Una nube gallega contra los jáqueres

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España es uno de los países del mundo que más delitos cibernéticos suma, y que motivan que un 57 % de las pymes que los sufren acaben cerrando; Cloud.gal ofrece herramientas para hacerles frente

06 feb 2023 . Actualizado a las 16:56 h.

La ciberdelincuencia se ha convertido en un quebradero de cabeza para las empresas. No solo para las multinacionales. Un 57 % de las pymes que sufren los ataques de los jáqueres tienen que cerrar sus puertas. Así lo desgrana un informe difundido por EIT Digital, Fundación Digital Global y Huawei del que se hace eco la firma Cloud.gal, empresa 100 % gallega que cuenta con un servicio de nube privada que busca que las compañías puedan llevar a cabo su transformación digital sin jugarse la supervivencia.

Los piratas informáticos han encontrado en las pequeñas y medianas empresas un filón al que atacar. Sus acciones buscan un único objetivo: destruir los sistemas y datos informáticos. Las consecuencias suponen desde la pérdida de la confianza por parte de los usuarios, a la paralización de los procesos y la pérdida de miles de euros.

«El cibercrimen se ha convertido en una pandemia digital», afirma Rafa Villaverde, CEO de Infonet.es y experto en ciberseguridad, cuya empresa busca lograr una transición segura hacia la nube. Con más de 20 años de experiencia, destaca que el «cibercrimen está moviendo un volumen de negocio casi equivalente al PIB de España, 1 billón de euros. El cibercrimen es actualmente una de las 15 economías más grandes del mundo, por lo que no estamos ante un enemigo pequeño al que poder subestimar».

Desde el pasado año, a su cartera de servicios añadieron cloud.gal, servicio de nube privada 100% gallega «cercana, transparente y con cuotas predecibles, que compite con gigantes del sector para ofrecer a las pymes gallegas una nube privada adaptada a sus verdaderas necesidades», explica el propio Villaverde.

Desde el covid, que motivó una transición a la carrera hacia el mundo digital, también se han disparado los intentos de robos a empresas a través de los temidos ciberataques. Esto ha mostrado la fragilidad de los sistemas de información y la falta de medidas para hacerles frente por parte de las compañías.

España, a la cabeza

Según los datos, España se sitúan entre los tres países del mundo con mayor número de delitos cibernéticos. Más del 86 % de las empresas nacionales han sufrido de forma reciente un fallo de seguridad que afectó a su negocio. Entre los principales tipos de ataques se encuentran «la denegación de servicios, el fraude financiero y el temido ramsonware, siendo este último el que está provocando mayores incidencias en las empresas al paralizar por completo su actividad», explica Villaverde.

El principal mecanismo de entrada es el correo corporativo, de ahí que el conocido como «fallo humano» sea el camino que eligen los ciberdelincuentes para golpear. «Los fallos en las comunicaciones, la pérdida de datos, el deterioro de las operaciones internas y sobre todo el daño a la marca» son los principales impactos que reciben las pymes al ver comprometidas su seguridad, cuestión que en el 57 % de las ocasiones acaba afectando directamente en las posibilidades de continuar con el negocio.

Aumento

Además de los problemas para que la empresa siga trabajando de manera eficiente, los ciberataques tiene un coste importante a nivel económico, lo que genera presión y pone en riesgo el capital y solvencia de las firmas. El coste medio de una entrada de los jáqueres se ha duplicado en los últimos años, pudiendo superar de media los 100.000 euros, una cifra que puede hacer temblar a más de una pequeña y mediana empresa.

A ello hay que sumar la reputación de la marca. «Una firma que se vea afectada, por ejemplo, por un ataque de denegación de servicio (DoS) o que sufra un secuestro de su información, puede perder la confianza de sus clientes, descartando estos la contratación de sus servicios, lo que puede acabar en el cese de la actividad», incide Rafa Villaverde.

A pesar de que las amenazas se cuentan por miles, e incluso millones a diario, las nuevas tecnologías que se están desarrollando también buscan luchar contra esta «enfermedad» del mundo digital. Existen maneras de implantar servicios y herramientas que permiten automatizar procesos y que, además de mayor seguridad, favorecen la mejora de la productividad y contribuyen a realizar más acciones en menos tiempo, como pueden son procesos de mecanización y transformación de la información.

Sin papeles

Uno de los objetivos de la transición digital pasa por la creación de las conocidas como «oficinas sin papeles», que crean ecosistemas de trabajo más seguros gracias a la implantación de estructuras tecnologías y herramientas que permiten garantizar esa protección. Bajo este fin, desde Cloud.gal ofrecen «productos y soluciones personalizadas, tras la realización de un estudio previo, para optimizar los servicios y costes a la necesidad de la empresa».

Las ventajas de la nube ya están encima de la mesa, y destacan por «mejoras en seguridad, facilidad para implementar el teletrabajo, contribuir ala sostenibilidad, ahorrar costes y disponer de verdadera resiliencia frente a las nuevas y complejas amenazas cibernéticas», explica Villaverde. En su caso, las más destacadas son el servicio de nube privada, Cloud Server; los escritorios virtuales para trabajar de forma segura desde cualquier lugar del mundo, Cloud Desktop; y las copias indestructibles, Cloud Backup. Tres pilares para garantizar que una pyme no acabe atacada y obligada a cerrar sus puertas por un culpa de un correo electrónico.