Según el portal «Business Insider», la red social utilizó para rastreos publicitarios los móviles que había pedido a los usuarios con la excusa de evitar brechas de seguridad en sus cuentas
21 nov 2012 . Actualizado a las 11:06 h.Facebook comenzó hace meses a pedir los números de móvil a sus usuarios como excusa para evitar la piratería en sus cuentas y permitir publicar fotos y actualizar los estados desde sus teléfonos. Sin embargo, según publica el portal Business Insider, la red social cedió los números facilitados por los internautas a sus anunciantes, para que estos pudieran «rastrearles» mientras navegan por la Red.
Al parecer, la combinación de este «rastreo» con la nueva herramienta que Facebook puso en marcha este mismo mes para permitir a los anunciantes online averiguar las compras que los miembros de la red social realizan tras ver sus anuncios -sin que los usuarios sean identificados, solo informando de cuántas personas han comprado el producto- permite a aquellos que invierten en publicidad dirigirse directamente a un público concreto y medir sus resultados.
Muchos de los usuarios de Facebook, sin embargo, no son conscientes del uso que la red social le está dando a sus números de teléfono. Acostumbrados a lidiar durante los últimos años con todo tipo de agujeros en el delicado campo de la privacidad -primero Facebook modificó sus cuentas de correo electrónico sin previo aviso y luego tuvo que «pelear» con los usuarios que aseguraban que había hecho públicos antiguos mensajes privados en los muros-, algunos internautas desvelaron sus números cuando Facebook se los solicitó para confirmar su identidad, estableciendo que este dato nunca llegaría a hacerse público. Pero Facebook se ha reservado para sus anunciantes este as en la manga, asegura la web Business Insider, como parte de su nueva Audiencia de orientación personalizada producto.
Jim Edwards, autor del artículo que desvela este comportamiento de Facebook, explica la estrategia con un claro ejemplo. Usted da su número de teléfono en su gimnasio, pero luego decide dejar de ir, desapuntarse, y el centro deportivo quiere convencerle de volver. Podría comparar su listado de teléfonos con el de los usuarios de Facebook y, si coincide alguno, mostrar en su perfil un anuncio del establecimiento. Si el usuario pincha en el anuncio, directamente el gimnasio podrá ver el éxito de su campaña.
Sin embargo, sí se respeta el anonimato. El número se sustituye por un código y el gimnasio, continuando con el ejemplo anterior, podría apuntar a cien números de teléfono, pero no sabrá cuál de esas personas específicas realmente respondieron al anuncio.