Leo Messi y su gol milenario

Carlos Peralta
Carlos Peralta REDACCIÓN / LA VOZ

QATAR 2022

Friedemann Vogel | EFE

Desatascó un duelo enrevesado con su primer tanto en eliminatorias de un Mundial, que coincide con el partido número mil de su carrera

04 dic 2022 . Actualizado a las 12:25 h.

Argentina regresó a los cuartos de final de la Copa del Mundo tras superar a Australia en un partido sin demasiadas acciones en ambas áreas. Un encuentro con un primer capítulo insulso que, como dice el manido tópico futbolístico, se decidió por detalles. La Albiceleste dominó la primera mitad. Tuvo la posesión, encerró a los oceánicos en su campo y, pese a ello, apenas inquietó el marco de Matt Ryan.

Leo Messi, nombrado mejor jugador del encuentro, sacó a su equipo (y a los miles de argentinos que ocupaban las gradas del Ahmad bin Ali) del letargo. Lo hizo con un gol que es, desde hace tiempo, marca de la casa. Un disparo raso que superó una maraña de piernas australianas para entrar, al filo del poste, dentro de la portería de los socceroos. El tanto del rosarino fue el único disparo entre los tres palos registrado en una primera mitad sin alardes. Argentinos y australianos sumaron, cada uno, un disparo más que no llegaron a dirigirse entre los tres palos.

Messi desatascó un partido en el que añadió una efeméride más a su extensa hoja de servicios. El diez de la Albiceleste sumó mil partidos como futbolista profesional. 169 de ellos los vivió con la selección, mientras que el Barcelona disfrutó del grueso de su experiencia en la élite, con 778 duelos. Su actual club, el PSG, presenció al astro sudamericano en 53 encuentros. Y, con el de ayer, acumula 788 goles.

Más cerca de Batistuta

También les quitó argumentos a sus detractores con su primer tanto en las eliminatorias de un Mundial. Messi suma con el conseguido ante los oceánicos nueve goles, a uno del récord de Argentina en este campeonato, en manos de Gabriel Batistuta.

Empezó el segundo tiempo con un cambio, a priori de corte defensivo: se retiró el Papu Gómez y entró el defensa central Lisandro. A los dos minutos, segunda intentona de Messi. El rosarino recibió en la media luna del área y conectó un disparo centrado, sin problemas para Ryan. El ex de la Real Sociedad se vio más apurado poco después, cuando un mal control se convirtió en una pérdida que aprovechó Alvárez para convertir el segundo.

Messi, ya con el partido encarrilado, probó una jugada maradoniana en el torneo que canonizó al Diego. Recibió en campo propio, se dio la vuelta con un quiebro a Souttar, dejó atrás a dos oponentes, llegó al área rival, enlazó una pared con Lautaro y, tras recortar a un zaguero, no llegó a conectar un disparo certero.

Todavía dejó dos alardes de calidad. Generó una asistencia para insuflar confianza a Lautaro, pero el interista desperdició el envío del rosarino. Y, para acabar, repitió un truco clásico de su chistera: dibujó una parábola con su zurda que rozó la cruceta del marco de Ryan.