Soñar, escribir y vender

María Jesús Martínez

AL SOL

25 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Manuela dobló la esquina y se topó con él cuando se separaba de un hombre que le deseaba suerte. Caminaron calle abajo durante un trecho. Él iba un poco más adelantado. Manuela lo miraba con curiosidad.

Era más joven que ella, treinta y tantos, le calculó. Buen aspecto. Pantalones negros y cazadora de cuero negra. El gorro de lana le daba un aire bohemio. Llevaba colgada del hombro una amplia cartera de cuero con una gran solapa. Suerte por qué, se preguntaba. De pronto él frenó, se volvió y se dirigió a ella. Manuela no se detuvo.

Me querrá vender algo, pensó. Él introdujo la mano en la cartera y extrajo un libro. «Soy escritor y estoy promocionando mi libro», comenzó a decirle. Caminaban a la par, él parloteaba con el libro en la mano y ella apenas le miraba de soslayo. «El libro gusta, lo sé por Instagram.

Te preguntarás por qué lo vendo así, en la calle. Porque tengo que dar de comer a mi mujer y a mi hija». No le creyó. Estuvo a punto de soltarle un lo siento, no me interesa, pero no lo hizo. «¿Cuánto quieres por él?» «Cinco euros para cubrir gastos, diez si te parece bien».

Manuela metió el libro en el bolso y siguió su camino. Le había pagado quince euros. Podía haberle dicho que ella también sueña y escribe, como él, pero no lo hizo. Tampoco le deseó suerte con la venta. Lo buscó en Instagram días después y curioseó sus stories. Escritor y poeta, se presenta en su perfil.

Manuela decidió entonces rescatar el libro de donde había quedado olvidado cuando lo sacó del bolso y lo dejó sobre la mesa, entre papeles y revistas. En ningún momento había ido a parar al estante privilegiado de los libros pendientes de leer. Lo hojeó.

Pocas páginas, poco texto por página…

Leyó el principio, el final, la dedicatoria…

La escritura de un soñador, como ella. Se preparó un café bien caliente y se dispuso a compartir con el vendedor ambulante de sueños sus Ecos perdidos de rimas encontradas.

María Jesús Martínez. Informática. 57 años. Oleiros.