Países Bajos abría el fuego junto a Estados Unidos en los octavos del Mundial, y en la primera parte ya dejó media eliminatoria sentenciada, y lo hizo bajo las mismas premisas con las que se clasificó de forma pragmática en la primera fase, excepto en el acierto de cara a la portería.
El seleccionador estadounidense tenía una idea muy clara de lo que debía hacer contra los neerlandeses, imponer un ritmo alto desde el principio, atacar espaldas y costados en velocidad de los tres centrales, siempre muy cerrados por dentro, y aprovechar oportunidades sabiendo que en una eliminatoria el margen de respuesta es muy diferente al de una fase de liguilla. Y esto lo consiguió en los primeros 5 minutos, nada más. Hicieron una puesta en escena perfecta y con una ocasión muy clara de Pulisic, que no acertó a marcar, dejaron claro sus intenciones. Pero a los diez minutos Depay, en una gran transición coral, apagó la luz de los norteamericanos y no solo eso, los desenchufó y desactivó obligándoles a atacar en posicional, lo que es lo mismo, atacar al revés de su estilo, lo cual los hizo previsibles y al mismo tiempo víctimas perfectas de las transiciones neerlandesas como la que concluyó con el segundo gol, casi calcado al primero en ejecución. En la segunda parte los americanos tiraron de orgullo e intentaron volver a aplicar ritmo, pero la selección neerlandesa, en el paraíso de las transiciones, tiró de oficio y ni siquiera el gol de los norteamericanos les hizo dudar en cuanto a la determinación de saber que iban a llevarse la eliminatoria, refrendando esto con un gol definitivo.
Vaya por delante que los partidos de Países Bajos en la primera fase me parecieron soporíferos, buscando siempre la ley del mínimo esfuerzo y, salvo el acierto de Gakpo, con pocas cosas que reseñar. Solo los datos, sin derrotas, un gol encajado y siete puntos, les dieron la razón.
Pero es que esta selección ya no es la que era y de la mano de un experto como Van Gaal buscan una nueva generación que los devuelva a la primera línea mundial. Y lo hacen con una columna vertebral basada en Van Dijk, De Jong y arriba Depay, unida a carrileros potentes y profundos como Dumfries, más apariciones estelares como las de Gakpo.
Países Bajos ya está en en cuartos y sirva como dato curioso que la historia de esta selección nos dice que, o no se clasifica para los mundiales, o cada vez que participa hace finales o semifinales, o lo que es lo mismo, contemos con Países Bajos como candidato.