«Animo al que quiera a embarcar con nosotros, esta actividad no defrauda»

El paisaje de Galicia es único, y a bordo de un barco profesional lo es más. Lo mismo pasa con el mundo marítimo y pesquero, que cuando se juntan con la gastronomía gallega... de ahí solo puede salir algo bueno. Una ruta para disfrutar de nuestra gastronomía y así aprender a pescar en compañía de un profesional a bordo de un barco pesquero son actividades que se pueden hacer a día de hoy en esta tierra. Así lo cuenta Sauro Martínez, patrón y dueño del barco Playa de Sanxenxo, un pesquero que organiza rutas turísticas por las Rías Baixas.

La ruta se hace durante los meses de julio y agosto, la masificación de los turistas y las ganas de conocer la costa es lo que hace que puedan plantearse una actividad como esta.

Se busca sobre todo aguas en calma, por eso los principales puntos que tocan son los alrededores de la Illa de Ons, Sanxenxo y Portonovo, hasta la ermita de A Lanzada y aguas cercanas, donde el mar esté muy estable. «Durante el invierno también tenemos alguna actividad, pero solo los días que el mar está en calma», cuenta Sauro.

Lo que más pescan los turistas que desean hacer esta actividad es pulpo. «Hay diferentes especies, pero la nasa del pulpo es muy selectiva, también podemos coger nécoras, barbadas, y alguna cosa que a los turistas les parezca atractivas, como estrellas de mar», afirma el patrón.

La ruta es sencilla, se sale desde puerto en el barco y durante la trayectoria se largan las nasas de los pulpos, acto seguido se vuelve a puerto, donde se hará una ruta hasta el mercado. «Allí vendemos el producto que recogeremos luego, previo a haberlo legalizado en la lonja, lógicamente», aclara Sauro. Y es que después de todos estos trámites, por gentileza del barco, se hace una degustación de una ración de pulpo con una bebida incluida. Más tarde, se realiza la jornada de recogida de las nasas. Cuenta Sauro que «a veces cogemos crustáceos que hay que desechar por no estar en captura esa fecha, pero es fácil, los pescamos, los recogemos y los devolvemos al mar».

Una de las cosas más llamativas de esta actividad es que no es necesario tener idea de pesca ni de nada relacionado con ella. «Puede ir hasta el más absoluto desconocedor que nunca haya embarcado», reafirma Sauro, y es que por este motivo las rutas se hacen por las aguas más tranquilas y con un cálculo mínimo de movimiento, ya que la gente que nunca se haya subido a un barco puede marearse. «Buscamos que la persona esté tranquila, disfrute de la actividad, esté cómoda y sea agradable».

En cuanto al precio, existen dos: el de adultos, que son 80 euros, y el de niños, que son 40. A día de hoy, una ración de pulpo está entre 16 y 18 euros, «incluye la ración de pulpo con la bebida, la ruta por esta zona y básicamente realizar la actividad para poder divulgar nuestro trabajo y a lo que nos dedicamos, es decir, nuestro día a día», relata Sauro.

No es la primera vez que se hacen actividades como esta en Galicia, pero la última vez tuvo que desestimarse ya que no estaba ni contemplado ni regulado. Así este año, Galicia, junto con Menorca y Cataluña, se suma a realizar esta actividad y a apostar por ella, en un mundo tan característico como es el pesquero en esta tierra.

«Dentro de Galicia hay otro compañero que se encarga de esta actividad también y ha apostado por ella, él está en Cangas y yo en Pontevedra, se necesitan una serie de tutorías, requisitos, parámetros de seguridad, y, sobre todo, adaptarse a las bases regulatorias que dicta Fomento», cuenta Sauro, y es que conseguir licencia para desarrollar esta actividad no es nada fácil, Sauro, por ahora, la tienen por un año y medio.

Después de un largo recorrido que tanto Sauro como su compañero han hecho para realizar el curso que les capacitaba como guías turísticos de las Illas Atlánticas, lo han conseguido, y, como dice Sauro, «quiero animar a que todo el que quiera, se embarque con nosotros, es una actividad bonita y divertida, lo van a pasar bien y no les va a defraudar».

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