Leon Goretzka, un activista social en el Mundial de Catar

QATAR 2022

Ronald Wittek

El centrocampista de Alemania, que debuta hoy contra Japón, ya protagonizó un gesto contra la homofobia contra Hungría y se ha manifestado contra la celebración del Mundial en el estado árabe

23 nov 2022 . Actualizado a las 08:54 h.

«Si yo, como deportista, sé que soy muy escuchado y seguido, puedo aprovechar esto de forma diferente y no solo para mostrar el gran coche que conduzco». Si algo tiene claro Leon Goretzka es que, desde su posición privilegiada, puede dar voz a colectivos y causas menos visibles. Así lo ha demostrado públicamente durante los últimos años. Y, con la celebración del Mundial en un país como Catar, sus críticas no han hecho más que aflorar.

La realidad del país anfitrión es bien conocida por todos. Pero solo unos pocos se atrevieron a ir en contra del estado árabe. Uno de ellos fue el centrocampista nacido en Bochum. Khalid Salman, uno de los embajadores del torneo, afirmó en un documental que la homosexualidad es «un daño en la mente». Goretzka no tardó en estallar y en dejar claro que, para él, la homofobia en Catar es de otro milenio: «Es muy opresivo. Eso no es lo que queremos defender y lo que ejemplificamos. Es absolutamente inaceptable hacer tal declaración». Una muestra más que se unió a su repertorio. Un tiempo antes, el futbolista de 27 años afirmó que habría preferido competir en una Copa del Mundo en el apogeo de su carrera en un país diferente. «El hecho de que la situación de los derechos humanos en un país no fuera parte de los criterios de candidatura fue un gran error», añadió.

Aunque él no se pone la etiqueta de activista, lo cierto es que se manifiesta sobre los temas que afectan a la sociedad. El racismo, los derechos humanos y la homosexualidad son temas muy recurrentes para el jugador del Bayern de Múnich. «No podemos estar orgullosos de que haya poco racismo. El objetivo debe ser nada de racismo», subrayó en el 2019, opinando que la diversidad de la selección alemana enriquece al equipo.

Pero Goretzka no solo ha hablado, sino que también ha actuado. Junto con su compañero Joshua Kimmich, con la llegada del covid-19, crearon la plataforma We kick corona. Un fondo para ayudar a organizaciones sociales y entidades sanitarias que luchasen contra el virus. Además, ambos jugadores donaron un millón de euros para dicha causa.

Un gol a la homofobia

Pero fue otro gesto del centrocampista el que pasó a la historia. En la pasada Eurocopa, Alemania se enfrentó a Hungría. El Gobierno de Viktor Orbán acababa de aprobar leyes homófobas y, desde el combinado teutón, quisieron mostrarse en contra. Solicitaron iluminar el exterior del estadio con los colores de la bandera LGTBI. La UEFA lo rechazó. Pero eso no frenó a Leon Goretzka de mostrar su apoyo al colectivo. El de Bochum anotó el tanto decisivo del partido. El que metía a la Mannschaft en octavos de final y dejaba fuera del torneo a Hungría. Después de marcar, acudió a celebrarlo ante los seguidores húngaros y, con sus manos, formó el símbolo del corazón. Su protesta particular contra las nuevas leyes.

«Espero que algún futbolista se declare gay durante mi carrera. Estoy seguro de que los fans abordarían el tema con mucha más naturalidad de lo que a veces pensamos», llegó a decir en una ocasión.

Firme por la democracia y la igualdad, Leon también tiene muy presente el Holocausto. El futbolista, que se derrumbó en su visita a Dachau, ha criticado duramente al partido ultraderechista alemán y ha donado dinero a Auschwitz.

Los alemanes pierden a Leroy Sané y Gaku será titular con los nipones

Alemania se enfrenta hoy a Japón (14.00 horas, Gol Mundial). Un partido en que la Mannschaft quiere iniciar con una sonrisa su aventura mundialista y poner la primera piedra en su proceso para recuperar el favoritismo, ante un combinado nipón dispuesto a ser un aspirante serio. Lo harán sin Leroy Sané, que será baja por molestias en su rodilla derecha. El extremo del Bayern de Múnich fue el único que se ausentó del entrenamiento de ayer.

Este partido volverá a estar marcado por la ausencia del brazalete OneLove, que se habían comprometido a portar ocho selecciones —entre ellas, Alemania—. «El objetivo del brazalete era dar ejemplo, que es lo que quería el equipo. La FIFA puso freno a esto y amenazó con sanciones. Había muy poco margen para los equipos que jugaron el lunes. El brazalete es un signo de diversidad y de los valores que representamos y vivimos. Nos tratamos con mucho respeto y aprecio, pero cuando se trata de aprecio y respeto, algunos no lo ven así», señaló Hansi Flick en la rueda de prensa previa al partido.

El técnico germano también destacó la importancia de la ausencia de Sané. «Es una pena, es un jugador que marca la diferencia. Hay opciones de que pueda jugar el domingo contra España. Estamos trabajando con el equipo médico sobre eso», indicó Flick.

«Nuestro objetivo es el título. Hemos entrenado muy bien en los últimos días y estamos preparados para el partido. El grupo es muy fuerte pero afrontamos los compromisos muy positivamente. Estamos contentos de empezar», añadió Flick, que se estrena en una gran cita.

La aparición de Shibasaki

Por su parte, Take Kubo, centrocampista de Japón, consideró que para su selección será «importante no cometer errores». «Si las cosas no van bien, podemos impacientarnos», añadió el zurdo realista. Mientras, el técnico nipón, Hajime Moriyasu, afirmó que el objetivo de su equipo es salir a por la victoria: «Nos hemos preparado bien para todos los partidos del torneo en los que buscamos llegar lejos consiguiendo los mejores resultados». Entre los elegidos por el seleccionador de Japón para el once estará Gaku Shibasaki, exjugador del Deportivo.