Julio Sánchez Agrelo: «En Galicia habrá una explosión del 5G porque tenemos creatividad y talento»

En menos de dos años, en el 2020, se implantará en España la red 5G, una gran revolución en las telecomunicaciones que muy posiblemente cambiará nuestros hábitos de vida. «Será un cambio de paradigma, como pasar de la tele en blanco y negro a la de color», explica Julio Sánchez Agrelo, decano del Colegio y presidente de la Asociación de Enxeñeiros de Telecomunicacións de Galicia, que en colaboración con Amtega organiza el primer foro gallego sobre los retos y oportunidades que ofrecerá el 5G, que reunirá hoy en Santiago a representantes de las distintas operadoras, fabricantes e investigadores.

-¿Realmente el 5G será la gran revolución tecnológica?

-La tecnología permitirá que haya una gran revolución, pero, como todo, tendrá ventajas e inconvenientes. Va a permitir una mayor velocidad de transmisión de datos, que en el móvil pasará de los 150 megabytes por segundo que, por ejemplo, se alcanzan como máximo en los móviles con la red 4G actual, a 20 gigabites con la 5 G. Pero más importante aún es la latencia, el tiempo de respuesta que pasa entre que se emite un mensaje y el que se recibe, que pasará de 40 milisegundos a uno, o cinco como máximo, que es un tiempo menor al de la reacción humana.

-¿De qué inconvenientes habla?

-El gran inconveniente es que la tecnología requiere de grandes inversiones. Hay que cambiar el equipamiento que hay detrás de la red, cambiar antenas y aumentar su número. Se necesitará una mayor densidad de ubicaciones de antenas, por lo que las operadoras tendrán que ponerse de acuerdo para desarrollar las redes. Lo lógico es pensar que si se va a realizar una inversión tan grande lo tendrán que repercutir a los clientes.

-¿Por qué, entonces, renovarán sus redes?

-Porque sus redes en 4G se van a saturar, ya no dan para más. Si se saturan, y esto lo digo como opinión personal, no tiene sentido que vuelvan a tecnologías anteriores. Lo harán con el 5G y esto es lo que creo que va a marcar el salto.

-En el aspecto positivo, ¿cambiará nuestros hábitos de vida?

-Sí, aunque habrá que ir paso a paso. Esta nueva tecnología provocará que mucha gente se ponga a pensar en nuevos productos y servicios que cambiarán nuestras vidas y que ahora no podemos ni imaginar, como antes tampoco podíamos pensar que un teléfono servía para mucho más que para hacer llamadas, como ha pasado con los smartphones.

-Una de las áreas en las que impactará este cambio será en la sanidad. ¿Cómo?

-Por ejemplo, un cirujano experto podrá operar a distancia a heridos que no puedan ser trasladados inmediatamente a un hospital y que necesitan ser intervenidos cuanto antes. Puedes tener a un médico generalista en el lugar con los equipos, pero el que diseña y dirige la operación es el cirujano a distancia.

-También, dicen, facilitará el despegue de los coches autónomos sin conductor.

-Sí lo hará, aunque el coche autónomo depende más del GPS que de la red 5G, pero lo que permitirá, por ejemplo, será disponer de una flota de autobuses sin conductor que sean supervisados a distancia desde un centro de control. Y las cadenas de producción de una fábrica también se podrán controlar por operadores a distancia.

-¿En qué medida Galicia podrá beneficiarse del nuevo escenario?

-Hay empresas gallegas que ahora se dedican a esto, y muchas más que se van a crear. La nueva tecnología va a favorecer la innovación y los nuevos productos no tienen por qué venir de empresas de fuera, de Madrid, el País Vasco o Cataluña. El sector TIC gallego es muy competitivo. Aquí, en Galicia, tenemos el talento y el 5G nos va a dar nuevas oportunidades para desarrollar productos y servicios. Estoy convencido de que se va a producir una explosión del 5G en Galicia, porque tenemos creatividad y talento.

«Las dos redes todavía van a coexistir durante mucho tiempo»

La implantación de la red 5G traerá nuevas oportunidades de negocio y de generación de empleo, pero también puede tener su contrapartida en la pérdida o reconversión de trabajos, plazas que ya no serán necesarias porque la rapidez de conexión permitirá facilitar los procesos de automatización.

-Habla de oportunidades, pero la automatización también obligará a una reconversión laboral.

-Sí es cierto que puede haber procesos traumáticos de reconversión o de pérdida de trabajo. Tendremos que ver qué hacemos y cómo se realiza esta adaptación, aunque son otros los que tienen que ofrecer esta respuesta. Hay pros y contras, pero la balanza creo que es muy favorable al 5g. Además, los jóvenes ahora son nativos digitales y están preparados para los cambios.

-El 5G favorecerá el Internet de las cosas, pero con más aparatos conectados, ¿seremos también más vulnerables?

-Tendremos millones de aparatos conectados, por lo que debemos tener más cuidado y tener protegidas las entradas para que ningún malo -evita el uso de la palabra hácker- pueda entrar en nuestro sistema. Es verdad que tendremos más vías de entrada y que tendremos que protegernos un poco más, tener más medidas de seguridad.

-¿La red 5G sustituirá de raíz a la 4G o habrá un tiempo de convivencia?

-Las dos redes van a coexistir durante mucho tiempo aún. Hasta que explote la 5G aún van a pasar unos años, pero va a ser una revolución.

-Aparte de continuar con las licitaciones, ¿qué queda para culminar la implantación?

-Ahora mismo aún no hay un estándar, con lo que no hay garantizada una interoperabilidad, lo que significa que la red pueda funcionar en cualquier sitio.

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