Travesura

Manuela Belástegui

AL SOL

07 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Soy una muñeca de papel también conocida como mariquita recortable. Tengo dos coletas rubias y estoy en paños menores. Detalle obvio con una breve observación de mi figura. Y máxime, si os cuento, que mi dueña nunca me viste. Laurita es una mocosa con espíritu travieso. Es gracias a esta cualidad que tengo una vida nueva.

Todo empezó cuando quiso probar que yo, volaba. Porque , según ella, yo era una mariquita. Su mente infantil asoció «mariquita» a insecto. Laurita esperó a que su madre la creyera dormida. Para la ocasión me puso un vestido azul, con lazada atrás, de manga corta. Ajustó muy, muy bien los cuadrados de cartón del vestido a mis hombros y a la cintura. Después me agarró por la cabeza. Descalza. Abrió la ventana. Estiró un brazo y me lanzó gritando:

— ¡Vuela, vuela mariquita!

¿Y qué pasó?, os preguntaréis. Pues... que no, no volé.

Pero no os asustéis. La caída no fue tan mala. Aterricé encima de un geranio del balcón del piso de abajo. Estuve con los ojos cerrados, probablemente semiinconsciente, hasta que..

— ¡Mira qué belleza tenemos aquí! — Dijo una voz de mujer.

Abrí los ojos. Hacía sol. Era rubia de peluquería. De ojos marrones. Con una sombra densa de color azul. Sus labios pintados de fucsia dibujaban todo el rato una sonrisa. Me levantó con amor o, ¿qué se yo? En su muñeca se movían cinco pulseras doradas. Todo el tiempo decía: «¡Qué belleza! ¡Eres preciosa!».

Sacudió la tierra de mi vestido y sin preguntarme nada. Me besó. De mis ojos brotó agua o ¿qué se yo?

Manuela Belástegui. Ama de casa. 51 años. A Coruña.