El fútbol sala y la toma de decisión

El paso del fútbol sala al fútbol, y viceversa, en la alta competición, es mucho más complicado porque ya tienes unos automatismos y unas características tanto físicas como técnicas adaptadas a cada deporte. Pero hay jugadores, como es el caso ahora que se ve con Yahya Jabrane, con la capacidad para adaptarse a ambos. En las etapas de formación, hasta los 15 o 16 años, los jugadores sí tienen una mayor facilidad para adaptarse a ambas disciplinas y muchos así lo han hecho. Compatibilizar fútbol y fútbol sala es incluso positivo en las etapas de aprendizaje. Muchas veces pensamos solo en el aspecto técnico como punto de ayuda de un jugador que se pasa del fútbol sala al fútbol, pero no es el más importante. Lo es mucho más el hecho de acostumbrarse a una práctica intensa. Los niños que juegan hasta cadetes en fútbol cinco consiguen tener una participación continua en el juego que les ayuda en el punto de vista táctico, en la toma de decisiones. Precisamente por eso, en el entrenamiento de fútbol se ha tendido a la reducción de espacios porque así la participación del futbolista en la sesión es mucho más alta. Y si encima juegas partidos de fútbol sala, se produce ese enriquecimiento táctico.

Recuerdo otro caso así en alto rendimiento. Un brasileño que jugó en Primera División en España, en el Papeles Beltrán Alcantarilla y luego acabó destacando en el Inter de Milán. Gilberto, se llamaba, y de hecho acabó disputando dos Mundiales con la selección Canarinha (Alemania 2006 y Sudáfrica 2010). La toma de decisiones tanto ofensivas como defensivas las mejoras en el fútbol sala, que te permite adquirir más conocimientos sobre el juego.

Yahya Jabrane, el albañil que hace historia al jugar con Marruecos los mundiales de fútbol y fútbol sala

Iván Antelo

De trabajar con la paleta desde niño, a unas semifinales de la Copa del Mundo de Qatar 2022

El Mundial de Catar esconde historias maravillosas. Iguala a estrellas que ocupan portadas y derrochan contratos multimillonarios con futbolistas humildes, con infancias difíciles, que han tenido que trabajar muy duro para sobrevivir dentro y fuera del fútbol. Y en algunos casos ganan incluso estos últimos. Es lo que ocurre, por ejemplo, con Yahya Jabrane (Settat, 1991), veterano pivote del Wydad, que ha podido debutar en la Copa del Mundo de Catar con Marruecos sin haber jugado nunca en una liga competitiva. De hecho, trabajaba de albañil hasta no hace mucho, sin grandes esperanzas de que el balón sirviera para llevar dinero a casa.

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