Cuidado con los influencers financieros: «Si ves anuncios de hacer dinero rápido y fácil, desconfía»

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La educación financiera y la transparencia son fundamentales para evitar estafas. «En redes sociales no tienes capacidad de filtro», advierten las expertas
12 may 2025 . Actualizado a las 17:46 h.En los dos últimos años, con el buen comportamiento de los mercados, han proliferado los conocidos como finfluencers, los influencers del mundo financiero. Sin embargo, hay que tener cuidado con las promesas de ganar mucho dinero con un par de inversiones que alguien recomienda en redes sociales, porque las consecuencias pueden ser graves.
«Los finfluencers son creadores de contenido relacionados con la temática financiera. Sus mensajes, por la posición que tienen en las redes sociales, pueden tener cierto impacto». Lo explica Silvia Martínez, profesora de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación e investigadora del grupo GAME de la UOC. «Por la materia que abordan y los efectos que pueden tener en el usuario que siga sus recomendaciones, se hace más necesaria la transparencia en cuestiones como el conocimiento o la fundamentación de sus afirmaciones y la existencia de conflictos de intereses en los consejos que comparten», alerta.
«Si ves anuncios de hacer dinero rápido y fácil, desconfía». Lo aconseja Elisabet Ruiz- Dotras, profesora de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC e investigadora del grupo Digital Business Research Group (DigiBiz). Enriquecerse después de ver cuatro reels es una fantasía porque para entrar en el mundo de la inversión es necesario «tener formación, conocimientos y hábitos».
En las redes sociales confluyen todos tipo de perfiles, desde las personas más profesionales a otras que intentan aprovecharse del desconocimiento. Y también estafas. «Lo que recomiendo es mirar la formación y las características del influencer financiero», dice la profesora Ruiz-Dotras. Es importante también si está acreditado por la CNMV y a través de que instrumentos trabaja, que las plataformas que promocionan sean reguladas y existan.
«La gente me explica que la han estafado y que todo parecía normal porque recibía un mail con la cabecera del banco» y sin embargo, no desconfían que de nunca habían tenido un nombre de usuario y una contraseña para acceder a la cuenta. «También lo hacía mi primo, me contestan, y lo mejor los primeros meses dieron rendimiento», porque funcionan como esquemas piramidales.
El ejemplo que pone la profesora de Economía sirve para ilustrar la importancia de tener educación financiera, porque es lo que permite detectar este tipo de estafas. Porque a veces el único criterio para confiar en un finfluencer es el número de seguidores que tiene y «eso puede ser muy falso, puede tener incluso seguidores comprados. No es un buen criterio de selección», explica Elisabet Ruiz-Dotras.
Los finfluencers aparecen «porque hay una necesidad de educación financiera, porque la gente quiere aprender». Si las generaciones anteriores eran capaces de ahorrar gracias a cuentas a plaza con interés elevado, en los últimos años, la caída de los tipos de interés y la inflación elevada han convertido el ahorro en «condición necesaria, pero no suficiente», con lo que se ha vuelto necesario invertir en productos con un rendimiento más elevado.
Al cambio en el panorama financiero hay que sumar el incremento del uso de las redes sociales como fuente de información, lo que ha generado la posibilidad «de que los contenidos financieros empiecen a acercarse a la población de un modo más simple» y que hayan irrumpido con fuerza plataformas que tienen bajos costes de acceso a la inversión.
Todo este conjunto de factores ha ido surgiendo paralelamente a lo largo de los últimos años, como también la aparición de fondos de inversión en plataformas low cost que permiten acceder con una inversión mínima, en ocasiones de diez euros. «Al final, hacen que las inversiones sean posibles para todos», dice la profesora de Economía de la UOC, que también nombra la irrupción de las criptomonedas como otro factor a tener en cuenta, al igual que las herramientas de inteligencia artificial que gestionan automáticamente las carteras.
