¿Cómo funciona el algoritmo de Tinder? Así te enamoras gracias al Big Data

P. Avendaño

RED

Una pareja se toma un selfie mientras se besa delante del Muro del Amor en la plaza del jardín Jehan Rictus, en París, Francia.
Una pareja se toma un selfie mientras se besa delante del Muro del Amor en la plaza del jardín Jehan Rictus, en París, Francia. YVES HERMAN | REUTERS

Los cerebros de las aplicaciones de citas se alimentan constantemente de los datos que se van generando y que el usuario facilita

05 may 2023 . Actualizado a las 17:54 h.

Buscar relaciones a través de una aplicación de citas hace tiempo que dejó de ser una anécdota. Tinder tiene en España aproximadamente 1,6 millones de usuarios. Casi 600.000 personas se conectan cada día, unos cinco minutos de media, para encontrar pareja, o lo que surja. Las páginas webs de citas llegaron primero, las aplicaciones después, y los sistemas de unas y otras se han ido diversificando. Algunas funcionan con el famoso sistema del «match» y en otras son solo las mujeres las que pueden empezar una conversación. El caso es que su éxito hace tiempo que puede medirse: según el portal Bodas.net, 1 de cada 6 parejas que se casan en España se conocieron por internet.

Tinder cumplió diez años el pasado octubre. Lo suyo comenzó en el 2012 y desde entonces han tenido 500 millones de descargas y más de 70.000 millones de «matches» en todo el mundo. Su buena trayectoria no ha escapado de la cascada de despidos en la que están empeñados los gigantes tecnológicos. Match Group, la compañía dueña de esta y otras aplicaciones como OkCupid o Meetic, llevará a cabo este año un ajuste que afectará al 8 % de su plantilla a nivel global. En otras palabras: prescindirá de unos 200 trabajadores. A pesar de los despidos, la multinacional estadounidense registró en el 2022 un beneficio neto de 361,9 millones de dólares (unos 333 millones de euros), lo que supone un 30,3% más que en el 2021.

En este mundo online, las flechas no las lanza precisamente Cupido sino el Big Data, el término que describe el gran volumen de datos que inundan los negocios cada día. Las aplicaciones de citas utilizan algoritmos para acertar en sus pronósticos. Que Marta conociese a Sara en Tinder y estén a punto de casarse no solo es amor, sino millones y millones de datos que se cruzan cada segundo para acertar con la combinación ganadora. Estas apps se basan en modelos de recomendación, es decir, que a través de la información proporcionada por los usuarios, son capaces de buscar perfiles similares.

En concreto, Tinder utiliza la geolocalización y permite al usuario decidir si le gustan, o no, otros usuarios. Los perfiles incluyen foto, edad y distancia entre ambos. Si lo que aparece en la pantalla no es del agrado del que usa la app, deslizará hacia la izquierda, y al contrario, si le gusta, deslizará hacia la derecha. Si la atracción es mutua se hace «match». Y la conversación empieza. Pero, ¿qué influye en que el algoritmo muestre a unas personas u otras? Tinder asegura que prioriza a los usuarios que tengan la cuenta activa y que usen su app casi sin parar. Vamos, que beneficia a los más enganchados. «Cuando los usuarios de Tinder usan la aplicación regularmente, nos ayudan a poder mostrar los mejores matches potenciales. No tiene ningún misterio, así es cómo funciona nuestro algoritmo», aseguran en las condiciones de su página web. 

Pero en juego hay, en teoría, otras variables. Los intereses y las descripciones de estilo de vida que incluyen los perfiles, y también las fotos similares. «Usamos los datos de las fotografías para ayudar a adaptar las recomendaciones», aseguran. La aplicación sugiere perfiles con fotografías parecidas a los que el usuario haya dado like anteriormente. «Por ejemplo, si a los usuarios les gusta la gente que en las imágenes está disfrutando del aire libre, en festivales, o simplemente disfrutando de la playa, captamos ese dato y mostramos recomendaciones afines».

Así, el cerebro de la app se alimenta constantemente de los datos que se van generando. «Este tipo de aplicaciones ofrece a los usuarios un conjunto de personas compatibles listadas según la deseabilidad que el algoritmo supone tendrán para nosotros», explica Ángel Galán, Director del Área de DataScience e Inteligencia Artificial en IMMUNE Technology Institute. Bajo su perspectiva, un factor determinante es la información obtenida de «los casos en los que decidimos conocer más o interactuar con los candidatos propuestos. De esta forma el algoritmo aprende sobre nuestros gustos y preferencias a medida que utilizamos la aplicación». Es decir, que el proceso es similar al de otras plataformas como TikTok, cuyo algoritmo es de los que mejor han aprendido lo que al usuario le gusta, casi antes de que él mismo lo sepa.

Proteger la información

Por el propio funcionamiento de las apps de citas, la lista de los datos que el usuario «regala» es larga. «Tienen acceso a las funcionalidades adicionales del dispositivo móvil, como la cámara, la galería, el micrófono, o la localización GPS, el riesgo de sufrir un robo de datos se agrava, lo que les lleva a ser muy innovadoras en temas de ciberseguridad», explica Miguel Rego, experto en la materia.

Por otro lado, muchas de estas plataformas incluso utilizan una serie de herramientas y procesos de revisión manuales o automatizados, que tratan de impedir la suplantación de identidad. Es común el uso de vídeos o fotografías selfies que acrediten la identidad del usuario. Tinder utiliza la técnica del shadow-banning, que consiste en volver una cuenta invisible para el resto de usuarios sin que el propietario de la cuenta lo sepa. Esta opción se aplica en cuentas que la red social considera sospechosas, de acuerdo con sus reglas de la comunidad y términos de uso.

En este sentido, la relación entre el derecho y la tecnología es cada vez más estrecha. Para proteger los datos personales es necesario seguir una serie de precauciones. Los expertos de IMMUNE Technology Institute recomiendan:

  • Tener en cuenta los datos que se facilitan a la hora de descargar una aplicación para ligar. Para poder funcionar de manera correcta, estas apps exigen un determinado tipo de información, y es importante que el propio usuario sepa los datos que está aportando sobre sí mismo. Sobre todo, hay que prestar atención a aquellos relacionados con direcciones personales pues, aunque estas aplicaciones necesitan la ubicación del usuario para mostrarle perfiles cercanos, nunca exigen enviar la dirección exacta a ningún otro perfil. 
  • Vigilar con especial atención la información financiera y no revelar nunca ni números de cuenta, ni tarjetas bancarias, así como cualquier otro tipo de información personal.
  • También es importante intentar conectarse a través de redes seguras y privadas, para evitar que la red sea intervenida y se pueda producir un robo de información ajeno a la aplicación.