Louis Van Gaal, siempre positivo en su batalla contra el cáncer

Iván Díaz Rolle
iván rolle REDACCIÓN / LA VOZ

QATAR 2022

MARTIN DIVISEK | EFE

Jubilado tras varios mazazos personales, aceptó el timón de la selección de los Países Bajos mientras se enfrentaba en silencio a un agresivo tumor de próstata

25 nov 2022 . Actualizado a las 10:25 h.

Como si fuese ajeno al castigo del tiempo y a sus consecuencias, Louis Van Gaal (Ámsterdam, 1951) afronta pleno de fuerzas su último desafío deportivo en el Mundial de Catar tras conducir a los Países Bajos hasta la ronda de semifinales en Brasil 2014. Aunque muchas cosas ocurrieron durante estos ocho años. Ni el singular técnico cuajó en el Manchester United, ni su selección progresó durante su ausencia, perdiéndose incluso la Copa del mundo de Rusia y sin superar los octavos de final en la Eurocopa.

El reencuentro era inevitable, a pesar de que el también exentrenador del Barça, el Ajax y el Bayern había dado por zanjada su carrera, afectado por el fallecimiento de dos familiares. Ni siquiera un diagnóstico «bastante agresivo» por un tumor de próstata le impidió regresar a los banquillos y convertirse, en su tercera experiencia con la Oranje, en el tercer seleccionador más veterano en un Mundial, hoy, cuando se mide a Ecuador por el liderato del grupo A y encarrilar el pase a octavos (17 horas, Gol Mundial), con 71 años y 109 días.

«Pasé 25 sesiones de radioterapia. Luego tuve que esperar cinco o seis meses para ver si habían hecho su trabajo. Y lo hizo», confesó un hombre que avisó a la federación de su enfermedad cuando aceptó el cargo en el 2020 y se apoyó en sus allegados sin hacerlo público hasta el pasado mes de marzo. «Por supuesto que se lo he dicho a mis amigos y familiares, pero mi entorno lo ha mantenido en silencio y eso ha sido hermoso», contó. 

Huía de noche para tratarse

A los futbolistas a sus órdenes los mantuvo ajenos a todo el proceso. «No le dices eso a la gente con la que trabajas porque eso les influye, así que pensé que no deberían saberlo», explicó en RTL4. «En cada período de mi etapa como técnico de la selección nacional he tenido que salir por la noche para ir al hospital sin que los jugadores se enteraran hasta ahora», concretó un Van Gaal que entraba al hospital por la puerta de atrás para no ser visto y en abril ofreció una conferencia para dar la mejor noticia posible: «Estoy curado».

Su batalla contra el cáncer no le hizo desatender además su trabajo en una selección que, quizá sin los grandes nombres de antaño, aunque liderada por figuras como Frenkie de Jong y Virgil Van Dijk, sueña en grande en Catar, tras haber alcanzado ya tres finales mundialistas sin éxito. «Jugaremos un gran torneo por él», prometió el central del Liverpool y capitán de una selección holandesa que con Van Gaal al frente está invicta tras 17 encuentros, 13 de ellos ganados.

Por la fama de testarudo que volvió a hacer palpable durante su convivencia con el tumor, es difícil poner techos a un entrenador del que se recuerda su holandización del Barcelona, pero menos que fue el primero en apostar por Andrés Iniesta, Carles Puyol, Xavi Hernández o Víctor Valdés. «Siempre negativo, nunca positivo», le recriminó a la prensa en el Camp Nou un Van Gaal que prefiere pensar siempre en positivo.