El último tango de Leo Messi

rubén maneiro MUNDIAL CON-CIENCIA

QATAR 2022

Rodrigo Jiménez | EFE

26 nov 2022 . Actualizado a las 23:01 h.

Decía el profesor Paco Seirul-lo que el fútbol es el juego de los juegos, por su enorme complejidad y su bajo tanteo en el marcador. Como cada partido es único e irrepetible, los resultados pasados rara vez sirven para predecir el comportamiento futuro.

Argentina y México llegaban al derbi americano con estadísticas muy similares tras su primer enfrentamiento contra Arabia Saudí y Polonia, respectivamente. Parecidos porcentajes de posesión (66-54 %), mismo número de pases en campo rival (182-188), misma precisión en el pase (85-84 %), pérdidas similares (52-57), mismas llegadas al último tercio del campo (40) y tiros a portería (12-11). En cambio, los datos disponibles de su enfrentamiento particular han tumbado este equilibrio.

La primera parte nos dejó a una Argentina que fue un manojo de nervios, como si estuviese jugando una prórroga desde el minuto uno. Precipitación en el pase, nervios en las combinaciones y una nula capacidad de encontrar luz entre el enmarañado sistema defensivo mexicano. Su fútbol se reducía no a la sinergia colectiva, sino a la capacidad de sus individualidades de poder desequilibrar el marcador. A pesar de terminar los primeros 45 minutos con un 70 % de posesión, y con más llegadas al último tercio del campo (16 VS 10), el xG (goles esperados), era favorable a México (0.24 VS 0.04).

A la vuelta del descanso, el partido de Argentina seguía siendo una decepción. Con más de 40 pérdidas de balón, apenas seis recuperaciones en campo rival, y un xG inferior al de su rival, México se envalentonaba. Pero el fútbol es conocido también por sus episodios caprichosos e impredecibles. En el minuto 64 Messi recibe un buen balón de su mejor socio en este equipo, Ángel Di María, y consigue adelantar a Argentina en el marcador. Cuántas veces en el pasado el Fideo ha sido el facilitador ofensivo de este equipo. Veinte minutos después, Enzo Fernández sentenciaba el partido con un gol con procedencia en saque de esquina. No es desdeñable este dato, habido cuenta que es una acción que según diferentes estudios tiene efectividad del 2 %.

Messi se enfrenta el miércoles al que puede ser su último tango en este Mundial. Argentina depende de sí misma. Lo peor, su pareja de baile: la Polonia de Lewandowski.

Argentina

Ránking FIFA: 3

Mundiales: 17

Partidos en Mundiales: 83

Sistema de juego: 1-4-2-3-1

Goles en juego: 1

Goles balón parado: 1

Posesión: 49 %

Duración posesiones: 20

Pases: 560

Pases campo rival: 217

Precisión en el pase: 88 %

Pérdidas: 51

Robos en campo rival: 6

Centros: 10

Centros rematados: 2

Córneres: 4

Llegadas último tercio: 31

Tiros: 6

Tiros a portería: 3

Tiros bloqueados: 0

xG Goles esperados: 0.28

xG Juego dinámico: 0.11

xG Balón parado: 0.17

xG a portería: 0.80

MVP: Leo Messi

México

Ránking FIFA: 14

Mundiales: 16

Partidos en Mundiales: 59

Sistema de juego: 1-3-5-2

Goles en juego: -

Goles balón parado: -

Posesión: 34 %

Duración posesiones: 17

Pases: 409

Pases campo rival: 121

Precisión en el pase: 80 %

Pérdidas: 55

Robos en campo rival: 9

Centros: 8

Centros rematados: 2

Córneres: 2

Llegadas último tercio: 23

Tiros: 3

Tiros a portería: 1

Tiros bloqueados: 1

xG Goles esperados: 0.26

xG Juego dinámico: 0.04

xG Balón parado: 0.22

xG a portería: 0.25

MVP: César Montes