Vivir un día de superlujo en Sanxenxo puede dispararse hasta los 6.000 euros

Nieves D. Amil
Nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

SANXENXO

Alquilar un yate por 3.200 euros es uno de los caprichos aptos para muy pocos

16 jul 2020 . Actualizado a las 11:33 h.

Vivir un día de superlujo es una posibilidad para muy pocos bolsillos, pero está a la vuelta de la esquina para los que no se conforman con las vacaciones de playa y chiringuito. Sanxenxo abre un abanico de posibilidades para el que hace falta una cuenta corriente también de superlujo de la que sacar sin pensar en números rojos. Son 24 horas de ensueño que alcanzarían con facilidad los 6.000 euros.

La exclusividad se paga y en ella no hay crisis que la doblegue. El pantalán del Real Club Náutico de Sanxenxo tiene amarrado un yate de 22 metros de eslora que llegó de Ibiza hace tres semanas y se alquila por 3.200 euros al día. Y casi siempre está reservado. «Llegó el 28 de junio de madrugada y esa misma mañana ya estaba alquilado», explican desde Servinauta, empresa que lo gestiona. Encender el motor tiene ese precio, pero a eso hay que sumar el combustible -cerca de 500 euros por ir hasta las Cíes o Aldán- y el servicio opcional de cocinero y azafatas a bordo porque el patrón está incluido en el precio. «En Ibiza hay muchos así y este barco es uno más, pero aquí en Galicia es el más grande para alquilar», comentan desde este empresa con sede en la isla balear y en Sanxenxo. A media mañana de un día cualquiera están limpiando la cubierta después de una jornada de navegación.

Lo cuidan por fuera y lo acondicionan por dentro, donde hacen las camas de los cuatro camarotes principales y ordenan el salón y el puesto de mando. «En este tipo de embarcaciones hay que ser exquisitos, no puede haber ni una mota de polvo», apuntan. La vida de lujo arranca en el mar, como no podía ser de otra forma en las Rías Baixas. Aquí el precio puede ir subiendo si quieres alquilar una moto de agua por cien euros la hora para pasar un rato diferente en alta mar. Y cuando llegue la hora de comer, la Taberna del Náutico ofrece desde este jueves servicio de cátering a bordo. Para completar un día de lujo que menos que tomar un arroz con bogavante, que el equipo de Juan te lo llevará a alta mar, por unos 70 euros. «Hai que facer a reserva entre as once e as 13.30 horas y entre las dos y las cuatro o entregamos no barco», explica el responsable de la Taberna, que tuvo que contratar dos personas para poder dar ese servicio. «Imaxínate que hai que ir a Aldán, A Lanzada ou Caneliñas», apunta.

Un local «con alma»

El lujo y las alternativas se multiplican en tierra. Cerca del Náutico se levanta el Hotel Rotilio, uno de los lugares más emblemáticos de las Rías Baixas. Imposible resistirse a su tosta de sardina ahumada, unos emparedados de camarones de la casa y un helado de queso con reducción de membrillo que enriquece el paladar. Detrás de esta creatividad está Manicha Bermúdez, propietaria del hotel junto a su hermano. «Yo distingo los hoteles en los que tienen alma y no la tienen y este sí que la tiene», señala desde la sexta planta del Rotilio. A sus pies la playa de Silgar y el puerto deportivo embellecen un escenario por el que pasó en más de una ocasión el rey emérito o Manuel Fraga. «Por él hicimos el ascensor hasta la sexta planta, a los clientes, sean quienes sean hay que cuidarlos», explica.

Su cabeza no para, es un brotar de ideas. La última es vincular la estancia con un bautismo de buceo, iniciativa de Active Galicia. Esta empresa de turismo activo, dirigida por Alfonso Castro, da la posibilidad e iniciarse en el buceo en el entorno de Area de Agra, Caneliñas o Silgar, entre otros arenales, por 120 euros la pareja.

Después de una cena en el Rotilio o en algunos de los estrella Michelín del entorno -Pepe Viera, Pepe Solla o Culler de Pau- el superlujo está en la White Máster Suite o la Grey Máster Suite del Agusta Eco Wellness, donde por 500 euros se abren todas la comodidades de una habitación con acceso a la piscina y al restaurante.

Pero antes de cerrar el día en una suite exclusiva, la noche puede alargarse mucho en el puerto deportivo de Sanxenxo donde muchos locales tienen acceso ahora bajo reserva. En algunos, como el Dux, se puede pedir con antelación (y ya se han vendido tres este verano) una botella de seis litros de vodka Grey Goose por mil euros.

El día y la noche de superlujo en Sanxenxo tiene los límites que cada uno le ponga a su tarjeta de crédito. La oferta está ahí, a la vuelta de la esquina.