Emily era una chica que vivía en Irlanda. Siempre leía libros de aventuras. Soñaba con ser aventurera. Un día decidió hacer lo mismo que los personajes de los libros que leía. También le gustaba hacer inventos. Por eso un día decidió inventar una media avioneta medio helicóptero, ya que le ayudaría a cumplir su sueño de ser exploradora. En cuanto tomó la decisión se puso manos a la obra con el invento al que le llamó Aviocóptero. ¡Tardó quince días!
Después hizo unas pruebas y despegó hacia su destino: el Polo Norte. Cuando ya casi estaba llegando empezó a escuchar un ruido bastante raro y el Aviocóptero empezó a caer en picado. Emily muy asustada empezó a tocar los botones del invento y ahí se dio cuenta de que se había olvidado de poner un paracaídas. Estaba en medio de la nada y no sabía qué hacer. En ese instante se le ocurrió saltar del Aviocóptero a un río e ir nadando hasta la orilla, y así lo hizo. Tuvo la suerte de que el río era pequeño y tuvo que nadar poca distancia. Después se fue corriendo a buscar ayuda cuando de repente vio algo raro a lo lejos. Se dirigió hacia allí silenciosamente y al estar a unos tres metros de distancia vio un animal muy raro. Ella estaba muy informada sobre los animales pero ese no lo reconocía.
Al instante supo que había descubierto una nueva especie de animal. Se acercó un poco más y le puso la mano delante de su gran hocico y dejó que le oliera. Al animal le salieron alas y empezó a hablar, Emily estaba boquiabierta. El animal le empezó a preguntar cosas y no respondía. Cuando ella empezó a coger confianza le preguntó si le podría llevar a su casa y el animal le respondió que él encantado. Ella se lo agradeció y sin perder más tiempo se fueron hacia Irlanda. Al llegar Emily les contó a todos que había descubierto una nueva especie de animales, y cuando el animal empezó a hablar todos se quedaron boquiabiertos como Emily al conocerlo. Escribió un libro contando como era la especie de animal que había descubierto, consiguió fama mundial y se hizo la mejor amiga del animal.
Julia Miriam Freire Sánchez. 10 años. A Coruña. Estudiante