¿Quién quiere al rey Juan Carlos?

Cartas al director
Cartas al director CARTAS AL DIRECTOR

SANXENXO

Raúl Terrel | EUROPAPRESS

22 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Una bienvenida real 

¡Bienvenido, don Juan Carlos!, Ya era hora y de justicia que regresara a una España, que le vio llegar con apenas 10 años, aún en pantalón corto, y de la que le obligaron a salir cumplidos ya los 82. Qué poquita idea y sentido de Estado tiene el desgobierno actual; cuánto cinismo y resentimiento pueden albergar, sin motivo alguno... o quizá estamos siendo demasiado cándidos.

Su figura como jefe de Estado ha sido intachable, otra cosa es su comportamiento como esposo y padre. A mí, en cuanto a la segunda cuestión, no me tiene que dar ninguna explicación o disculpa, entiendo que debe quedar en el estricto ámbito de la vida familiar. Porque, majestad, estaremos de acuerdo, que si todo hombre o mujer tuviera que pedir excusas o perdones y salir del país por las infidelidades cometidas, entonces sí sabríamos lo que sería una España vaciada. Le han recibido con vítores, oles y vivas en Sanxenxo, como tiene que ser. Con frialdad, riñéndole y exigiéndole casi una rueda de prensa, unos ministros desnortados y con ganas de cotilleo. Ni caso les haga. A mi juicio, usted debe obviarlos, a podemitas y socialistas, que erigiéndose en una falsa moralidad, en realidad, quedan peor. Verónica Montes Santiso.

 No todo estuvo bien

La llegada del rey emérito a ver una regata en Sanxenxo pone en tela de juicio la relación del monarca con su hijo. Juan Carlos I no le pone las cosas fáciles a Felipe VI, quien intenta defender la institución monárquica. ¿Monarquía o república? El debate, quizá, esté cada vez más próximo. Mañana padre e hijo se verán las caras. En la conversación seguro que surgirá la necesidad de que don Juan Carlos extreme al máximo su discreción. Ya lo había prometido, pero no lo cumplió. Marisa Rodríguez. Lugo.

  De Ucrania a Taiwán

Desde ningún lugar del mundo se sigue la guerra en Ucrania con mayor ansiedad que desde Taiwán. La hipótesis de una invasión china ha estado siempre sobre la mesa, aunque nunca con tanta crudeza. Lo llamativo es que Pekín admite que no descarta esa opción. Muchos, sin embargo, habían preferido hasta ahora no escuchar. Sucede igual con la larga lista de casos de espionaje industrial. O con las trabas a las empresas extranjeras mientras China se beneficia de la apertura a otros mercados.

Ese clima de opinión ha ido cambiando. Comenzó con la fuga de empleos y la guerra en Ucrania ha terminado de convencer a Occidente de que no es sensato hacer negocios como si nada con quien vulnera los derechos humanos, porque eso le hace dependiente de regímenes autoritarios que, en el caso chino, añaden un fuerte sentimiento de agravio histórico por la herencia colonial europea. La cuestión es si la alarma ha sonado demasiado tarde, o hay tiempo de rectificar. Domingo Martínez. Madrid

¿Sanjenjo o Sanxenxo?

Si una palabra está de moda en estos días es Sanxenxo. Con la llegada del rey hay quien traduce a Sanjenjo. Pues no, en castellano sería San Ginés. Así que digamos Sanxenxo, que es mucho más armonioso, bonito, dulce, cariñoso y morriñento, además de auténtico. Mercedes Rodríguez. A Coruña.