«Yo tengo cuentas ocultas»: Estafa a un concesionario al comprar un coche y anular la transferencia de 5.000 euros

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

VILABOA

CAPOTILLO

El empresario pontevedrés critica lo que considera es una demora injustificada de la instrucción de la causa judicial

05 may 2025 . Actualizado a las 14:48 h.

Nada en la presencia de la mujer le hizo sospechar. De hecho, y a pesar de remarcar que «nunca le dejo llevar los coches a nadie hasta que tenga el dinero en la cuenta», reconoce que se fío de ella: «Me vino con un justificante del banco conforme me había hecho la transferencia», añadió reiterando que, «aunque sea algo de cien euros, no te lo llevas hasta que el dinero esté en la cuenta. No lo llevas, aunque sea una pieza. Me da igual porque tengo el culo pelado».

Sin embargo, esta vecina de Vilaboa le explicó entonces que tenía que llevar el coche recién adquirido a Lalín porque su marido estaba cuidando de un familiar enfermo, por lo que dejó el automóvil con el que se desplazó hasta el concesionario estacionado en sus inmediaciones. Posteriormente, acudió a recogerlo como si nada.

Pasaron los días y ante la falta de noticias de la compradora, el pontevedrés se puso en contacto con un conocido suyo, también empresario del sector, quien le desveló que le «estafó un BMW».

El pontevedrés sostiene que la sospechosa se valió de una transferencia programada, por lo que, nada más abandonar el concesionario con el coche ya en su poder, la anuló. De la noche a la mañana, este empresario pontevedrés, que ha pedido permanecer en el anonimato, ha visto como no solo no cobraba los cinco mil euros de la venta del Suzuki SX4, sino que no ha vuelto a tener noticia de este vehículo.

En este punto, critica lo que considera es una inacción del juzgado de Instrucción de Pontevedra, toda vez que, transcurrido más de un año desde la interposición de la denuncia, la causa parece no avanzar: «Pedimos el decomiso del vehículo, el fiscal nos apoyó, y no se presentó. Tenía que entregar el coche en la Policía Local de Vilaboa y no se presentó», incide.

Otras causas abiertas

Al parecer, por aquel entonces, la mujer que, según distintas fuentes tiene abiertas otras causas por hechos similares en concesionarios de Arcade y O Porriño, «llamó a la Policía Local de Vilaboa para decir que no podía ir porque el coche no le encendía».

Esta ausencia no fue la primera. Tal y como reseña este empresario pontevedrés fueron varias las ocasiones en las que se tuvo que fijar su comparecencia en el juzgado de Instrucción: «Hoy no puedo, hoy me duele esto, hoy estoy enferma... Un día puede pasarte algo, pero tres o cuatro, no», remarca recordando que la encausada siempre aseguró que su intención era la de abonar el vehículo.

Esto determinó, siempre según su versión, que le dieran tres días hábiles para hacer efectivo el pago. «Ni caso. Volvieron a mandarle otro requerimiento. Lo mismo, que lo iba a pagar y le dio otros tres días. Ni caso. Después de mucho presionar, pidieron el decomiso del vehículo y tampoco se presentó. Sigue por ahí tan tranquila».

Tan tranquila está que el pontevedrés apunta que es habitual que transite al volante de un vehículo por la N-550 y que le pite y le salude cuando lo observa al frente de su negocio.

No es la única situación surrealista vivida por el denunciante. Así, rememoró cómo se llegó a presentar en su domicilio exigiendo la devolución del automóvil y esta le reiteró que su intención era abonarlo. De hecho, le convenció para, junto con su mujer, acompañarla a una entidad bancaria cuyo «director flipaba. No sabía dónde meterse hasta que, al final, se mosqueó y le dijo: ‘Mire, si usted tiene 47 céntimos en la cuenta, cómo pretende que yo le haga una transferencia de cinco mil euros a esta persona'». La respuesta de la mujer, al parecer, fue la de que «es que yo tengo cuentas ocultas».

Sin seguro, ni ITV

Lo cierto es que el denunciante desconoce la situación o donde se encuentra su coche, que «está sin seguro desde el día que marchó de aquí. Está sin ITV, sin nada. A mí no me llegó ninguna multa porque sigue estando a mi nombre. No sé si tiene el coche, si no lo tiene...», insiste precisando que sigue estando a su nombre.

«Es una impotencia total», lamenta convencido de que «el coche no lo va a pagar, evidentemente». Es por ello que deja claro que, dado el tiempo transcurrido y desconociendo el estado en el que se puede encontrar, solo quiere que le abonen su precio.

Ahora solo resta que la instrucción avance, toda vez que siente impotencia convencido de que su caso ya tendría que haber sido juzgado y sentenciado. Esto le ha llevado a estar estudiando la posibilidad de interponer una queja ante el Poder Judicial.