El centrocampista del United, que sufrió un paro cardíaco en el debut de Dinamarca en la Eurocopa, se presenta en el Mundial y completa su particular renacimiento del fénix
21 nov 2022 . Actualizado a las 20:33 h.Dinamarca es una de las selecciones más atractivas del panorama futbolístico actual. Semifinalista en la Eurocopa multisede disputada en el verano del 2021, el combinado dirigido por Kasper Hjulmand es más allá del grupo de habituales favoritas en los Mundiales, uno de esos equipos tapados que difícilmente pueden aspirar a ganar un gran torneo pero que en un buen día concreto le pueden ganar a cualquiera.
En Catar la otrora Dinamita Roja se planta después de una fase de clasificación prácticamente impoluta. Sus nueve victorias y una sola derrota en el camino hacia el Mundial convirtieron al conjunto nórdico en el mejor equipo del Viejo Continente junto a Alemania en la pelea por el billete mundialista. Junto al buen desempeño en la Eurocopa, son registros que advierten a propios y extraños del potencial de un grupo que cuenta con un nombre por encima de todos.
Christian Eriksen es el alma de Dinamarca, no solo por sus cualidades sobre el césped, que lo convierten en el líder de la sala de máquinas, sino también por una historia personal casi de película. Ha pasado casi un año y medio desde aquel 12 de junio del 2021, en el que durante el debut en la Eurocopa contra Finlandia en el Parken de Copenhague se desplomó, víctima de un paro cardíaco. Durante unos minutos interminables el mundo contuvo el aliento con el jugador atendido por los servicios médicos. Fue estabilizado y trasladado al hospital, mientras sus compañeros, conmocionados por lo ocurrido, reanudaban el partido una hora después, en una decisión muy criticada.
Dinamarca perdió aquel encuentro y también el siguiente ante Bélgica, pero se acabó levantando hasta alcanzar las semifinales, el mejor homenaje posible al querido y admirado Eriksen. Nadie podía imaginar entonces que el todavía futbolista del Inter de Milán podría volver a los terrenos de juego. Todo el mundo se conformaba con que hubiese salido del trance sin mayores secuelas cuando recibió el alta médica el 18 de junio, pero el talentoso centrocampista se conjuraba para afrontar su particular renacimiento del ave fénix.
Apenas medio año después del incidente, el 31 de enero del 2022, el Brentford inglés hacía pública la incorporación de Eriksen a su plantilla hasta el final de temporada. Era la ocasión propicia para regresar a la élite con este modesto club de la Premier League como trampolín. Aprovechó la oportunidad y se ganó el fichaje del pasado verano por el Manchester United. De nuevo un grande en otro paso decisivo en su camino, un trayecto que culmina hoy, con su estreno en el que será el tercer Mundial de su carrera.
Viejos conocidos
En Catar aspira a superar el listón de los octavos de final en Rusia 2018 y cuenta con un equipo en el que también figuran el ya veterano portero Kasper Schmeichel, el defensa del Barça Andreas Christensen, los sevillistas Thomas Delaney y Kasper Dolberg o viejos conocidos de la Liga como Martin Braithwaite, Simon Kjaer y Daniel Wass.
Para empezar los daneses tendrán mañana enfrente a Túnez (14.00 horas, Gol Mundial, Movistar+), que como Australia está varios escalones por debajo de la propia Dinamarca y aún más en desventaja en relación a Francia, la gran favorita del grupo. Las Águilas de Cartago, que aunque no son ahora mismo una de las selecciones africanas más potentes, acumulan dos Mundiales consecutivos, amparados por su buen hacer defensivo y la capacidad goleadora de su delantero de referencia, el ariete del Montpellier Wahbi Khazri, que es el segundo máximo realizador en la historia de la selección tunecina.
ALINEACIONES probables
Dinamarca: Schmeichel; R. Kristensen, Andersen, A. Christensen, Maehle; Eriksen, Delaney, Hoejbjerg; Damsgaard, Olsen y Braithwaite.
Túnez: Hassen; Draeger, Bronn, Talbi, Maaloul; Slimane, Skhiri, Laidouni; Msakni, Mejri y Khazri.
Árbitro: César Arturo Ramos Palazuelos (México).