Por qué Portugal y por qué ahora. Las respuestas a esas preguntas las tiene muy fáciles el primer ministro: un paro del 7,8 % (dato de enero), un déficit del 1,2 %, una reducción de la deuda al 126 %, un crecimiento cercano al 2,7 %, el mayor del siglo, y un Gobierno que garantiza la estabilidad política y la ortodoxia económica, pese a contar con socios como el Bloco y el PC que están en contra del euro y en contra del pago de la deuda. Portugal ha logrado salir de la crisis y presenta hoy unos indicadores macroeconómicos que despiertan envidia fuera de sus fronteras y han generado un clima de estabilidad que ha llamado la atención de numerosas multinacionales.
El centro tecnológico se instalará en Oeiras, una población colindante con la gran capital. Dará servicio a Europa, Medio Oriente y África. La elección de Portugal para este tipo de inversión -no muy frecuente en Google fuera de Estados Unidos- se ha tomado entre una fuerte competencia, según dijo el primer ministro.
La llegada de Google a Lisboa es un éxito más del Gobierno en su apuesta por atraer empresas de nueva tecnologías, desde las pequeñas startup a la cumbre anual Web Summit, que reunió a finales del año pasado en Lisboa a las grandes firmas tecnológicas del planeta, así como a cientos de emprendedores e inversores. Recientemente también se anunció que se instalará en Lisboa el laboratorio mundial de Mercedes Benz para los coches sin conductor, con una plantilla de 150 ingenieros.
Centro logístico
Además, el Ayuntamiento de Oporto reconoce que existen «conversaciones» con la empresa estadounidense de comercio electrónico Amazon para instalar un centro logístico en esa ciudad, según fuentes municipales que, de momento, eludieron pronunciarse sobre cuestiones relacionadas con la marcha de las negociaciones. Según recogía la semana pasada el periódico Jornal de Negócios, Amazon ha tenido interés en entrar en Oporto desde el 2016 y ya habría escogido localizarlo en Boavista, en la zona occidental de la ciudad.
Quien piense que el salario mínimo de 580 euros es el único aliciente para el inversor se equivoca