioneras de Galicia: se inauguró hace casi un año. Se trata de la Galp de Lapido (Ames)
La electrolinera en la que se produjo el repostaje viral es, curiosamente, una de las pioneras de Galicia: se inauguró hace casi un año. Se trata de la Galp de Lapido (Ames) PACO RODRÍGUEZ

La repercusión que ha tenido el caso, «choca», además, con el espíritu emprendedor que Parra tiene de cara a la movilidad eléctrica. «De las diez gasolineras con las que contamos, seis disponen de recarga eléctrica y empezamos ya hace dos años a plantearnos esta tecnología». El empresario lamenta que siendo pioneros e innovadores en este aspecto, al final, les haya venido en contra.

Cada Kw tiene 1.000 vatios

«Tras varios meses de pruebas, ofreciendo cargas gratis o vinculando las recargas a una compra mínima en nuestras tiendas integradas y tras un estudio entre la clientela establecimos una tarifa de 0,5 euros kilovatios hora». Y esa cifra fue precisamente la que se trasladó erróneamente a la familia Fuertes. Al señalarla en vatios, realmente se está multiplicando por 1.000 el precio final. Es en todo caso, un precio elevado, teniendo en cuenta que según la tarifa contratada, la recarga de baterías de ión litio suele suponer un coste medio a partir de 0,15 euros kilovatios hora.

Tanto Fuertes como la gasolinera, coinciden: el futuro es eléctrico

«Desde luego que con esto no me voy a amilanar», sigue Parra. Tras más de dos décadas como propietario de una cadena de estaciones de servicio, no quiere quedarse atrás: «No solo apostamos por la electricidad. Antes también fuimos de los primeros en implantar el GLP (gas licuado de petróleo, que hace a algunos motores gasolina menos contaminantes) o el AdBlue (aditivo que utilizan motores diésel para reducir emisiones». De hecho, la estación de servicio en la que ocurrió, cuenta con todos los tipos de repostaje posibles: eléctrico, GLP y AdBlue. De espíritu conciliador, dice sobre Alan Fuertes, a pesar de todo, que «a lo mejor hasta nos hacemos amigos»

De todo esto, en todo caso, quizás puedan sacarse varias conclusiones. Tanto por el error de cálculo del empleado motivado por las escasas recargas, como por la exigua red de electrolineras con las que aún cuenta Galicia en general: queda un amplio margen de mejora.

Los Ángeles Gas, cadena propietaria de la Galp de Lapido cuenta con 6 electrolineras en Galicia, siendo líder del sector en estos momentos
Los Ángeles Gas, cadena propietaria de la Galp de Lapido cuenta con 6 electrolineras en Galicia, siendo líder del sector en estos momentos PACO RODRÍGUEZ

Sin contar puntos públicos de recarga, hoy en día, solo 11 estaciones de servicio gallegas tienen postes eléctricosDe ellas, según la comunidad de usuarios de Electromaps, dos ni siquiera ofrecen el servicio por no funcionar los enchufes. Eso convierte a Los Ángeles Gas, la cadena en la que paró a recargar la familia Fuertes, como la más comprometida de Galicia con la electrificación. «Los propietarios de coches eléctricos aquí tienen mucho mérito», recuerda Alan Fuertes. Acumula decenas de miles de kilómetros por toda Europa al volante de eléctricos Tesla y lo que ha vivido en la comunidad es nuevo para él: «Está absolutamente retrasada no solo con respecto a Europa, si no con toda España. Tanto por la ausencia de cargadores como por la calidad del suministro». Fuertes, que aunque no tiene vinculación comercial con Tesla, sí mantiene contacto ella, deja una buena noticia para el final: «Tesla tiene a Galicia un poco olvidada, pero se plantea ya varios supercargardores y el de Santiago estará listo antes de primeros de año». 

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