¿Tienes problemas con la wifi en casa? La culpa no siempre es del rúter

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Un rúter de Huawei con tecnología de malla
Un rúter de Huawei con tecnología de malla

Zonas de sombra, velocidades insuficientes, intermitencias... Cuando tenemos mejor conexión con el móvil que con la red doméstica, tenemos un problema. ¿Qué se puede hacer para identificarlo y solucionarlo?

25 abr 2023 . Actualizado a las 11:49 h.

Vivimos en un mundo hiperconectado, rodeados de flujos permanentes de datos, de comunicaciones inalámbricas. En hogares cada vez más inteligentes, las neveras te recuerdan que te faltan huevos; Alexa y el asistente de Google te despiertan diciéndote cuáles son tus citas del día y qué tiempo hace; las bombillas se apagan y encienden solas; y las cerraduras se abren con el móvil.  La Internet de las Cosas casi es una realidad.

La mayoría de los usuarios domésticos deberían tener sus necesidades cubiertas con la oferta básica (y muy competitiva) de las compañías de telecomunicaciones que operan en España, (datos ilimitados y velocidades de descarga de hasta 300 megas por segundo, pero no siempre ocurre así. Zonas de sombra, velocidades insuficientes, conexiones más lentas por wifi que por el 4g o el 5g del móvil, intermitencias... Aunque la fibra llegue con la intensidad adecuada, hay un montón de problemas que pueden frustrar sesiones de trabajo y posibilidades de ocio digital en cualquier punto del hogar. Y no siempre la culpa es del rúter, aunque es el sospechoso habitual y siempre convenga comprobar si está bien situado. Cuanto menos obstáculos tenga, mejor llegará la señal.

¿Tienes un rúter WiFi 6?

¿Llevas mucho tiempo en la misma compañía y con la misma instalación? ¿Conectas mucho más cacharros que antes y desde diferentes ubicaciones del hogar (por ejemplo, los niños han crecido, tienen un PC y lo usan desde sus habitaciones)? Es posible que tu rúter se haya quedado algo obsoleto. No todos los dispositivos de comunicaciones son iguales en potencia o en capacidad. Y la juventud en estos casos sí es un grado: marca la diferencia tener uno que cumpla con el estándar wifi 6, el más avanzado hasta la fecha. ¿Por qué? Porque ofrecen más velocidad, dan cobertura a una zona más amplia, permiten conectar más dispositivos sin perder calidad de señal y permiten crear de manera más eficaz una red en malla con amplificadores de señal.

¿Cómo comprobar si el rúter es wifi 6? Hay dos opciones básicas. Uno, buscar en Internet. Dos, preguntar al operador con el que tienes contratada la fibra. Te puede facilitar la tarea saber cuándo te la instalaron. Los dispositivos con este estándar empezaron a comercializarse en el 2019, pero tardaron cierto tiempo en ser distribuidos por las compañías de telecomunicaciones, que aún hoy en día no garantizan su instalación. 

¿Qué ocurre si no tienes un rúter con wifi 6? Hay varias posibilidades. Se puede pedir al operador que reemplace el rúter, pero no estaría obligado a hacerlo o no tendría por qué hacerlo gratis. Si se prefiere, el usuario puede comprar uno propio, más potente, pero tendría que hablar con la compañía para que le facilitaran la configuración. Y no siempre es fácil, por razones de compatibilidad y seguridad. Y por las políticas poco favorables de las empresas. Una tercera opción pasa por convertir el rúter ya instalado en un equipo intermedio. Serviría de puente entre la señal y el dispositivo propio, supuestamente más potente, que se encargaría de distribuirla por todo el hogar. La cuarta supone cambiar de compañía. Por regla general, los equipos que se instalan ahora son mejores que los antiguos. Y en el mercado hay un montón de ofertas para buscar sin cambiar de red móvil. 

Imagen de la compañía TP-Link sobre el funcionamiento de una red de malla (Mesh). Los círculos son los tres dispositivos que trabajan de forma  interconectada para crear y extender la señal en una única wifi
Imagen de la compañía TP-Link sobre el funcionamiento de una red de malla (Mesh). Los círculos son los tres dispositivos que trabajan de forma interconectada para crear y extender la señal en una única wifi

¿Y si el rúter no es el problema?

En casas muy grandes, que tengan una estructura de habitaciones en las que haya muchas barreras para la señal, o que tengan el rúter en la entrada, tal vez la solución no sea un nuevo rúter, sino crear una estructura de red propia. Se puede hacer de varias formas: 

La primera es usar repetidores wifi. Estos dispositivos captan la señal que ya existe -la que proporciona el rúter original- y la extienden a otras zonas. Necesitan un enchufe para funcionar. Y deben ser ubicados en una zona que esté bien cubierta, pero cerca de la de sombra. Son fáciles de configurar -se conectan a la red principal y crean una nueva, por lo que pueden provocar desconexiones puntuales- y, si no hacen falta más aparatos, con uno puede llegar para solucionar el problema. En el mercado hay opciones más que competentes desde poco más de 15 euros, aunque según las necesidades (si vamos a conectar muchos dispositivos a él) puede ser necesario adquirir uno más potente 

La segunda son los PLC. Son dispositivos que reparten la señal de datos a través de la instalación eléctrica del hogar. Hacen falta dos tipos de  aparatos, un adaptador y un extensor. Y funcionan de la siguiente manera: hay que conectar un cable de red desde el rúter al adaptador, que debe ser enchufado en una ubicación cercana. El extensor hay que enchufarlo en la zona donde hay mala cobertura wifi. Si es necesario, se pueden usar más extensores. La configuración, que depende de los modelos elegidos, suele ser sencilla. Y en el mercado hay opciones desde 50 euros. Un pequeño inconveniente de usar esta fórmula es que los enchufes utilizados no pueden ser destinados a otros usos. Los PLC tienen fama de llevarse mal con regletas y ladrones. 

La tercera opción para mejorar la señal wifi en todo el hogar es crear una red de malla (Mesh). Supone un cambio de calado con las otras dos anteriores fórmulas. Los extensores con esta tecnología se llaman nodos o satélites. No se limitan a replicar o extender la señal del rúter, sino que se comunican entre sí para mejorar la señal en todo el área. Todos forman parte de la misma red wifi original. Y redirigen a los dispositivos -el móvil, un portátil, un robot aspiradora- al nodo que tenga mejor señal disponible. Una buena configuración de una red de malla permite eliminar por completo las zonas de sombra en el hogar. También son sencillas de configurar. ¿Son la mejor opción? En principio sí, pero también son más caros que las otras. Los precios de los sistemas más sencillos -con dos satélites- parten de unos 70 euros. Y necesitas un rúter base que sea compatible con esta tecnología.