Los contenedores genéricos de recogida de basura tienen ya fecha de caducidad en Pontevedra, Vilaboa y otros cuatro ayuntamientos de la provincia. Así lo expuso ayer el vicepresidente de la Diputación, César Mosquera, quien reseñó que esta media docena de concellos no solo serán los primeros de Galicia «en implantar a compostaxe», sino que eliminarán «de xeito obrigatorio os colectores da chamada ‘‘fracción resto’’ -aos que se pode botar todo tipo de lixo- con data límite de decembro de 2018». A partir de esa fecha, deberá realizarse una división de los residuos diferenciada entre los que son orgánicos, que se tratarán en composteros, y los derivados metálicos, plásticos y envases, papel y vidrio.
«Dar ese paso de xeito radical e audaz será a clave e determinará que este novo sistema de tratamento de lixo funcione economicamente», subrayó, por su parte, Carlos Pérez, asesor de residuos. Dejó claro, en este sentido, que no es viable mantener el actual sistema de tratamiento con el compostaje.
En este punto, y según las estimaciones de la Diputación Provincial, Pontevedra y Vilaboa «son os concellos que máis traballo levan realizado na aplicación da compostaxe». En el caso del segundo de estos concellos «están instalados xa 36 módulos con ubicacións moi diversas e, ademais de ter implicado á cidadanía xeral, xa están compostando dous grandes produtores -dous restaurantes- e un xeriátrico». Por su parte, en la ciudad del Lérez «hai maior número de composteiros instalados, pero menor en canto á proporción sobre a poboación».
En el caso de Vilaboa, y en el marco del Plan Revitaliza, se ha aprobado una subvención de 345.869 euros. Pontevedra obtiene fondos por otras vías.