El duelo contra España, guinda para los gallegos de Marruecos

MÍRIAM V. F. VIGO / LA VOZ

QATAR 2022

CEDIDA

El vigués Eduardo Domínguez y el redondelano Juan Solla cumplen un sueño al poder vivir desde dentro el Mundial y lo redondean midiéndose al equipo de su país

05 dic 2022 . Actualizado a las 20:08 h.

«Enfrentarnos a España sería la leche para mí». Lo comentaba Eduardo Domínguez a pocos días de comenzar el Mundial y a buen seguro que Juan Solla lo hubiera suscrito. Se cumplió para el vigués y el redondelano, miembros del cuerpo técnico de la selección de Marruecos que hoy se enfrenta al combinado de Luis Enrique. Para ambos era un sueño poder vivir desde dentro la cita de Catar y, más, vérselas con el equipo de su país.

La posibilidad de incorporarse a Marruecos le surgió a Domínguez a través del técnico con quien ha compartido varios proyectos en los últimos años y vivido experiencias internacionales anteriores, Luis García Plaza. Fue él quien le comentó que se avecinaba un cambio en el cuerpo técnico del conjunto africano y que estaban en busca de un preparador físico.

El vigués, que había renunciado en mayo del 2020 al año de contrato que tenía por delante en el Sporting de Gijón —a donde llegó de la mano de David Gallego—, estaba libre, de vuelta en Vigo a la espera de nuevos retos. Así, una vez que supo de esta oportunidad, mantuvo varias entrevistas con el seleccionador, Walid Regragui, y tras llegar a un entendimiento con él, cerró su contratación con la Federación. Fue el pasado agosto cuando se puso manos a la obra con este proyecto.

Y fue su incorporación la que propició la de un segundo gallego, Juan Solla. Porque el combinado marroquí necesitaba un ayudante a mayores y Domínguez propuso a Solla, otro técnico con una amplísima trayectoria, gran parte de ella al lado de Javi Gracia, y que actualmente, además de afrontar este cometido, es director del departamento de desarrollo de talento del Olympique de Marsella, donde trabaja junto al moañés Miguel Alonso desde el pasado verano.

Juan Solla en un entrenamiento de la selección marroquí
Juan Solla en un entrenamiento de la selección marroquí

Uno y otro tenían experiencia internacional anterior, pero nunca habían trabajado con equipos nacionales ni mucho menos estado en una cita mundialista. «Llevaba 27 años en clubes de diferentes países y siempre sueñas con participar en una final de Champions, un Mundial o una Eurocopa», explicaba a La Voz Domínguez hace unas semanas.

Considera que esta ocasión le llega en un momento de madurez profesional, después de haber pasado por multitud de entidades tanto en España como en el extranjero. Su etapa más larga fue en el Celta, el club de su ciudad, del que se despidió en el 2004 tras once temporadas. Posteriormente, y de la mano de Miguel Ángel Lotina —con quien coincidió en el club celeste,— pasó por el Espanyol, la Real Sociedad y el Deportivo.

Sus siguientes desafíos profesionales también tuvieron su origen en su etapa celeste. De la mano de Valeri Karpin, jugador del equipo vigués cuando él era preparador físico del club, llegó al Spartak de Moscú en el 2012 para luego acompañar también al estonio en su paso por el Mallorca (2014/2015).

Eduardo Domínguez en el entrenamiento marroquí
Eduardo Domínguez en el entrenamiento marroquí

A continuación, Domínguez unió sus pasos a los de Luis García Plaza con dos nuevas experiencias lejanas más: en el Baniyas de Abu Dabi y el Beijing chino. A estas les siguió el Villarreal y su último trabajo lejos de España hasta el actual, el Al Shabab.

En cuanto a Solla, su trayectoria, que incluye un paso por las categorías inferiores del Celta, ha estado ligada a la de Javi Gracia desde el año 2007, en el Pontevedra. Le ha acompañado en la mayoría de sus equipos desde entonces, también trabajando para clubes de fuera de España como Rubin Kazan, Watford o Al-Sadd SC.

El éxito de pasar de la fase

Para la selección de Marruecos, haber logrado superar la fase de grupos es un éxito. Lo consideraba así ya a priori Eduardo Domínguez: «Tenemos una selección con futbolistas de mucho talento que juegan en Europa. Pasar de la fase de grupos sería un éxito, ya que solo se ha conseguido una vez en cinco participaciones. En ello estamos», decía aún sin saber que lo conseguirían a costa de Bélgica y Canadá. Ahora, ese pase ya es una realidad, como ese cruce con España que para ellos supone redondear una vivencia única.