Pontevedra y su área suman más de 150 escondites para practicar sexo al aire libre: de la estación a la calle Lepanto

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

SANXENXO

Restos de preservativos tirados en la zona de las antenas de A Caeira, entre Poio y Pontevedra
Restos de preservativos tirados en la zona de las antenas de A Caeira, entre Poio y Pontevedra Ramón Leiro

Páginas web registran cuáles son los lugares más frecuentados para la práctica

18 mar 2023 . Actualizado a las 22:24 h.

Baños públicos, miradores, campos de fútbol, casas abandonadas o rocas a pie de mar. Pontevedra y su entorno tienen más de 150 puntos donde los más atrevidos mantienen relaciones sexuales furtivas. Siempre existieron, pero la tecnología ha hecho que buena parte de estos rincones aparezcan señalados en los mapas de páginas web especializadas para dejarlos solo a golpe de un clic. Un tercio de ellos están en la capital de la provincia. Son lo que comúnmente se llaman picaderos. Aunque el diccionario recoge que se denomina así a las casas o apartamentos que alguien dedica a sus encuentros eróticos de carácter reservado, la realidad es que todos los registrados por los usuarios son en espacios públicos. Y algunos están a la vista de los más curiosos, según el portal mispicaderos.com. Los baños son, sin ningún tipo de dudas, los preferidos por los pontevedreses, que destacan los servicios de discapacitados de la estación de tren y los aseos del cine, en el mismo edificio, como los más demandados. Incluso, añaden los del centro de salud de Marín o los de Nauta en el puerto deportivo de Sanxenxo.

Los usuarios suman a la lista de favoritos, los aparcamientos de los campos del fútbol modesto de la comarca y un sinfín de espacios oscuros o apartados. El paseo del río Gafos, que atraviesa el centro de la ciudad, es uno de ellos, pero también debajo del puente de Rosalía de Castro por el que se accede a la zona fluvial. «Lugar íntimo, no pasa gente ni por el día ni por la noche. Si no tienes un sitio mejor al que ir, ahí está. También hay una casa un poco cerca», dice uno de sus usuarios en la popular web.

Entre los puntos más curiosos que se han registrado está el acceso al garaje en un edificio de la calle Lepanto, en el centro de la ciudad. «Primer garaje a la izquierda, sitio oscuro y con poco tránsito, los vecinos no molestan hasta la mañana. En invierno, a partir de las diez», señala uno de los más de 300 comentarios. A estos lugares menos frecuentados, siguen los clásicos que conocen casi todos los pontevedreses. Cuando se pone el día, tanto en la zona de A Caeira (donde están las antenas) como en el entorno de la Xunqueira de Alba, el campus o la Illa das Esculturas, proliferan los escarceos. Sobre este último señalan que es «el picadero municipal de Pontevedra, acogedor, ideal para un aquí te pillo aquí te mato. Es mejor ir hacia la noche, aunque de día también queda resguardado por los matojos que lo cubren».

Los baños de la estación de tren de Pontevedra son uno de los picaderos preferidos por los usuarios
Los baños de la estación de tren de Pontevedra son uno de los picaderos preferidos por los usuarios Ramón Leiro

El final del campus, junto a la Xunqueira, es el «lugar perfecto» para muchos. Se accede en coche y está muy oscuro. La nocturnidad da puntos para los usuarios de estos picaderos que ponen entre los más frecuentados a aquellos a los que se pueda acceder en vehículo. Y ahí, los miradores reúnen los tres requisitos que más se valoran: poca gente por las noches, oscuridad y estar en un lugar apartado. Entre los más visitados está el de Monte Porreiro, en especial desde que lo reformaron, pero también los aparcamientos de las playas de Lourido y A Seca, en Poio, o los arenales de Os Mortos, Pampaido, Sinás o Montalvo, en Sanxenxo. En la capital turística de las Rías Baixas los usuarios destacan una veintena de puntos, pero uno de los favoritos es el descampado detrás de la depuradora de Paxariñas. «Está metiéndote por un camino. A mano derecha, como a 20 metros, al principio parece que está lleno de maleza, pero no, está estupendo y súper oculto», explica uno de los usuarios en este portal.

Entrada a un garaje en la calle Lepanto que se utiliza a veces como picadero
Entrada a un garaje en la calle Lepanto que se utiliza a veces como picadero Ramón Leiro

Entre los puntos registrados están las áreas de descanso de Bértola, en la AP-9, uno de los lugares más populares entre el colectivo homosexual, que escoge un lugar al que solo se puede llegar pagando el peaje de la autopista. Los «sexescondites» que recoge esta web pone en el mapa lo que hasta hace unos años era un secreto a voces en la ciudad. En Pontevedra son, por ahora, más de 150 secretos.