¡Ya es 2022 en Sanxenxo!: «Dimos las campanadas y quemamos los calendarios del 2021, que había muchas ganas»

María Hermida
María Hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

SANXENXO

Ramón Leiro

La villa turística celebra el Fin de Año adelantado en un acto en el que se repartieron Lacasitos en vez de uvas y en el que no faltó la música ni un tiempo propio de primavera

01 ene 2022 . Actualizado a las 19:13 h.

El covid va camino de cargarse todas las tradiciones. El día 31 de diciembre al mediodía, quienes copaban la atención de todas las cámaras de televisión eran los vilagarcianos. No en vano, en Vilagarcía era toda una tradición tomar las uvas adelantadas. Y tanto creció ese ritual que se convirtió en una multitudinaria fiesta. El año pasado el covid obligó a suspenderla y el Concello hizo lo mismo hoy. Eso desplazó la atención mediática a Sanxenxo, donde hace un lustro también empezaron a adelantar las campanadas y hoy, al no haber las de Vilagarcía, fueron las grandes protagonistas de la jornada en las Rías Baixas... y en Galicia.

Así, desde este mediodía, puede decirse sin titubeos que ya es 2022 en Sanxenxo, con 12 horas de adelanto con respecto al resto de España. No en vano, en la plaza de Pascual Veiga, algunos vecinos se reunieron y adelantaron las campanadas. Algunos tomaron uvas, otros gusanitos... y la mayoría se decantó por los ricos Lacasitos que repartió la organización, en manos de la asociación O Cubreiro. Conforme las campanadas terminaron, se festejó el 2022 con todas las cautelas por la pandemia: al aire libre, con mascarillas y tratando de mantener distancias. 

Sonó la animada música de la charanga y quedó claro que hay ganas de decirle adiós a un 2021 marcado por el envite del covid. Así, fueron muchos los que se llevaron los calendarios del año ya agonizante y los echaron a la hoguera, con el ánimo de que el 2022 mejore el todavía renqueante ejercicio. Una de las que tiró su calendario al fuego fue Ana, vecina de Sanxenxo, que acudió a las campanadas adelantadas con toda su familia y con unos amigos con los que suelen estar. Iban todos ataviados para la ocasión, con entrañables jerséis navideños y sonrisas de oreja a oreja. Ana, enfermera de profesión, señalaba: «En lo personal no no me puedo quejar del año, pero soy enfermera y viví todo lo que está pasando y es muy triste. Había muchas ganas de quemar ese calendario creo yo... que el 2022 sea mejor». 

Ramón Leiro

Juan Pintos, uno de los organizadores de las madrugadoras campanadas de Sanxenxo, señalaba que tuvieron muchas dudas sobre suspender o no el acto. Finalmente, decidieron hacerlo para tratar de mantener el espíritu navideño. Indicó que no acudió mucha gente, seguramente por la precaución ante el covid, pero que fue un momento para el recuerdo. Él también notó las ganas que había de que los calendarios del 2021 acabasen en la hoguera: «En canto queimamos o primeiro, todo o mundo se animou», contaba. 

Sanxenxo seguirá de fiesta por la tarde. Con el buen y sorprendente tiempo de diciembre como cómplice, está previsto un baño colectivo en las aguas de Silgar (en el que se recaudarán fotos para la Fundación Aladina, que ayuda a niños con cáncer) y, sobre las ocho de la tarde, habrá una tirada de fuegos de artificio, que puede verse desde la Praza dos Barcos.