«En estos dos últimos años los mercados han sido muy buenos, hay buenos resultados y como ha habido grandes ganancias, a todo el mundo, más o menos, le ha salido bien, incluso si no tenían idea», reconoce Ruiz-Dotras. Sin embargo, esa luna de miel ha terminado. «Hay mucha incertidumbre y las ganancias han desaparecido. Ya no es el mismo discurso».
¿Se puede invertir con cabeza? «Lo primero, educarse. Tienes que saber exactamente qué haces con tu dinero, aunque lo delegues a un asesor que te construya tu cartera, tienes que saber qué haces con tu dinero», subraya la profesora de la UOC.
Y además de los conocimientos, hay que tener claros unos principios básicos: la cartera tiene que estar diversificada, tener una cesta compuesta por varios productos de renta fija y variable, de diferentes sectores... Y esa cartera tiene que estar adecuada al perfil de riesgo y al horizonte temporal.
Puede que algún finfluencer recomiende acciones o las mejores cinco criptomonedas para invertir, pero la primera pregunta que hay que hacerse es si eso que vende el influencer se adapta a tus características, necesidades, horizonte temporal y riesgo. «Si necesitas dinero para dentro de un año o de dos no puedes invertir en acciones porque asumes un riesgo en un horizonte temporal demasiado corto» para poder recuperarlo si ocurre algo.
La experta alerta de los riesgos que conlleva el hecho de dejar la educación financiera en manos de personas cuya formación y experiencia no están contrastadas. «El mejor comunicador es el que va a vender más. En redes sociales no tienes capacidad de filtro: todo está mezclado y la formación no es la misma que se puede dar en escuelas o en determinados programas, porque se trata de vídeos muy cortos. En campos como el financiero, que es muy complejo, si no tienes las bases, no puedes aprenderlas un poquito aquí y otro allí», subraya Ruiz-Dotras.
Y hacer una inversión recomendada por un finfluencer puede acabar con una economía doméstica de un plumazo. «Quien da una información que dice ahora es un buen momento para comprar esta acción hace una recomendación sin conocer el perfil de la persona». Recuerda la profesora de la UOC que la CNMV no permite hacer este tipo de asesoramientos. «El asesoramiento tiene que ser personalizado, individual para cada perfil».
Los finfluencers hacen recomendaciones muy generales y «la CNMV no hace nada porque es un mundo muy complejo de regular», reconoce Ruiz-Dotras. Así que puede ocurrir que alguien invierta en un producto que no es adecuado a su perfil. La investigadora hace un símil con el mundo de las dietas. Puede que los influencers del fitness recomienden el ayuno intermitente, pero que sea adecuado o no depende de la edad, el seco, el peso y la actividad física de cada persona. Con las finanzas ocurre igual.
¿Es posible la regulación? «La CNMV te exige un certificado oficial. Es una actividad en cierto modo regulada». Pero en las redes sociales las personas que hacen recomendaciones pueden, sin ir más lejos, estar en Estados Unidos, con lo que la ley española o europea no les afecta. «Por eso es tan complejo», reconoce la experta. «Es más fácil que la gente tome conciencia y creo que lo que ha pasado estas semanas en los mercados ha sido una buena lección para todos aquellos que veían que era fácil hacer dinero».
Y luego está el asunto de las criptos, donde también abundan influencers que hablan de dinero rápido y fácil. «Claro que avisan del riesgo, pero al mismo tiempo te venden el caramelo de que han comprado esta o esta cripto» dice la experta. «Yo creo que no todas, pero algunas de las más fuertes y de las que llevan más recorrido han aparecido para quedarse», afirma Ruiz-Dotras. «No es una moda, porque los reguladores y los profesionales están entrando aquí».
En el mundo de las criptodivisas «la volatilidad es enorme, y si la gente quiere entrar tiene que tener claro que el riesgo que asume es mucho mayor que en acciones». Los profesionales recomiendan no invertir por encima el 5 % del patrimonio.
Y aparte de la volatilidad, hay que tener en cuenta que hay criptos que desaparecen «porque el proyecto que tiene detrás no es válido. Aquí también puede haber y ha habido un montón de estafas», advierte.