Empresarios turísticos: «Hay muchas zonas de Sanxenxo que se encuentran en la prehistoria digital»

Marcos Gago Otero
marcos gago SANXENXO / LA VOZ

SANXENXO

Reunión de afectados por la falta de fibra óptica en Noalla el pasado marzo
Reunión de afectados por la falta de fibra óptica en Noalla el pasado marzo MARCOS GAGO

Vecinos y hosteleros critican los fallos que dejan horas sin Internet a Noalla

14 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado viernes, amplias zonas de Noalla, en Sanxenxo, se quedaron ocho horas y media sin servicio de Internet de casi ninguna compañía. Los teléfonos tampoco funcionaron bien. El martes por la noche otra avería volvió a afectar de lleno al servicio en Noalla, en un apagón de Internet que duró seis horas. Vecinos y hosteleros, hartos, ya no saben a quién dirigirse para quejarse. Lamentan que las compañías recogen su malestar, pero no les dan una solución a una zona donde no hay servicio de fibra óptica, pese a vivir en una amplia franja de litoral, desde Major hasta A Lanzada, en plena capital turística de las Rías Baixas. Temen que esto se convierta en costumbre y que, si ya padecen un servicio por radio inestable, se queden colapsados en verano. «Si esto llega a pasar en temporada alta es el caos», relata el propietario de un establecimiento hotelero.

El presidente del Consorcio de Empresarios Turísticos (CETS), Alfonso Martínez, respalda la protesta. «En Sanxenxo tenemos zonas en las que estamos en el siglo XXI desde el punto de vista de las comunicaciones con fibra óptica, pero hay otras muchas zonas que están en la prehistoria digital, con limitaciones que son impensables a día de hoy».

No es un asunto baladí, porque no es que no se pueda ver una película con el móvil o tener plataformas de pago, sino que supone una desventaja para docenas de establecimientos de esta costa.

«Hay una gran diferencia competitiva con otras empresas, y no solo en cuestiones de funcionamiento de los negocios, sino porque hoy en día es algo imposible que no haya wifi para dar servicio a los clientes cuando se alojan en un local», resalta Martínez. Desde el CETS no entienden que mientras que en Sanxenxo y Portonovo hay varias empresas colocando fibra en las mismas calles, haya zonas del rural muy amplias donde no hay ninguna. Exige a las Administraciones que solucionen un problema que daña la imagen de Sanxenxo.

En su hotel en Soutullo, Miguel es de los que sufre los apagones digitales cada dos por tres. «Veo las antenas desde la ventana del hotel y es muy triste que no me pase de una raya la cobertura del móvil. Hasta que no refuercen la antena no veo solución», sostiene. Además, recalca que los técnicos de telecomunicaciones a los que llaman les dicen que prevalece el móvil frente al Internet de los hoteles, por lo que en verano, con miles y miles de usuarios en esta costa, el servicio de vuelve más que inestable.

Trastornos del día a día

Brígida es vecina de Soutullo y sanitaria de profesión. El martes estaba haciendo un curso online. Cuando le tocó hacer el examen telemático, se encontró con la caída del servicio en Noalla. Se pasó veinte minutos llamando a la compañía hasta que una operadora la atendió para que, después, de intentarlo cambiando de 4G a 3G, no lograse nada más que un «va a ser cosa del repetidor». Rellenó un parte de incidencias, pero hasta las doce de la noche, cuando volvió Internet, no pudo conectarse y acabar lo que no había podido seis horas antes.

En Noalla, se lamentan de que es demasiado frecuente «Para ver la televisión depende del día. Si hay temporal, no vemos las cadenas normales», comenta Brígida. Para encontrar buena conexión de telefonía móvil hay que andar buscando el punto concreto por la casa o la terraza. Lo resume bien Balbino, vecino también de Soutullo. «Aquí la fibra óptica aún no se ha inventado».

Desde Telefónica, una de las operadoras que da servicio en Noalla, se admitió la avería del viernes, cuya causa se está examinando. Telefónica también anunció ayer que la empresa había activado estos días el 5G en la banda de 700 megahercios en Marín, Sanxenxo y Vilaboa.