Luis Suárez, el pistolero que fue portero

QATAR 2022

Ronald Wittek | EFE

Luis Suárez, al borde del precipicio con Uruguay, no se arrepiente de detener con la mano una acción de gol de Ghana en el Mundial del 2010

02 dic 2022 . Actualizado a las 10:21 h.

Uruguay, la doble campeona mundial, se juega el todo por el todo ante Ghana. «Hablando mal y pronto, es plata o mierda», apuntó Sebastián Abreu, ex del Deportivo y de la selección charrúa, en Canal 12. El atacante resolvió a lo Panenka la pena máxima decisiva de los cuartos de final entre el equipo celeste y Ghana en el Mundial del 2010 en Sudáfrica. Uruguay volvió a pisar unas semifinales. Lo hizo sin Luis Suárez, que fue expulsado debido a que detuvo con la mano un disparo de Ghana en los últimos minutos. El ariete africano Gyan remató al postev el penalti concedido por la infracción de Suárez ante el portero Muslera, hoy suplente en Catar.

Ya en la tanda de penaltis, el Loco Abreu hizo el resto con una definición para la historia que le otorgó el triunfo a los sudamericanos. Luis Suárez no se arrepintió de su agónica parada. Más bien, al contrario. El delantero comparó su acción con otra mano histórica: «Vale la pena ser expulsado de esta manera. Sufrimos hasta lo último, pero la mano de Dios la tengo yo ahora».

El serbio Milovan Rajevac era el técnico de Ghana en el Mundial del 2010. En las botas de Gyan recayó la responsabilidad de clasificar, por primera vez, a un combinado africano a las semifinales de la Copa del Mundo. Rajevac, pese al fallo de su pupilo, cargó contra Suárez: «Algunos dicen que es un héroe y ahora él está orgulloso. Piensen un poco. No es un héroe, es un vulgar tramposo. ¿Qué mano de Dios? Fue la mano del diablo».

Han pasado ni más ni menos que doce años. Y, sin embargo, el tiempo no ha variado ni lo más mínimo su parecer. «No me voy a disculpar por haber tocado el balón. Yo no fallé el penalti, fue otro jugador. Me disculparía si hubiera visto la roja por lesionar un jugador», apuntó el ex de Barcelona y Atlético, que señaló que, en cambio, sí que pidió perdón tras su sonada expulsión en el Mundial posterior, en Brasil, tras su reprochable mordisco al italiano Chiellini. Un incidente que propició cambios en la reglamentación de la FIFA. En la Copa del Mundo de Rusia del 2018, la regla número 12 incluyó un apartado que aclaraba que «entre las infracciones merecedoras de expulsión, se incluyen las siguientes: comportarse de manera agresiva o con intimidación física (por ejemplo, escupir o morder) con un jugador».

De la tragedia sufrida por lo ghaneses en el Soccer City de Johannesburgo solo existe un superviviente en la convocatoria del seleccionador Otto Addo, André Ayew. El delantero del Al-Sadd solo quiere mirar al presente: «Revancha o no, saldremos con la misma determinación y deseo de victoria porque queremos clasificar».

Un equipo sin gol

Ghana tendrá que aplicarse en defensa si quiere regresar a los octavos. Los africanos han encajado gol en sus últimos nueve partidos en citas mundialistas. En Catar, concedieron cinco tantos en dos partidos. Enfrente tendrán a una selección repleta de goleadores ilustres que, sin embargo, adolecen de su acierto habitual. El combinado de Diego Alonso todavía no sabe lo que es celebrar un gol en la península arábiga. Edinson Cavani es, junto a Suárez, uno de los delanteros más importantes de la historia reciente de Uruguay. Presumiblemente, ambos viven su último Mundial con su selección. El atacante del Valencia, titular en la derrota de los suyos ante Portugal, lanzó varios dardos a su entrenador tras ser preguntado sobre qué debe hacer su equipo para conseguir el ansiado pase a los octavos: «Pregúntenle a Alonso. Él les puede explicar, a veces las cosas salen y otras no». El técnico, cauto, le quitó hierro al asunto. «Los jugadores vinieron a hablar conmigo y aclaramos el tema. No ha pasado más nada», apuntó el preparador charrúa, que descartó a Araújo para este partido.

Ghana estará en los octavos si consigue vencer a Uruguay o, en caso de empate, si Corea del Sur no vence por dos goles o más al equipo de Cristiano. Los uruguayos están obligados a vencer, pero deben esperar un favor de Portugal en forma de victoria o empate ante Corea del Sur. Asiáticos y charrúas están empatados con un punto, por lo que en caso de que ambos logren el triunfo, los charrúas deberán remontar el tanto de desventaja con el que cuentan en su diferencial.