Así es cómo los drones también pueden sufrir ciberataques

P.A

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STRINGER | REUTERS

GMV implantará un innovador sistema de ciberseguridad en el Centro de Investigación Aeroportada de Rozas

12 jul 2023 . Actualizado a las 09:20 h.

¿Se imagina que hubiese un vehículo de emergencias más rápido que las ambulancias?, ¿y otro que ayudase a conocer el avance de un incendio forestal desde su interior?, ¿incluso uno que pudiese rescatar animales atrapados tras la erupción de un volcán? Sonaba futurista hace unos años, pero es el presente. 

El auge de vehículos aéreos no tripulados —UAVs por sus siglas en inglés— es todo un mercado incipiente. Según un informe del parlamento europeo, Europa lidera el sector civil, con Reino Unido, Alemania, Francia y Suecia a la cabeza en número de operadores. Las previsiones indican un crecimiento continuado del mercado de los drones en Europa, hasta los 10.000 millones de euros en volumen de negocio en el 2035, y 15.000 millones de euros en el 2050.

El desarrollo de aviones no tripulados está en marcha en muchos lugares de nuestro país. Para tal misión, en Galicia está el Centro de Investigación Aeroportada de Rozas (CIAR). Un centro pionero en Europa, levantado hace cuatro años con el objetivo de convertirlo en epicentro de la innovación aeroespacial y de paso posicionar a la comunidad en el asunto.

El Centro de Investigación Aeroportada de Rozas.
El Centro de Investigación Aeroportada de Rozas.

El CIAR ofrece las infraestructuras y equipamientos necesarios para desarrollar aeronaves y sobre todo, para probarlas. Los aviones no tripulados solo pueden volar en espacios restringidos, porque todavía no hay regulación al respecto. En estas pistas situadas en Caldas de Reis se pueden llevar a cabo los vuelos de forma segura. 

La creación de esta infraestructura tecnológica única, junto al aeródromo y al parque industrial especializado en vehículos aéreos no tripulados, hacen necesario proteger las comunicaciones y los posibles ciberataques. GMV y la Agencia Gallega de Innovación de la Xunta de Galicia acaban de firmar un contrato de 1,6 millones de euros para que el grupo tecnológico español dote al CIAR de un sistema de ciberseguridad que permita detectar interferencias de radiofrecuencia.

Las aeronaves no están precisamente a salvo de los hackeos. Mucho menos si vuelan solas. Los sistemas de navegación por satélite son una parte indispensable de los UAV, porque les permiten obtener su posición de forma precisa a lo largo de todo el vuelo. Es por eso que pueden volar de forma autónoma. Y también su principal debilidad a la hora de sufrir ciberataques. Se conoce como jamming y es una técnica que consiste en perturbar de forma intencionada la recepción de señales del sistema de posicionamiento. Lo hacen emitiendo unas a mayor potencia, de forma que el receptor sea incapaz de distinguir entre unas y otras. El método puede derribar aeronaves. Otros pretenden simplemente confundirlas, suplantando las señales de posicionamiento y haciendo creer a la aeronave que se encuentra en una posición distinta a la real.

El sistema de ciberseguridad, que será desarrollado por GMV y la empresa gallega CENTUM research & technology, protegerá al Centro de Investigación Aeroportada de Rozas frente a eventos de tipo, que a veces son intencionados, y otras veces se trata de accidentes. Lo hará mediante  una red de estaciones en tierra que monitorizarán  de forma continua las radiofrecuencias correspondientes mientras que un sensor embarcado en el UA permitirá la geolocalización de las fuentes de interferencia que se encuentran en las áreas no cubiertas por las estaciones.