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El tractor que siembra y cosecha solo

Javier Armesto Andrés
Javier Armesto REDACCIÓN / LA VOZ

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El Case IH ACV utiliza cámaras y sensores láser para circular de forma autónoma, esquiva rocas y árboles y se detiene si detecta un animal o una persona

23 feb 2017 . Actualizado a las 20:32 h.

El coche autónomo es la revolución de los próximos años. Todavía en fase experimental, empresas como Tesla ya incluyen en sus modelos un sistema de conducción automática, y Google lleva varios años desarrollando un proyecto que de momento ha registrado más luces que sombras. Pero la tendencia es imparable y en el próximo Mobile World Congress (MWC), que se inaugura el lunes en Barcelona, uno de los puntos de atención será la tecnología para posibilitar que los vehículos circulen solos. Fabricantes como Ford, compañías como Huawei y operadores móviles como Vodafone y Telefónica mostrarán en la feria experiencias de coche autónomo.

Precisamente, el MWC coincide este año con el salón SIMA de París, el más importante de Europa dedicado a maquinaria agrícola, y en él se presentará el primer tractor autónomo. El Case IH ACV conserva gran parte de la tecnología convencional del tractor moderno y está equipado con un GPS ultrapreciso que trabaja con la red de antenas RTK, propiedad de la compañía norteamericana Case IH. «Ofrecen una serie de correcciones que garantizan un guiado con una precisión inferior a 2,5 centímetros», explica Dan Stuart, representante de la empresa.

El prototipo, diseñado por David Wilkie, ya ha sido probado con éxito y su funcionamiento es completamente autónomo, una vez que ha sido programado para que realice una serie de trabajos. El tractor es controlado a distancia por su propietario o por un técnico especializado desde una tableta o un pecé vía wifi. Una vez que recibe las órdenes, el vehículo se pone en movimiento y se guía con la información recibida a través de sensores láser y cámaras, empleando la tecnología LiDAR.

Según Case, el IH ACV optimiza su trabajo y la superficie de cultivo hasta un extremo imposible de igualar por el ser humano, por la precisión milimétrica de los movimientos y «por su inagotable ritmo de trabajo». Cuando encuentra un obstáculo en su recorrido se detiene hasta recibir nuevas órdenes; si es una roca o un árbol, simplemente los esquiva y sigue trabajando, como hacen las modernas aspiradoras robóticas. En caso de detectar un objeto extraño, como otro vehículo, un animal o una persona, el tractor se detiene automáticamente hasta que el campo de acción vuelve a quedar despejado.

Para iniciar su comercialización, el Case IH ACV debe superar todavía algunos escollos, el más importante de los cuales es el marco legal en el que debe moverse a nivel de seguros y actividad laboral. Pero según los expertos, este tipo de maquinaria podría estar trabajando ya a partir del año que viene en grandes cultivos, en solitario o en asociación con otros vehículos autónomos. En cuanto al precio, dependerá del tipo y la cantidad de aperos elegidos, ya sea para sembrar, para distribuir fertilizantes o para recolectar la cosecha, entre otro.

La conducción autónoma llegará así al mundo agrícola antes que los motores eléctricos. Y es que todavía queda tiempo para que un tractor se mueva solo por la energía transmitida por una batería: con la tecnología actual es imposible, pues una mecánica eléctrica no dispone de autonomía suficiente para mover las once toneladas que pesa un vehículo de estas características durante jornadas de más de 24 horas sin parar.