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Ignacio Latasa: «La era de la tinta electrónica pilla a las editoriales en mantillas»

Colpisa

OCIO@

El pionero en la venta de lectores y libros digitales en España se alía con Carmen Balcells para la edición electrónica.

02 nov 2009 . Actualizado a las 12:47 h.

Los 'libros electrónicos' se venderán como churros estas navidades. La revolución de la tinta electrónica busca su velocidad de crucero, «pero pilla a las editoriales en mantillas».

Lo dice Ignacio Latasa (Pamplona, 1969) pionero en la venta de estos dispositivos de lectura y director de leer-e. El mundo editorial se mueve. Quien no logre un hueco en este mercado emergente y más que prometedor se juega el futuro. Aunque escasean los títulos digitales, con Google y otros gigantes de la red en la brecha, la eclosión será brutal. Latasa ha espabilado y además de vender los e-lectores, es editor electrónico. Se ha aliado con otra pionera en el mundo de la tinta electrónica, la mismísima Carmen Balcells, una inteligencia visionaria que vuelve a anticiparse.

«En 2007 vendimos 300 dispositivos y este año esperamos acercarnos a los 10.000. Es un estadio primario, pero la implantación de libro electrónico es imparable. Serán productos estrella esta navidades» asegura Latasa, que reconoce que «falta mucho para que su venta sea súper masiva». «La producción a escala a mundial está en marcha y la clave está en que fabricantes y editores se alíen, como ocurrió con los móviles, y patrocinen el aparato» propone. Sólo entre Sony y Amazon colocarán en el mercado más de tres millones de aparatos este año. En 2012 habrá 18 millones en todo el mundo y rozarán los 80 millones en menos de una década, estima el sector.

A cinco euros

La escasez de títulos en formato digital se debe, según Latasa, a que «a las editoriales convencionales les pilla con el pie cambiado». A pesar de que un 10% de su producto ya no está en papel «están empezando en la era digital». «Tienen muchas cosas que configurar: negociación de derechos, plazos, formatos, formas de venta Todas saben que el e-book es el futuro, pero están en mantillas. La oferta de títulos es muy pequeña». Latasa ha entrado en el mercado de contenidos de la mano de de la 'súper agente' Carmen Balcells. «Ella tenía clarísimo que el futuro de la edición es digital y se subió la ola». Ofrecen a 5 euros 120 títulos de autores como Delibes, Goytisolo, Marsé, Mendoza, Vargas Llosa, García Márquez, Bryce Echenique, Cela, Vázquez Montalbán, Cortázar, Sampedro o Terenci Moix.

Leer-e cuenta con un catálogo propio -casi 4.000 referencias, con precios de 2,5 a 25 euros- en los diferentes formatos: epub -el más extendido-, mobipocket, pdf, o audiolibro, compatibles con todos los lectores del mercado. Unos 'e-readers' que aún son caros -de 200 a 700 euros- «pero que bajarán», vaticina Latasa. «El tamaño de la pantalla y las prestaciones marca la diferencia, no la calidad de la imagen. Los más caros permiten escribir como en un cuaderno», explica. Entre los 15 modelos que vende, el 'Kindle' de Amazon tiene todas las papeletas para llevarse el gato al agua. «No son tecnológicamente mejores, pero tienen todos los elementos del negocio: los contenidos, un sistema de conexión del aparto con su tienda online, y el gran poder económico de marketing. Será como iPod y el iPhne con iTtunes».

Prevé Latasa que el libro digital repetirá el patrón de la música en internet, incluida «la inevitable piratería». «Debemos aprender la lección y no cerrar los ojos. La industria del reproductor ha corrido más que la de los contenidos, como pasó con la música. Los fabricantes de mp3 hablaron con las discográficas antes de invadir el mercado. No les hicieron caso y se montó la que se montó», recuerda. «Un libro digital pesa mucho menos que una canción o una foto y los piratas no darán tregua», advierte.

Cree este pionero del e-reader que el libro y la tinta electrónica convivirán, aunque algunos formatos de papel «desaparecerán bastante rápido». «La edición calidad tendrá su mercado; en los libros espectaculares, de lujo, el papel es insuperable. Pero lo que no aporte nada, el libro de bolsillo que sólo busca vender más barato y en masa, lo tendrá crudo».

Como todos los expertos, cree que la tinta electrónica provocará un big-band en la edición académica y educativa, y que pronto los libros de texto en papel serán historia. Los periódicos también cambiarán con en estos aparatos para los que hay ediciones específicas. «Diario de Navarra fue el primero -hace un año que damos soporte- y otro diario nacional acaba de empezar asociado con Kindlde».

Hasta 10.000 libros en 200 gramos

Ya no es una rareza ver a alguien en el metro con un libro electrónico. «Son verdaderas bibliotecas portátiles, capaces de 'tragarse' miles de títulos y, que frente al PC, sólo ofrecen ventajas», apunta Latasa. Pesan 200 gramos frente al kilo de los ordenadores más ligeros. No cansan la vista y las pilas duran meses, en lugar de las 7 horas de los PC más caros. «La pantalla del ordenador emite luz y la tinta electrónica no. Ni agreden ni cansan la vista. La experiencia de lectura es muy próxima al papel.

Podemos cambiar el tipo y el tamaño de la letra -lo agradece mucho la gente mayor- y algunos leen en voz alta, llevan diccionario.

Todos son de fácil manejo. Hacen que la gente lea más» explica Latasa.

«La capacidad de almacenamiento varía de los 500 a 1.500 títulos en memoria interna, pero todos admiten expansiones con las mismas tarjetas SD de las cámaras fotográficas, para llegar a los 8.000 ó 10.000 libros. No se trata de cargar la biblioteca de Alejandría, sino de gestionar lo que te interesa desde tu ordenador. Lo razonable es ente 20 ó 50 títulos: con un Ferrari no puedes ir por el centro de una ciudad a trescientos por hora», concluye.