
El 25 de mayo de 1979 se celebró la fiesta de inauguración con champán gratis para todos y miles de canapés. La discoteca se mantuvo activa hasta el 2002, cuando la compró Carrefour
22 jul 2021 . Actualizado a las 14:23 h.Es difícil encontrar una persona en la provincia de Pontevedra que no haya pasado por la sala de fiestas Equus en algún momento de su vida. Los hay que bailaron miles de veces al son de su música y otros que venían solo para las actuaciones, pero todos ellos, tienen recuerdos que ni el paso de los años han podido borrar. Si acaso, difuminar. Quien tiene guardado en su memoria el origen y éxito de la discoteca es uno de sus fundadores. Luis López Basalo recuerda el día de la inauguración con la nitidez de lo reciente. Aquel 25 de mayo de 1979 habían invitado a casi 2.500 personas. Exigían etiqueta. Era la sala de fiestas más grande de la comarca y por la que durante años pasarían cientos de artistas de la época. «Fue algo espectacular, lo llenamos», recuerda 42 años después López Basalo. Los canapés se contaban por miles, al igual que los litros de champán que ese día regalaron a sus invitados.
El cantante Micky, que actuó en Equus en más de una ocasión, le dijo a los dueños en una de sus primeras visitas, que la sala de fiestas sería un éxito. «Y no se equivocaba», reconoce Basalo, que lo vio claro después de un viaje a Londres cuando tenía 32 años. Quería dar un salto en su vida, llevaba desde que era un adolescente trabajando en el negocio familiar Don Pepe. «Cuando estaba en Inglaterra fui al teatro a ver una obra que se titulaba Equus. En ese momento, pensé ‘si monto una discoteca le pondré ese nombre'», subraya el impulsor de a discoteca.
Regresó de su viaje y se puso manos a la obra. Buscó un lugar donde poder dar forma a la sala de fiestas que estaba en su cabeza. Fue ahí cuando conoció a Manuel Santos, que tenía el local perfecto para el negocio que maquinaba. Equus abriría poco después en el número 8-10 de la calle Loureiro Crespo. La tercera pieza en esa iniciativa sería Emilio Sacarrera, que se encargaba de montar discotecas para otros empresarios. «Trabajaba en el mantenimiento en España, Argentina y Venezuela. Luis me buscó porque me encargaba del montaje», explica Sacarrera, que había montado Daniel o Atlántida, dos salas de fiesta míticas de Pontevedra. La primera cumplió 50 años en el 2019 y la segunda ya está cerrada.
Está claro que la ciudad del Lérez era también la ciudad de las discotecas. «Era la época de grandes salas de fiestas, pero poco a poco se fueron cerrando todas», subraya Luis López, que recuerda algunas de ellas. Coincidió en el tiempo con otros templos como Shiva, Daniel o Atlántida, en Pontevedra; La Condesa, Caldas; Nova Olimpia, en Vigo; Saturday, en Vilaboa, y Chanteclair, en Pontecesures. Por este local de Loureiro Crespo pasaron artistas como Bertín Osborne, Paloma San Basilio, Martes y 13, Triana o Trío Acuario, formado por azafatas del Un, dos, tres,... y entre las que estaba Mayra Gómez Kemp, que años después presentaría el popular programa de TVE. A su inauguración asistieron también el periodista José María García y el jugador del Real Madrid Amancio.
Por la pista de Equus pasaron pontevedreses de todas las edades, se celebraban fiestas de fin de curso, pero también se acogieron galas de reinas de la belleza. El éxito era tal, que Manuel Santos, Luis López y Emilio Sacarrera organizaban dos sesiones todos los días, salvo los lunes, que tocaba descansar. Se podía asistir de 17.30 a 23.00 horas o de 23.30 hasta la cuatro de la madrugada.
Las actuaciones de Equus llenaron páginas y páginas de los periódicos durante años e incluso al final de su vida, cuando se vendió, siguió despertando interés. En el 2002 recibió una oferta de la cadena francesa Champion, la actual Carrefour, y la sala de fiestas se convirtió en un supermercado. Apenas cuatro años después de esa adquisición, El Corte Inglés negoció una ampliación del Supercor que tenía en el edificio Veteris contiguo a lo que había sido la sala de fiesta. Los responsables del centro comercial querían reforzar su implantación en la ciudad y para ello compraron el bajo de Champions ampliando las líneas de negocio en más de tres mil metros cuadrados. Equus pasó de dar su última sesión en el 2002 a ser un supermercado un año después, como contaron los periódicos del momento. Sus dueños dejaron atrás su etapa en Equus y pusieron en marcha La Luna, otra mítica sala aún en activo. «El mejor recuerdo que tengo es que pude conocer a mucha gente, ahora tengo millones de amigos», comenta el impulsor de Equus.