Messi: «Es un momento especial, quizás mi último Mundial»

Javier Asprón COLPISA

QATAR 2022

ABIR SULTAN | EFE

El astro argentino protagoniza una multitudinaria rueda de prensa en el Centro de Convenciones de Doha a un día del estreno de la Albiceleste

21 nov 2022 . Actualizado a las 22:12 h.

Un auditorio de generosas proporciones atestado de periodistas de todas las nacionalidades. Una inmensa cola en la puerta y un repentino límite de acceso para las cámaras por falta de espacio. Acabaron pasando solo las televisiones con derechos. La rueda de prensa de Leo Messi en la previa del debut de Argentina ante Arabia Saudí se convirtió, este sí, en un evento planetario.

Una de las ventajas de tener a 32 selecciones comprimidas en Doha es que todas ellas están obligadas a pasar por el Centro Convenciones de Doha para las ruedas de prensa oficiales. Y Argentina, la FIFA o quien sabe si el propio Emir de Qatar eligió que fuera Messi quien acompañara al seleccionador Lionel Scaloni antes del debut. En orden cronológico era la segunda estrella en aparecer por la sala de conferencias número 1 después de que ayer lo hiciera Gareth Bale. Pero el revuelo que formó el galés quedó en nada comparado con todo lo que arrastra Messi.

En total, fueron diez preguntas las que respondió el astro argentino. Veinte minutos de exposición en los que se mostró pausado y relajado. Sin inmutarse ante la que había formada delante de él. «Es un momento especial, quizás mi último Mundial y la última oportunidad de lograr este sueño», dijo en el extracto más representativo de su comparecencia. Casi todas las preguntas se centraron en saber «cómo se encuentra». Si está lesionado o no (dijo que no), si es más feliz que nunca, si llega mejor preparado que otras ocasiones... Él se extendía en las respuestas sin decir demasiado, aunque insistió en la madurez y en el final de un camino: «La edad te hace ver las cosas de otra manera y darle importancia a los pequeños detalles que antes no me daba cuenta. Hoy está por encima el disfrutar a cualquier cosa».

Al acabar, un leve murmullo, un «ohh» de tristeza porque, al parecer, a la prensa le pareció poco de Messi. Y al levantarse el ídolo, un aplauso iniciado por la prensa argentina y secundado por buena parte del auditorio. A partir de ahí, carreras para una última fotografía y gritos para llamar la atención del argentino. Para cuando se retiró la estrella y salió a hablar Scaloni el aforo se había reducido a la mitad. Como si a Qatar le hubieran metido dos goles antes del descanso.